Grecia: 1993
"¡¡Aaaah!!"
*¡Detener!*
Con las manos desnudas, un poderoso golpe estelar fue detenido con facilidad.
La miríada de estrellas y nebulosas ilusorias desaparecen poco a poco, haciendo que la tranquilidad regrese al lugar.
"Perfecto. Ya puedes acceder temporalmente al séptimo sentido." Felicitó un joven de ojos marrones. "Con esto, has entrado con éxito en el nivel de los Santos de Oro."
Mirando cómo su puño claro fue interceptado con facilidad, la mujer responsable de este golpe dijo con insatisfacción. "¿Cómo puede esto considerarse al nivel dorado? A lo sumo, está en la entrada de este rango… con seguridad entre los más débiles…"
Al notar el pesimismo de la hermosa dama de ojos lilas, el joven de ojos marrones solo puede mirarla con incredulidad.
"Esta velocidad de crecimiento me pone celoso incluso a mí, ¿de acuerdo? Hace unos pocos días, tu fuerza apenas era un poco superior al de un Santo de Plata ordinario. A este ritmo de crecimiento, no pasará mucho tiempo para que llegues al pináculo del nivel dorado."
"¿De verdad?" Preguntó la dama con coquetería mientras se acercaba al joven.
"Sin duda" Afirmó el joven. Con su mano libre, acaricia el largo cabello celeste de la hermosa mujer.
Estos dos individuos son Paradox y Zosen.
En este momento, la mujer está entrenando con Zosen para hacerse más fuerte. Ella porta su armadura, lo que le atribuye cierto encanto heroico.
Han pasado dos semanas desde que Marte fue ''sellado'.
O, al menos, eso fue lo que Zosen les dijo a los demás.
Bueno.
Técnicamente, eso fue más o menos lo que hizo.
Con la ayuda de Athena, Zosen utilizó sus divinidades nacientes junto a su increíble control del Cosmos y dominio elemental para sellar a 'Marte' junto al alma del verdadero en el casco de la Armadura Galáctica del Ouroboros.
Después de ofrecerse a ser el carcelero de Marte, los demás demás agradecieron su 'sacrificio'.
Poco después de esto, todos se percataron de un poderoso Cosmos que apareció en los alrededores, pero que desapareció de inmediato.
Al instante, Ikki de Fénix fue a investigar.
Pero no tardó mucho en regresar con las manos vacías.
Todos se mantuvieron en la oscuridad.
Sin embargo, Zosen sabía muy bien de quién se trataba.
Y sabiendo todo esto, sencillamente decidió esperar y ver.
No es broma.
Él es muy consciente que la verdadera batalla final apenas está comenzando.
Incluso con la derrota de Marte, incluso con Abzu sin tener un medio para descender a la Tierra, e incluso si Palas tampoco regresa… ¡Nada impedirá que el jefe final de este mundo aparezca!
¡Este es un dios con un poder aterrador!
¡Zosen estima que tal ser está al menos en el rango rey divino!
¡Y el pináculo de este nivel no es imposible!
'Tengo que darle un poco de crédito al poder de la trama esta vez. El jefe final está dispuesto a esperar la aparición de Palas, la diosa del amor.'
Recordando tal momento, Zosen suspira.
'Y para mi suerte, Palas descenderá a la Tierra 12 años después. Lo que me da tiempo de sobra para hacer mis preparativos. ¿Quien sabe? Tal vez, para ese momento, ni siquiera 3 de esos reyes divinos de etapa máxima sean capaces de resistir un chasquido de mis dedos…'
"Tienes agallas, Zosen. Realmente empezaste a ignorar a esta dama." Gélidas palabras regresan al joven de sus sueños. Al volver a fijar su mirada, se sorprende al ver que el entorno cambió.
'¿Cuándo nos trasladamos del campo de entrenamiento a nuestra cocina?'
"Ahem, esta dama. No culpes a tu querido Zosen. Los pensamientos de recién estaban enfocados a nuestro futuro juntos" Respondiendo con rapidez, Zosen apacigua a Paradox.
"¡Hmph! ¡No me harás feliz con palabras tan sencillas!" Resopla Paradox mientras miraba hacia otro lado.
Viendo que la hermosa mujer evitaba mirarlo de frente sumado al delicado enrojecimiento que ella tenía, Zosen se alegra un poco mientras continúa pacificando a su querida dama.
¿Eh? ¿Algo te sorprende?
¡No hay razón para sorprenderse!
Cuando Zosen apenas ingresaba al Santuario de Athena, había hecho algunos arreglos.
Primero, había encargado que sus subordinados compren para él todos los terrenos disponibles en los alrededores del Santuario.
Acto seguido a esto, había ordenado que construyeran varias mansiones en estas tierras a la mayor velocidad posible.
Y por último, se encargó de todos los problemas de logística entre Tokio y sus mansiones.
Esto fue hace casi un año.
En realidad, todo estuvo listo 10 meses después. No obstante, el joven se encontraba absorto entrenando junto a Seiya, uno de los Santos más poderosos de la historia.
Sólo recordó que había preparado tales arreglos cuando regresó a Tokio junto a Paradox, en una de las muchas reuniones con sus subordinados.
