El BMW estaba herméticamente sellado, pero Liliana Grey aún encendió la calefacción por un rato por preocupación de que Greg Jensen pudiera tener frío, haciendo que el interior rápidamente se volviera tan caliente como una vaporera.
Debe decirse, la absorción de choque del BMW es de hecho muy buena, suave y elástica, y no había ningún ruido extraño en absoluto.
Lo más importante, había espacio de sobra. El asiento delantero se podría tirar completamente hacia atrás, e incluso había espacio para una pequeña cama en la parte trasera.
Los dos adentro no se sentían apretados en absoluto.
Después de lo que pareció una eternidad, Liliana Grey finalmente levantó la cabeza, su cara cubierta de sudor.
Los finos cabellos en sus sienes se pegaban a su rostro, luciendo increíblemente tentadores.
—Pequeño pillo, no has visto a tu hermana por dos días, ¿me extrañaste? —preguntó ella.
—Creo que la que me echó de menos fuiste tú, ¿verdad? —respondió él con una sonrisa.
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