¿Fuiste a jugar juegos otra vez?

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—¿Qué es? —preguntó Fu Hee con una mirada furiosa.

Fu ChunHua la miró fijamente antes de apartar la cara, luego suspiró y dijo —Tsk... tsk... Fu Hee, ya estás envejeciendo, parece que estás más estresada desde que te destituyeron de tu posición como la ama de la Familia Fu.

—¿Qué tonterías estás diciendo? —preguntó Fu Hee frunciendo el ceño mientras se tocaba la cara.

—Te estás viendo vieja con muchas arrugas en tu cara. Deberías descansar de toda la amargura en tu corazón —dijo Fu ChunHua antes de alejarse a paso ligero.

Fu Hee estaba tan enojada que se quedó sin palabras. Cuando entró en su habitación, fue directamente al espejo para revisar su apariencia.

Mientras se miraba la cara, descubrió que estaba empezando a tener arrugas.

«¿No estaba bromeando conmigo?», pensó Fu Hee para sí misma.

Incomodada con las arrugas en su cara, inmediatamente hizo una cita en su salón de belleza favorito, antes de llamar a Fu Hua para que volviera a casa.