—Hmm... No sé, Lux —dijo Watson mientras se frotaba la barbilla—. No me gusta esta idea.
—Es bastante vergonzoso cambiar de bando cuando la guerra ha avanzado hasta este punto —comentó Sherlock—. Además, no creo que pueda confiar completamente en ellos si se cambian a nuestro lado. Es como tener que estar siempre mirando por encima del hombro, para que no te apuñalen cuando menos lo esperas.
Los dos Grandes Generales del Ejército de Yelan miraron a Diablo, quien actualmente compartía sus sentidos con Lux, permitiendo al Medio Elfo ver y oír a Watson y Sherlock.
—Ya veo —murmuró Lux—. Gracias. Transmitiré este mensaje a ellos.
Diablo repitió las palabras de Lux y pasó el mensaje a los dos Grandes Generales, quienes actualmente descansaban después de un escaramuza con el Ejército Ammariano en las Grandes Llanuras.
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