El inicio del cultivo

El grupo tuvo un rato agradable, compartiendo una comida, y luego realizando algunas tareas como plantar cultivos en la granja adyacente y ayudando con diversas tareas aquí y allá.

Aunque el señor Kron les asignó una cantidad considerable de trabajo, nunca se sintió como un trabajo extenuante porque se preocupaba de no agotar a nadie, y se permitía descansar si alguien estaba fatigado. Curiosamente, Raze observó que nadie murmuraba sobre el trabajo.

—Me pregunto si es porque no quieren molestar al señor Kron, o es porque la vida aquí es mucho mejor que estar solo afuera sin nadie que se preocupe por ti —pensó.

Durante las comidas, Raze y Safa se sentaban juntos de manera natural, aunque no conversaban. Sin embargo, Safa utilizaba señales con las manos para pedir algunos platos de la mesa.

Inconscientemente, Raze comprendió y le pasó el plato que ella había pedido. El señor Kron se excusó de la mesa para atender algo, lo que hizo que todos se sintieran más relajados.

—¡Aha, así que ella es muda! —exclamó Gren, chasqueando los dedos—. Me estaba preguntando por qué era tan callada. Pensé que tenía algún problema mental, pero solo es muda. Eso es genial para una esposa, ya que no puede replicar.

—Oye, eso no está bien, hombre —intervino Simyón, lanzando una mirada rápida a Raze para medir su reacción al comentario sobre su pariente—. Todos vivimos aquí, así que somos como una familia. ¿Dirías eso sobre tu familia?

—No somos una familia —replicó Gren de inmediato, casi como si la sugerencia le ofendiera—. Tú tienes piel oscura; yo tengo piel clara. Incluso la chica discapacitada podría decir que no somos familia.

Raze continuó comiendo, sintiendo una ola de inquietud, pero era algo ajeno, como si no fuera su emoción sino algo más agitándose dentro de él. Notó el puño cerrado de Simyón, no sorprendente ya que Gren era conocido por ser desagradable y solía hacer tales comentarios cuando el señor Kron no estaba presente.

El cuarto se quedó en silencio cuando el señor Kron regresó.

—Una vez que terminen de comer, tomen un descanso para digerir, luego reúnanse conmigo en el patio para el entrenamiento —instruyó el señor Kron.

Todos los niños, incluso los más pequeños, se animaron con el anuncio, algunos incluso levantando sus manos emocionados.

—Supongo que incluso los pequeños están entusiasmados con aprender artes marciales... me recuerda mi propia emoción de niño —pensó.

En lugar de un recuerdo feliz de la infancia, le vino a la mente una imagen de un Raze de cinco años, magullado y débil con el cabello oscureciendo sus ojos.

—Mantente enfocado en el objetivo —se recordó a sí mismo.

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Después de un breve descanso, todos se congregaron en el amplio patio frente al edificio principal, que era lo suficientemente grande como para tener su propia pista y circuito de obstáculos.

—Como tenemos recién llegados hoy, tengo unas palabras antes de comenzar —anunció el señor Kron, con las manos entrelazadas detrás de su espalda, recordándole a Raze a los magos militares que había encontrado antes—. El mundo exterior es peligroso, especialmente para todos ustedes. Aunque muchos de ustedes desean evitar a los Pagna, siempre hay un riesgo de que se infiltren entre el público general.

—Por lo tanto, todo lo que les enseño es esencial para mantener una vida pacífica allá afuera. Lo que decidan hacer con estas habilidades después de irse es su elección. ¿Entienden?

—¡Sí, señor! —respondieron los niños en coro.

—Excelente. Gren, ¡dirige el calentamiento! —ordenó el señor Kron.

Gren se inclinó antes de comenzar el calentamiento, corriendo alrededor de todo el patio con los otros niños siguiéndolo. Raze y su hermana se unieron a un ritmo cómodo.

Continuaron corriendo en un patrón cuadrado, una y otra vez hasta que Raze sintió que sus pies se arrastraban, sus labios estaban resecos, y su pecho a punto de estallar por el esfuerzo.

—¿Qué está pasando? —se preguntó Raze mientras un niño de ocho años lo adelantaba corriendo, habiendo ya completado una vuelta entera alrededor de él.

Todo el mundo logró adelantar a Raze, incluida su hermana.

—Sé que mi cuerpo viejo no era atlético, pero ahora estoy en el cuerpo de un adolescente. ¿No debería ser algo capaz? ¿Por qué voy detrás de todos? ¿Por qué este cuerpo es tan débil?

