El verdadero mal interior

Tan pronto como Elliana se aseguró de que Sebastián se había ido, se sentó en su cama y miró la hora.

Habían pasado 6 horas desde que se desmayó en el campo de batalla y estaba recuperándose.

—Señor Pablo —Elliana llamó a Lucas, que probablemente estaba fuera de su puerta.

Solo quería probar si el señor Marino realmente había dejado a esos dos por su seguridad, lo cual estaba segura de que también era para mantener una mirada sobre ella. Esperaba que el señor Pablo se fuera, ya que era el secretario más cercano al señor Marino.

Sin embargo, en cuanto lo llamó, tocaron la puerta antes de que él entrara a la habitación.

—Sí, Princesa —Lucas entró.

Elliana presionó sus labios formando una línea delgada.