—Los ojos de Adrián Wright se iluminaron con curiosidad y preguntó —Greg, ¿dónde encontraste a este asistente?
—Greg Jensen lo miró con desdén y dijo impacientemente —Más te vale preocuparte por cómo vamos a recuperar esos siete millones primero.
—Jaja, no te preocupes, sus mercancías ya están guardadas en el almacén, no hay nada que temer —dijo Adrián Wright con una risa despreocupada.
—Greg Jensen miró a Max Milton, que tenía una expresión gélida, y dijo con indiferencia —¿Y si las mercancías son falsas?
—La boca de Max Milton se torció brevemente antes de volver a la normalidad, pero todo esto no pasó desapercibido para los agudos ojos de Greg Jensen.
—Greg Jensen se convenció aún más de su sospecha.
—Adrián Wright se quedó desconcertado y dijo —Vamos, Greg, deja de bromear conmigo. Una piedra es una piedra, ¿cómo va a ser falsa?
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