Rey se sentó a la cabeza de la mesa.
Desde su lugar, podía ver los rostros de todos los líderes en el Campamento Élfico—bueno, excepto por Feralia, que estaba de pie justo detrás de él.
Casi parecía su guardaespaldas y, aunque eso se sentía extraño... lo permitió.
«Aquí estamos… preparándonos para la batalla». Estuvo a punto de suspirar, mirando los rostros de las mujeres que lo miraban como si fuera una estrella.
«No tengo idea de lo que sucedió en mi ausencia, pero todas ellas están comenzando a mirarme de la misma manera que lo hizo Feralia. ¿Mi energía las afectó a todas, pero a un ritmo mucho más lento? Ya ni siquiera estoy seguro».
La buena noticia era que no iban a hacerle ningún movimiento, lo que hacía que la reunión fuese mucho más soportable.
«Kara está ocupada con el Proyecto de Refinería y clasificando todos los otros detalles importantes dentro de la Comunidad».
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