Capítulo 14 parte 1
Miru-chan, Neko-chan, Ai y Yasuragi limpian las mesas al ritmo de la música.
Seji-sensei y Chie se limitan a observar la ventana mientras hablan entre ellos por la mente.
— ¿En qué estarán pensando ellos dos? — se pregunta Hiroki mientras lava los pocos platos que hay.
— No sé, tu solo lava platos. — le responde Chikara mientras llega con más.
— ¡Baila con nosotras, Hiroki! — le dice Miru-chan alegremente.
— ¡No bailaré con ese idiota! — grita Neko-chan molesta.
Hiroki molesto se exalta y le grita:
— ¡Cómo sea, no iba a bailar de todos modos!
Miru-chan nota una expresión de preocupación en Hiroki y le pregunta:
— ¿Algo te preocupa? Has estado viendo mucho a Seji-sensei.
— Es que Uraseku está afuera en la tormenta, y aún no ha vuelto.
— ¿Eh? ¿Uraseku-senpai salió?
Miru-chan comienza a ver a sus alrededores y no nota mi presencia.
— No noté cuando salió…— dice Neko-chan luego de apagar la música.
Nuevamente el local se queda en silencio, acompañado únicamente del sonido de la lluvia.
Luego de eso, Chisato-chan se acerca a Hiroki tan seria como siempre y le pregunta:
— ¿Lo extrañas?
— ¡¿Eh?! ¡por supuesto que no lo extraño!
Seji-sensei junto con Chie se ponen de pie nuevamente y todos al verlos retoman una expresión seria al ver que ha empezado a sudar.
Chie voltea preocupado y Seji-sensei les dice:
— Qué bueno que estamos todos aquí.
— ¿P-por qué?
— Escuchen muy bien lo que les voy a decir…
Seji-sensei sabe que esto no se debe tomar a la ligera, pero yo no terminé de entender eso y ahora estoy al borde de mi posible muerte.
El teru teru bozu invertido se acerca alegremente hacia Kibō y hacia mí.
— ¡E-es un espíritu invertido!
— ¡Sí soy! ¿Quiénes son ustedes?
Kibō retrocede muy preocupado e intenta ocultarse atrás de mí.
— ¡K-Kibō! ¡¿qué debemos hacer?!
A pesar de no cambiar su expresión alegre, el espíritu invertido me daba muy malas vibras.
Pienso en eso cuando de repente escucho el sonido del filo de un arma.
Noto que un árbol atrás de mi se ha partido a la mitad y se me forma una herida en la cara, pero esta no fue causada por el diamante que poseo…
— ¡Ah…!
— Uy, fallé por poco, ¡debo practicar mi puntería jaja!
Un rayo de luz celeste muy oscuro en forma de la hoja de un hacha roza mi mejilla.
El espíritu invertido voltea a ver a su portador quien es la persona que dijo esas palabras y me hirió.
Ni siquiera pude ver algún arma de filo pasar cerca de mi cara, ¡fue demasiado rápido!
— ¡K-Kibō!
Intento hacer que reaccione, pero este se queda paralizado.
— ¿Qué haces aquí bajo la lluvia? Te vas a enfermar.
Frente a mí se muestra alguien con una mascarilla tradicional de un zorro cubriéndole la cara, su cabello negro sobresale con las puntas revueltas.
Tomo a Kibō y me voy a esconder atrás de los árboles.
— ¡Reacciona, Kibō! ¡¿cómo salimos de esto?!
Mi desesperación es realmente evidente.
— E-él debe tener el diamante invertido…
¡Solo habla para decirme cosas obvias!
Mientras me decía eso.
Sin darme cuenta, pasa por sobre mi cabeza un corte mágico dejando una estela verde azulada muy oscura cortando muchos árboles de mi alrededor.
— ¡Ah!
Empiezo a correr desesperado para intentar salir de ahí, pero siempre bloquea mi camino.
— ¿Por qué te escondes? ¿es que no quieres hablar?
— ¡De… deja de intentar matarme!
— Mi jefe me dijo que ustedes deben ser eliminados.
¿S-su jefe?
El espíritu invertido lo golpea en la cabeza muy furioso.
— ¡Tonto, el jefe dijo que ni siquiera debemos mencionarlo!
— ¿Lo hizo?
