Capítulo 40 – Horua

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Nick simplemente caminaba sin rumbo de vuelta a los Barrios Bajos con una expresión desorientada.

10,000 créditos.

Tres días sin nada que hacer.

Nick había logrado su sueño.

Se había convertido en un Extractor de Zephyx.

Estaba ganando mucho dinero.

Ya no necesitaba temer por su vida. Bueno, aparte de estar en la Unidad de Contención del Soñador.

Y, sin embargo, había un cierto vacío en el pecho de Nick.

Era casi como si todo esto no fuera real.

Hace literalmente dos días, Nick había sido pobre y había pasado toda su vida en los Barrios Bajos.

Ahora, Nick llevaba ropa buena y hasta había tomado un baño lujoso.

Aun más, era rico.

Eventualmente, Nick simplemente se detuvo.

Para entonces, ya había vuelto a llegar a los Barrios Bajos y se había detenido en medio de una carretera al azar.

Nick simplemente miraba alrededor de la zona.

Vio a un par de personas, pero todas lo evitaban.

Ninguna se atrevía a mirarlo, y las pocas que tenían que pasar por su lado o esperaban a que se fuera o lo pasaban con una amplia distancia de seguridad.

Había miedo y nerviosismo en sus caras.

Nick sintió que la distancia entre él y las personas a su alrededor se ampliaba.

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De alguna manera, Nick sentía que había sido expulsado de su hogar.

Hace apenas un par de días, nadie se había fijado en él cuando caminaba por los Barrios Bajos.

Pero ahora, todos lo miraban desde la distancia con miedo.

—Supongo que esto es lo que sucede —pensó con un suspiro—. Ahora parezco un Extractor de Zephyx y todos los Extractores de Zephyx reciben esas miradas.

—¿Qué digo? No parezco un Extractor de Zephyx. ¡Soy un Extractor de Zephyx!

—¡Esto es de lo que siempre he soñado!

Nick miraba alrededor de la zona con renovada motivación, pero cuanto más miraba a la gente, más aislado se sentía.

Eventualmente, Nick suspiró de nuevo antes de seguir caminando.

Después de unos minutos, Nick alcanzó su objetivo.

Delante de Nick había una casa de tamaño considerable hecha de metal oxidado, pero en comparación con la mayoría de las casas, esta era bastante más grande.

Era casi una mansión.

Era la actual casa de Nick.

Nick abrió la puerta y entró.

La casa olía igual que los Barrios Bajos del exterior, pero a Nick no le importaba.

Estaba acostumbrado al olor del óxido, la mierda, el pis y los residuos tóxicos.

—¿Nick? —vino la voz de un niño desde arriba.

Un niño, de unos once años, bajaba las escaleras, pero en cuanto vio a la persona que estaba en la entrada de la casa, el niño se detuvo en shock.

—¿S-señor? ¿Cómo puedo ayudar-lle? —el niño preguntó con voz temerosa.

—Soy yo, Horua —dijo Nick.

—¿N-Nick? —Horua, el niño, preguntó en shock.

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Horua era el verdadero dueño de la gran casa.

Horua era el hijo único de un hombre bastante rico en los Barrios Bajos, lo que significaba que ganaba aproximadamente lo mismo que una persona promedio en la Ciudad Exterior.

Sólo había necesitado ahorrar suficiente dinero para mudarse fuera de los Barrios Bajos, pero antes de que pudiera hacerlo, desapareció.

Después de algunas semanas, las pandillas comenzaron a codiciar la vieja casa del hombre y se acercaron a ella.

Naturalmente, Horua no pudo resistirlos.

Pero entonces, Nick intervino y defendió a Horua.

Sin embargo, aunque Nick era una buena persona, también era práctico.

Decir que Nick solo ayudó al niño por la bondad de su corazón sería mentir.

Nick vio los problemas de Horua como una buena manera de ganar algo de dinero sin tener que cometer actos horribles.

A cambio de un lugar para vivir y su dinero para impuestos, Nick se aseguró de que nadie se atreviera a tomar nada de la casa o lastimar a Horua.

Durante los últimos meses, Nick había estado viviendo aquí.

—¿Eres realmente tú? —preguntó Horua.

—Sí —dijo Nick mientras una sonrisa aparecía en su rostro—. ¡Ahora soy oficialmente un Extractor de Zephyx! Genial, ¿eh?

Horua miró a Nick con shock mientras se acercaba lentamente.

Durante varios segundos, Horua solo miró el uniforme como si fuera una gema valiosa.

—Guau —finalmente pronunció Horua—. ¡Eso es increíble!

Pero entonces, el niño se dio cuenta de algo. —¿Espera, eso significa que ya no vivirás más aquí?

Nick frunció el ceño. No respondió.

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Nick a menudo había pensado en mudarse de los Barrios Bajos, pero cuando finalmente se convirtió en una realidad, sintió que había sucedido demasiado pronto y rápidamente.

—Supongo que sí —dijo Nick después de un rato.

Horua se preocupó un poco y miró al suelo.

Con Nick fuera, las pandillas volverían y perdería su casa.

Aún más, tal vez las pandillas incluso tomarían venganza en Horua por todos los problemas que Nick les había causado debido a él.

Horua era sólo un niño de once años y tenía mucho miedo de las pandillas.

Horua sentía que pronto moriría.

Pero también sabía que Nick en realidad no tenía ninguna obligación de ayudarlo.

—¿Y qué pasará conmigo? —preguntó Horua—. ¿Y con la casa de papá?

Nick suspiró.

—No sé sobre la casa, pero puedo asegurarme de que las pandillas no te lastimen. Probablemente también pueda guardar tus créditos en algún lugar.

Los ojos de Horua se abrieron de miedo.

Él sabía cuánto todos codiciaban el dinero de su padre y, después de convertirse en un Extractor de Zephyx, ¿Nick de repente estaba dispuesto a guardar el dinero de Horua?

Horua se volvió sospechoso, pero aún así confiaba en Nick. Después de todo, Nick lo había estado protegiendo durante meses.

Durante los próximos par de minutos, Nick y Horua hablaron sobre qué hacer.

Al final, Horua solo pudo suspirar y aceptar que no era lo suficientemente fuerte como para proteger su propio dinero.

—Si me quedo solo, perderé mi dinero con certeza. Si confío en ti, todavía hay una oportunidad —dijo Horua.

Nick no se ofendió de que Horua no confiara completamente en él. Después de todo, ambos vivían en los Barrios Bajos.

—Si solo hubiera una forma de que yo también pudiera convertirme en un Extractor de Zephyx y obtener una habilidad que me hiciera poderoso.

Cuando Nick escuchó eso, tuvo una idea y se rascó la barbilla pensativo.

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