—¡Maldita sea! ¿Vamos a morir? —dijo otro angustiado. Y Berry no pudo evitar moverse.
Se plantó frente a Guillermo y sin repetir lo que hizo Ibra, continuó moviendo sus brazos. Señaló hacia la dirección de la que venían los infernales ejércitos enemigos, y luego cruzó sus brazos en señal de error. Luego señaló hacia la dirección completamente opuesta y levantó un pulgar frente a ese zorro.
Todos la miraron como si hubiera perdido la cabeza o algo así. —¡Vuelve! ¡Es peligroso estar cerca de él ahora mismo! —Lang fue el primero en gritar angustiado, preocupándose por la princesa de su clan.
Pero lo que nadie esperaba era que lo que ella decidió hacer en el momento, por un impulso de ayudar y salvar a todos, ¡realmente funcionó!
Guillermo estaba en su extraño mundo de prueba cuando vio una sombra verde acercarse a él. En el siguiente momento, esa sombra colocó su mano sobre él, y allí Guillermo logró ver un atisbo de su rostro.
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