Vaya, parece que son unos idiotas…
Mientras están descuidados intento escapar de ahí, pero cae nuevamente un gran corte frente a mí.
Si hubiera corrido más rápido me habría partido por la mitad.
— Entonces, ¿lo matamos?
— ¡Venga!
Dicho eso, él y su espíritu se unen.
— ¡Maldita sea, escapar no es opción al parecer!
Me detengo por un momento e intento que Kibō se una a mi para poder pelear.
Al unirse conmigo emano un aura débil y muy pequeña mientras más cortes empiezan a aparecer en mi rostro.
— ¡Tengo que luchar!
El diamante me está lastimando, y de seguro mis amigos están por venir, debo aguantar…
Me lanzo hacia el con el sable que aprendí a crear.
Intento atacar con la intención de matar, pero se me hace imposible acertar unos simples cortes.
— ¿No será a puño limpio? — me pregunta esta extraña persona.
— ¡No soy tan idiota!
— Je, para que veas que no soy malo yo sí pelearé con mis puños.
— ¡No me subestimes!
Empiezo a aplicar las técnicas que aprendí con Seji-sensei, pero sigo sin acertar.
— ¡Eres muy lento para ser joven! — me dice mientras noto como poco a poco enloquece.
Me toma deteniéndome en seco y me lanza al piso.
Me pongo de pie y limpio un poco el uniforme de la pupusería para luego ir por el nuevamente.
Pero sin verlo venir, me toma de la cabeza frenándome en seco nuevamente y me lanza contra un árbol.
Al quedar algo paralizado me golpea en el estómago.
Empiezo a sangrar de manera preocupante.
Finalmente me da una patada tan fuerte que con solo mi cuerpo paso cortando los árboles por la mitad.
Hasta que finalmente caigo al piso del cansancio, mi aura se disipa…
— ¿Qué pasa? ¡¿no puedes levantarte?!
He dado todo lo que pude… soy demasiado débil…
Aunque esté medio inconsciente, me toma del cabello y comienza a sacudirme.
— ¡Reacciona! ¡reacciona!
Tomo la mano que sostiene mi cabello e intento apartarla, pero al ver mi impotencia el solo sonríe.
— Esto ya no es divertido…
Dicho eso, aparece su arma que tiene forma de un hacha, es del mismo material del que están hechas nuestras armas.
Lanza la parte filosa hacia mi cara, pero por instinto uso mis últimos esfuerzos poniendo mis manos para detenerla.
Pongo la mano con el diamante ya que es realmente duro, impide que me haga mayor daño.
Mi diamante brilla al entrar en contacto con el arma de este sujeto.
— Así que te defiendes, ¡pues veamos si aguantas esto!
Comienza a hacer más presión, tanta que me hace imposible aguantar más tiempo protegiéndome.
Empieza a sangrarme la mano y poco a poco noto como la acerca a mi pecho.
— ¡Ghh…!
El dolor es realmente insoportable.
Hasta este punto no tengo fuerzas para gritar.
Aparta su hacha para tomar impulso y darme el golpe final.
Hasta este punto estoy resignado a que voy a morir…
— ¡Uraseku-senpai!
Capítulo 14 parte 2
Una flecha rosa aparece para distraer al tipo que está a punto de matarme.
Muy preocupado voltea a ver al igual que yo con mis ultimas fuerzas.
— ¡Uraseku-senpai!
Todos lucen un atuendo que nunca había visto antes…
— Parece que vinieron a tu rescate, no soy tan tonto como para quedarme, Uraseku…
Sabe mi nombre…
— ¡Adiosito!
Dicho eso, escapa alegremente como si esto fuera una especie de broma.
— ¡Oye! — le grita Hiroki mientras lo intenta seguir.
— ¡Detente! Si lo sigues podrías tener un peor destino del que te puedas imaginar, ¡en la lluvia tienen ventaja! — le dice Seji-sensei.
— Tch… ¡maldita sea! — exclama Hiroki molesto y golpeando un árbol.
Todos al verme en mi estado se preocupan.
Sin poder levantarme, sin poder hablar, manteniendo mis ojos abiertos con mucho esfuerzo, con muchos cortes y moretones en mi rostro.
Poco a poco mis ojos comienzan a cerrarse…
— ¡Uraseku-senpai!
