—Lo sé —Ashton Heath se rió, sus ojos amables—. Los coches están hechos para ser conducidos, incluso los más caros cumplen las mismas funciones. Si tienes que preocuparte por todas estas cosas mientras conduces, ¿no sería agotador?
—Entonces podrías no comprar uno.
—Joanna Lawrence, ...
Su razonamiento era sólido y ella no pudo refutarlo.
Pero siendo ella alguien pobre, sentía una gran carga psicológica al conducir un coche tan caro.
Pensó que Ashton no debería complacer a Jeremy Lawrence, y permitirle sacar este coche.
Apareció una luz roja adelante.
Jeremy detuvo el coche y esperó. Después de un rato, estalló de risa de repente.
—Jeremy, ¿de qué te estás riendo? —Joanna preguntó con curiosidad.
—Joanna, mira afuera —Jeremy giró su cabeza hacia la ventana, riéndose tanto que casi caían lágrimas—. Esos coches son tan graciosos. Con este coche en la carretera, no hay necesidad de preocuparse por ser golpeado por detrás.
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