—Mo Qiang podía ver lo que pasaba por la cabeza de Xiao Jiao, así que le dio un golpecito en la frente y luego dijo con calma —Solo confía en mí, ¿por qué estás pensando tanto? Puede que seas el subordinado de la Diosa de la Naturaleza y que incluso sepas cómo funciona todo el mundo, pero yo entiendo mejor cómo funciona el cerebro humano que tú, ¿de acuerdo?
—¡Ay! —Xiao Jiao se frotó la frente peluda y luego abofeteó el dedo de Mo Qiang con su pata antes de decir—. Está bien. ¿Entonces qué tienes en mente?
—Estoy pensando en hacer algunos ajustes —respondió Mo Qiang, señaló el centro del campo y luego explicó—. Pensé mucho sobre el problema antes de llegar a una conclusión. Si plantamos este tubérculo en la esquina del campo, hay una posibilidad de que no pueda crecer adecuadamente pero…
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