Un pensamiento problemático cruzó su mente. ¿Fue a causa del hechizo que había lanzado en el pasado? Para fortalecer su cuerpo y resistir la magia de 9 estrellas, había recurrido a algunas prácticas prohibidas, que volvieron su cabello blanco. El cuerpo actual también tenía cabello blanco; ¿eso significaba que los efectos del hechizo se habían transferido a este cuerpo también?

En ese momento, Raze se detuvo, con las manos apoyadas en sus rodillas mientras tomaba un respiro profundo.

—Al diablo, está claro, este cuerpo no es adecuado para las artes marciales —pensó Raze—. Pero no importa, mientras aún pueda hacer magia, todo estará bien.

El señor Kron había estado observando a Raze y a su hermana como los recién llegados.

—Bien, Gren, continúa con los siguientes pasos, Raze, Safa, venid a mí —dijo el señor Kron.

Gren continuó con el calentamiento básico que los niños procederían a hacer. Luego pasaron a ejercicios de peso corporal como flexiones, abdominales y sentadillas.

Al ver lo duro que estaban trabajando, Raze se sintió aliviado de no ser parte de eso.

—Eventualmente, los dos serán capaces de hacer lo mismo que ellos —dijo el señor Kron—. Pero como es su primer día, no quieren esforzarse demasiado hasta el punto de que no puedan ejercitarse de nuevo. Ambos siéntense, con la espalda hacia mí.

Los dos hicieron lo que se les indicó y se sentaron. Poco después, sintieron que el señor Kron colocaba sus manos en sus espaldas.

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—Ninguno de los dos ha practicado artes marciales antes. Lo que estoy a punto de enseñarles será la base de sus artes marciales; es lo que llamamos Qi.

—Qi es la energía interna dentro de su cuerpo. Viene de su dantian, una fuerza invisible centrada alrededor de su estómago. Cuando usamos nuestras habilidades, desde los pasos que damos hasta el aire que respiramos, siempre estamos utilizando este poder de Qi.

—Por eso es importante fortalecer el dantian. Piensen en esto como el plato, mientras que el Qi es la comida. Lo primero que les voy a enseñar es cómo sentir su Qi. La energía del mundo, la energía a su alrededor en las plantas y demás, para llenar su dantian.

—Estas dos cosas van de la mano, y a medida que las mejoran ambas, aumentará su rango como guerreros, pero eso dependerá de ustedes en el futuro.

Era bastante asombroso lo que decía el profesor porque Raze pensó que este Qi era bastante similar al mana. La diferencia era, el mana era energía del mundo, y el nivel de habilidad de uno se determinaba por cuánto mana podían controlar.

Esto dependía de cuán fuerte era el núcleo mágico de uno alrededor de su corazón. Sin embargo, los núcleos mágicos permitían controlar los diferentes tipos de energía en el aire, dependiendo de lo bien que estuvieran cultivados a ciertas afinidades.

—Como saben, estamos en la facción Oscura, y lo que les enseñaré es la técnica básica de cultivo de la facción Oscura, la técnica de absorción de Esencia Oscura. Una vez que hayan aprendido esto, deben cultivar y usar esta técnica cada día para hacer crecer su dantian, permitiéndoles usar más Qi en sus técnicas.

—Con esto, les doy una advertencia. Nunca sobrepasen sus límites. Si absorben más de lo que su cuerpo puede manejar, puede tener efectos perjudiciales en su estado mental y moralidad si no se práctica con precaución. Si alguno de ustedes se volviera loco, me ocuparía de ustedes personalmente.

Internamente, Raze no podía dejar de sonreír. ¿Qué era esto, era magia oscura lo que estaba aprendiendo? Lo que decían sobre aprender magia oscura era lo mismo. ¿Loco? ¿Se había vuelto loco alguna vez? No, siempre estaba cuerdo y siempre sabía lo que estaba haciendo.

Si la magia oscura que se suponía debía volverlo loco no tenía efecto, entonces recibiría esta técnica de cultivo de Esencia Oscura con los brazos abiertos.

«Qué profesor tan interesante, amenazar a nuevos alumnos con la muerte, a quienes acaba de conocer. Si es tan peligroso, ¿entonces por qué nos lo enseña? Este mundo está empezando a ponerse un poco interesante».

—¡Ahora, comenzaré!

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