Todos contra ella

Nei Yehai frunció el ceño y miró a su propia hermana:

—Cállate.

Esta Nei Mianmian había sido realmente demasiado mimada y solo decía disparates. Ya estaba fuera de control.

Nei Mianmian dijo:

—Puedes preguntarle al resto si no me crees. ¿No vieron todos cómo ella me empujó?

Nei Yehai inmediatamente miró a la gente detrás de él. Los que seguían solo conocían a Nei Mianmian. También había muchos que admiraban el título de Nei Mianmian como la socialité número uno. Además, Qin Yan en realidad no tenía antecedentes mientras que Nei Mianmian era la joven señorita de la familia Nei. Podía conseguir fácilmente lo que quisiera.

Naturalmente pensaban en sus corazones que Nei Mianmian no tenía necesidad de complicarle la vida a Qin Yan.

Uno de ellos dijo:

—Sí, vimos a Qin Yan luchando con Nei Mianmian y luego empujándola hacia abajo.

Dijo la verdad tal como la vio. Sin embargo, lo que había ocurrido antes era desconocido para todos ellos.