```
Sus rostros estaban a solo unos centímetros de distancia, y sus miradas se encontraron. Podían oler el aliento del otro.
Una fragancia delicada flotó hasta la nariz de Lu Ming. No pudo evitar fruncir la nariz y respirar hondo unas cuantas veces.
El rostro de la chica se volvió rojo y sus ojos se llenaron de ira e intención de matar. Ella dijo fríamente —Si no quieres morir, ¡suéltame rápido!.
¿Cómo podría Lu Ming estar de acuerdo? —A menos que guardes tu daga, ¡no pienses que te dejaré ir! —Hizo un mohín.
—¿Dejaré la daga primero? ¡Ni lo sueñes! —La joven gritó con ira.
—¿Ah sí? Olvídalo entonces, de todas formas está bastante bien así, jade suave y fragante, no está mal, no está mal, también está bastante bien seguir así. —Lu Ming se rió entre dientes.
—¡No tienes vergüenza! —La joven estaba avergonzada y furiosa.
—¿Aún te atreves a insultarme? ¿Crees que no te mordería? —Tú —Lu Ming hizo muecas de dolor.
—No, espera, espera! —La joven finalmente no pudo más y gritó.
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com