Lluvia pesada nocturna

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Cuando los aldeanos vieron esto, naturalmente hablaron de la familia Xu —Tsk, tsk. Mira, no eres tan inteligente como los dos. Parecen tontos pero son astutos. Cuando vieron que la familia Guan estaba a punto de enriquecerse, se apresuraron a ir temprano...

Otra persona se rió de ellos —Oh, pero al final los picotearían. Los dos se arrimaron a la persona equivocada. ¿Qué puede hacer esa Ye Lulu, una mendiga que vagaba por ahí? Ese puesto solo estuvo abierto unos días. Qué risible. En mi opinión, una joven esposa debería estar en casa cuidando a sus hijos. Es tan ambiciosa y hasta quiere salir a hacer negocios.

Los aldeanos estaban celosos y gradualmente ignoraron el hecho de que alguien estaba causando problemas en el puesto de Ye Lulu. Decían que ella no podía continuar montando su puesto por incapacidad.

La risa burlona de la aldea hacia la familia Guan, especialmente hacia Ye Lulu, se hizo más fuerte.