Zhen-Zhen ya había salido del coche, pero Tristan todavía estaba en trance, mirando el asiento vacío donde Zhen-Zhen estaba sentada hace un momento. No sabía por qué, pero su corazón latía rápidamente dentro de su pecho en este momento. Esta vez no era porque estaba nervioso por el examen de Zhen-Zhen, sino por otras razones desconocidas.
Tocó sus labios distraídamente mientras parpadeaba varias veces. Los restos de sus cálidos labios aún persistían en su memoria. Zhen-Zhen había tomado la iniciativa de besarlo una vez más. Lo tomó por sorpresa. Sus manos le atrajeron la cabeza suavemente y antes de que él comprendiera su intención, ella besó sus labios. Fue suave y delicado.
Pero para su decepción, antes de que pudiera responder, Zhen-Zhen ya se había alejado, interrumpiendo el beso mientras decía:
—Tengo que irme, Tristán. Gracias por mi amuleto de la suerte. Ahora, estoy lista para tomar el examen. ¡Vamos!
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com