Shen Feiwan terminó su trabajo.
Eran ya las 10 PM.
Cogió el teléfono y marcó a Xu Rufeng —¿Ya saliste del trabajo?
—Aún no —desde que Xu Rufeng se hizo cargo del Grupo Shen, había estado inundado de problemas.
Por no mencionar el avanzar el trabajo del Grupo Shen, ni siquiera había logrado organizar lo básico.
—No te apresures, no es cuestión de uno o dos días —consoló Shen Feiwan.
—El mercado de valores está bastante volátil —dijo Xu Rufeng—. Estoy preocupado de que la compañía continúe...
—Mañana revisaré las brechas de la compañía y encontraré una solución.
—¿No es Charm el que va a tener un evento de apertura pronto?
—Está bien, puedo sacar el tiempo.
—Te has esforzado mucho —Xu Rufeng sintió un golpe de culpa.
Si él fuese más capaz, Shen Feiwan no tendría que trabajar tanto.
—Nací para trabajar duro, no hay nada que pueda hacer —bromeó Shen Feiwan—. ¿Vas a seguir trabajando?
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