Y para cuando ambos regresaron al Santuario, Zosen ya había hablado de esto con Paradox de antemano, e incluso le dio las llaves de varios de estos lugares.
Después de 'sellar' a Marte, Zosen se recluyó sin demora en una de las residencias frente al mar, ya que quería aprovechar su recurso divino lo antes posible.
Esta reclusión duró un total de 2 días y 3 noches. Después de este tiempo, Zosen ya había normalizado la manera de asimilar la divinidad y el Cosmos de Marte de la manera más óptima. Esto fue utilizando la Espada Galáctica del Ouroboros junto a su Cosmos de oscuridad y las divinidades nacientes de la Oscuridad y la Guerra para suprimir la divinidad de Marte. Tras esto, la absorción tanto del Cosmos como de la divinidad se hicieron más eficientes, presentando pérdidas despreciables.
Al salir de su reclusión, Zosen no se sorprendió al ver a Paradox preparando el desayuno. Alguien con su dominio absoluto sobre el Cosmos era bastante receptivo a este.
Solo así, estas dos personas vivieron juntas.
En los siguientes días, progresaron mucho en su relación.
Tanto Zosen como Paradox se habían abierto casi por completo el uno hacia el otro. Al menos, cada uno se conocía con considerable detalle.
También habían llegado a completar casi todos los pasos. Solo les faltaba completar el último.
(Esechicosabedeloquehablo.png)
Mucho tiempo después.
*Ding Dong*
*Ding Dong*
"¡Quién osa interrumpir mi tiempo de mimos con mi Dox-chan!"
Al ser interrumpido, Zosen grita con ira fingida.
Una de las razones detrás de esto es para burlarse de Paradox.
Y la otra es porque…
"¿Oh? Athena. ¿A qué debo el honor?"
"..."
Correcto, la persona frente a la mansión de Zosen no es otra que la diosa de la batalla, la sabiduría y la Tierra.
Junto a ella se encuentra otra dama de cabello naranja que portaba una armadura azul y una máscara facial. Es Marin de Águila.
Observando que Athena no hablaba, fue Marin quien procedió a hablar.
"Hemos recibido varias noticias inquietantes, Zosen. Si es como dicen los informes… puede ser posible que dos Santos de Oro hayan traicionado al Santuario."
"*Silbar* ¿Dos Santos de Oro traicionando a Athena? ¡Qué escandaloso!"
Zosen ya lo sabía, por lo que da su mejor reacción de sorpresa.
'En el canon de este mundo, Marte fue capaz de neutralizar a Athena y a los Santos legendarios con la oscuridad. Esto hizo que todos ellos no pudieran hacer otra cosa más que retirarse del centro de poder del Santuario.'
'Lo más inquietante es que la infiltración de las fuerzas de Marte entre el ejército de Athena ya había comenzado mucho antes. Por lo que sé, no son unas pocas personas. Mira, ¿no ves cómo incluso dos caballeros dorados han cambiado de bando?'
"Zosen. Debido a esta situación crítica, debo pedir tu ayuda." Intervino Athena.
"De momento, Seiya y los demás no están en condiciones de lidiar con este problema. Seiya tiene que coordinar el Santuario, mientras que los demás están investigando a la deidad detrás de aquel aterrador Cosmos… A este nivel, eres la única persona a la que puedo acudir."
'¿No es la situación actual del ejército de Athena un poco desafortunada? En un tiempo dónde se van a librar Guerras Santas consecutivas contra no menos de 4 deidades, en realidad aparecen traidores entre los Santos de Oro. ¡Nunca antes otra Athena en la historia debió experimentar tal situación, ¿verdad?!'
"No hay problema, Athena." Asegura Zosen. "Ahora dime, ¿dónde están estos traidores?"
"Por el momento, el paradero de Mycenae de Leo es desconocido. Pero se sospecha que está en la base de Marte… Por otro lado, Ionia de Capricornio, él… actúa como director de Palaestra…"
"¿Palaestra?" Zosen recordaba que este lugar se estableció para fortalecer a los Santos. "En ese caso, iré inmediatamente. Y no te preocupes, Athena. Primero investigaré y luego actuaré según los resultados que haya encontrado."
"¡Gracias!" Athena extiende su mano. Entre sus delicados dedos, sostiene una joya roja que brilla como el sol. "La armadura que ahora posees es bastante fuerte. Sin embargo, hace poco pude sentir que tu… err, amiga… Paradox acaba de entrar al nivel de los Santos de Oro. Entonces, si ella está dispuesta, la ascenderé como la nueva Santa de Géminis."
"¡Ella acepta respetuosamente!" Sin más, Zosen toma la joya en sus manos. 'De momento no pude conseguir una armadura poderosa para Paradox. Supongo que esta armadura bastará por el momento… al menos hasta que encuentre una mejor.'
"..." Tanto Athena como Marin no supieron cómo reaccionar. Si conocieran los pensamientos internos del joven semidiós, es probable que lo muelan a golpes.
"¡Dox-chan! ¡Prepárate! ¡Nos vamos de vacacio… quiero decir, nos vamos a una importante misión!"
"¡Rumbo a Palaestra!"
"..."