¿TU ESPOSA?

—Viper se quedó sentado, completamente paralizado por las palabras que Edward acaba de pronunciar.

—Ambos sabemos por qué estamos aquí, así que vayamos al grano —continuó Edward, sin preocuparse por la expresión de shock de Viper—. Quieres salvar a uno de tus camaradas, ¿no es eso correcto? —cuestionó Edward. Notó que Viper lo miraba fijamente sin parpadear y sonrió con autosuficiencia antes de suspirar—. ¿Te precipité?

Viper enderezó la espalda y tosió para despejar su garganta. —Tienes razón —comenzó—. Ambos sabemos por qué estamos aquí y eso es para que liberes las armas que has incautado a Joe y sus hombres. Esto nos beneficiará a ambos.

Edward se rió antes de que una sonrisa divertida adornara sus labios.

—¿Te das cuenta de que eres un criminal y estás sentado frente a un oficial militar? —Edward lo cuestionó—. Si quisiera, te podría haber arrestado ahora mismo, Viper Jones.