Miru-chan se acerca, pero no siente mis latidos…
— ¡No late!
— No respira. — dice Chisato-chan.
Neko-chan en su desesperación saca su báculo e intenta sanarme mientras lanza una especie de ataque a mi pecho para revivirme.
— ¡Despierta! — grita Neko-chan desesperadamente con lágrimas en los ojos.
Miru-chan llora también al verme en ese estado mientras que los demás vigilan.
Todo este tiempo he estado consiente, no sé cómo podía seguir con vida después de todo lo que pasó…
…
…
— ¿Umh?
Nuevamente abro los ojos y lo primero que veo es nuevamente el techo del hospital.
Todavía llueve, despierto con poco dolor y con mis heridas casi sanas.
Al lado de mi cama veo una canasta con fruta y flores y una carta que dice: "Esperamos que te mejores, Uraseku. De parte del consejo estudiantil y amigos".
— Ummh…
Así que sigo vivo… y Kibō…
Lo veo acostado durmiendo en mi estómago.
— Lo entiendo, estás muy cansado…
La lluvia y el panorama gris no ayudan a que me alegre.
— ¿Estarán bien mis amigos?
Al ver que no estoy conectado a nada, tomo una manzana de la canasta y en eso entra un doctor.
— Es la segunda vez que te veo muy herido.
— ¡Ah!
¡No esperaba que alguien entrase, realmente me asustó!
— Tranquilo, soy el doctor.
— Lo lamento.
Toma asiento y me pregunta:
— ¿En qué clase de cosas estás metido?
Ignoro su pregunta para no decir más información de la que debe saber.
— Mis amigos, ¿están bien?
— Ellos están bien, justo vinieron a cuidarte esta mañana una chica de pelo naranja junto a alguien de pelo castaño.
Se refiere a Miru-chan y Hiroki…
— Fuiste el único herido.
— Realmente me alegra que ellos estén bien…
— Esa chica de pelo naranja junto a su amigo venían muy seguido, igual la niña roquera y su amiga satánica, muy curiosa mezcla. Pero la persona que más te visitaba era Seji-sama.
— ¿S-Seji-sensei?
Hay mucha gente que se preocupa por mi…
— En fin, solo venía a ver cómo te sentías, en la tarde de este día deberías regresar a la normalidad según nuestros estudios sobre el diamante, esa cosa que tienes es realmente interesante, en fin, que te mejores.
Se pone de pie y se retira del cuarto.
Así que al final si realizaron estudios del diamante…
Esa misma noche, tal y como el doctor lo dijo comienzo a sentirme como nuevo.
Al estar como siempre, saco mi consola portátil que por algún motivo estaba aquí.
En ese mismo momento, alguien abre la puerta y rápidamente intento esconder los juego y fijo dormir.
— No finjas estar dormido, ya sé que estás despierto.
Esa es la voz de Seji-sensei.
— Así que sabe que estaba fingiendo.
— ¡Ja! Quien no te conoce que te compre.
Esa frase la usa para referirse a que sabe cómo soy.
— Seji-sensei… — le digo con cierta tristeza.
Toma asiento.
— Te sanaste muy rápido, y pensar que casi te dan por muerto al estar aquí.
El ambiente oscuro y el sonido de la lluvia suave solo lo hace más triste.
— Si Hiroki no te hubiera dado respiración boca a boca por horas no habrías sobrevivido.
— ¡¿Qué Hiroki hizo qué?!
— Ya, era broma…
¡Maldición, había olvidado que mi historia es una comedia!
Ojalá fuera una comedia romántica…
— En fin, entiendo que estás cansado, pero no debes debilitarte más así que ya deberías estar como nuevo, mañana deberías ir a la pupusería y al instituto.
— ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
— Una semana exactamente.
¡He perdido una semana aquí adentro!
Seji-sensei se pone de pie para retirarse, pero antes de irse me dice:
— Realmente me sorprende que hayas sobrevivido, si hubiera entendido la situación nada habría pasado… Como sea, no sé si te has dado cuenta, pero eres más fuerte de lo que puedes imaginar, incluso más de lo que yo puedo imaginar…
Dicho eso se retira y me deja pensante sobre lo que dijo.
Así paso la noche en el hospital durmiendo temprano y la mañana siguiente me dan de alta.