—¿Quieres que lo meta? —preguntó Aiden mientras frotaba la punta de su pene en la vagina de Emma.
—Sííí~ —dijo ella mientras seguía gimiendo.
Pero entonces, cuando Aiden iba a penetrarla, el cuerpo de Emma cayó hacia adelante como si hubiera perdido el conocimiento.
—Emma, ¿sigues ahí? —preguntó Aiden, preguntándose qué le podría haber pasado para actuar de esa manera.
Sin embargo, no hubo respuesta alguna de Emma.
—¿De verdad se quedó dormida? —dijo Aiden algo frustrado ya que realmente quería hacerlo con ella esta vez.
Todas las acciones que ella había hecho para seducirlo lo habían excitado a tal punto que todo lo que quería era follarla, pero ahora que estaba inconsciente, Aiden ya no quería hacerlo.
Era contra su moral follar con una persona inconsciente y honestamente le parecía asqueroso.
Por eso se puso de pie y se puso los pantalones mirando la espalda del cuerpo de Emma.
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