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Mision 3.4: Emperatrx Umbrosa, Encuentro

Dentro de la zona subterránea de Araumi, las dos doncellas electro por fin pudieron recuperar su poder, cosa que les levantó el ánimo para seguir luchando.

-¿Creen que ganaron? ¿Creen que eso fue todo? La energía del tatarigami en nuestros ataques las llevará al otro mundo como un poderoso veneno que corromperá sus cuerpos.- Tetsuo empezó a recobrar la vista.

-Nosotros solo dimos el tiempo suficiente para que nuestros hombres acaben con Ei. Ya cumplimos con nuestra misión, aún si fracasamos, podremos volverlo a intentarlo, sin embargo, ustedes no.- Masato estaba confiado ante sus propias palabras.

El joven anemo se sentía molesto, ya que tenían razón, ya habían pasado varias horas desde que estaban allí. Su cuerpo estaba agotado y podía sentir como el tatarigami le estaba consumiendo la vida, Sara y Beidou estaban aún peor, sin un sanador era cuestión de tiempo.

Kujou Sara sonrió y dió una pequeña risa, se levantó con una expresión burlona en su rostro. Pudo sentir como el poder de Ei emergió nuevamente junto con el de la Guuji, los traidores del shogunato iban a caer de una vez por todas.

- No les daremos otra oportunidad, ustedes se irán con nosotros al otro mundo... O eso me gustaría decir.- Sara río al sentir que la victoria estaba asegurada.

-Callate pajaro idiota, traga fuego y muere.- Masato disparó una poderosa ráfaga contra Sara, su muerte estaba asegurada, Beidou no llegaría a tiempo a protegerla.

El ataque le dió de lleno, pero la tengu ni se inmutó, después de todo era una alumna de la escuela Kurama. Se rió de ambos monstruos aún sabiendo que no le quedaría mucho tiempo.

-Les diré un secreto del verdadero poder electro, la verdadera fuerza no proviene de las partículas electro, sino de los campos electromagneticos de las partículas subatómicas a nivel cuántico. Quarks, neutrones, protones, electrones y fotones... Todo es electro.- Sara dijo esas últimas palabras antes de enfundar su espada, estaba lista para hacer un ataque de iaido.

-¡No nos subestimes, desgraciada!- Masato fue a embestir a Sara en un ataque poderoso.

Beidou se puso delante de Kujou Sara para protegerla, iba a ejecutar su "Llamamarea" así lanzar un poderoso contraataque electro, pero fue detenida por Tetsuo. Kazuha estaba demasiado lejos para hacer algo, por lo que todo dependía de la tengu para sobrevivir ante la embestida.

-Arte secreta:Musou no Kiseki- Kazuha tuvo recuerdos al ver la técnica de Sara con su espada al ejecutarse. Sara dejó de usar la espada luego de enfrentar a su amigo Tomo, nunca supo el porqué, pero supo que jamás sería bueno que ella volviera a tocar la espada, la razón la presenciaría a continuación.

Las cuatro alas negras de la tengu se abrieron en señal de que iba a ejecutar su ataque. Con las manos en la wakisashi, y las rodillas flectadas preparó su ataque como si activara "tengu sendou". Lo siguente que Kazuha vió después de que la espada saliera de su funda fue a Masato paralizado con los ojos en blanco. La tengu enfundó su espada y al hacerlo, el cuerpo de la quimera se deshizo en cenizas.

-¡Masato! ¡Maldita seas! No te perdonaré esto.- Tetsuo que ya estaba atacando a la capitana con sus garras, fue hacia la tengu.

Beidou no tardó en reaccionar y lanzó un poderoso golpe con su mandoble. hacia la bestia, para dañar su cuerpo físico. Tetsuo retrocedió del impacto, y empezó a chillar al ver como la sangre brotaba caliente de su cuerpo.

-Ustedes son unos idiotas, matarnos no acabará con el ciclo de odio y venganza, ustedes saben de lo que hablo. Tarde o temprano alguien hará pagar por todas las injusticias causadas, cuando eso pase ¿Estarán listas para proteger a quien fue la principal causante de todo esto? Yo seré un monstruo, pero si no hubiera acabado así, actuaría y pensaría como cualquiera de ustedes. Si ustedes pasaran por lo mismo, serían como yo. - Tetsuo intentó recomponerse.

-Te equivocas, como alguien quien vivió miles de dificultades en el pasado, te puedo asegurar que los errores e injusticias pasadas no te definen como persona. Lo único que puede hacerlo son tus acciones, por eso es que no me arrepiento de ser la capitana de la Crux.- Beidou parecía cada vez más débil por el daño del tatarigami, pero su convicción la mantuvo en pie.

Cuando la habilidad "Rompetormentas" se activó, dos dragones marinos hechos de electro, con una fuerza monstruosa, emergió de la capitana para terminar con Tetsuo de una vez por todas. Los golpes de mandoble creaban relámpagos a cada segundo de la secuencia de golpes. El cuerpo de la segunda quimera estaba siendo mutilada a golpes de mandoble hasta caer muerto, ella acabó con el segundo de los kirin.

Ya lograron cumplir su objetivo, lo único que faltaría sería esperar una muerte dolorosa, pero satisfactoria, ya que salvaron la isla Narukami de un final catastrófico.

Los tres luchadores cayeron al suelo en espera de su inminente final, sin embargo, se escucharon las pisadas de personas a lo lejos ¿Quienes podían ser? Pensó Beidou para si, el joven anemo también estaba preocupado ¿Y si eran más enemigos?

Al final resultaron ser refuerzos para ayudar a Sara, Beidou y Kazuha. Se trataba de Ayato Kamisato, acompañado de Kuki, Itto y Sayu, quienes lograron encontrarlos a tiempo.

Ayato se lo podía definir como el tipo de hombre formal qué esconde mucho detrás de una apariencia gentil. Portador de una katana y de una visión hydro, llevaba ropas elegantes de celeste claro o blanco, de ojos y cabello en tonos claros. Era el lider de su clan y de la Shuumatsuban, el equipo de asuntos internos del shogunato.

Kuki shinobu era la vicelider del clan Arataki, una doncella de cabello verdosa atado, con ropas de kunoichi, usaba una espada corta y una visión electro. Se la podía definir como una mujer de múltiples oficios.

Arataki Itto era el líder de la banda Arataki, un Oni el cual era afín a hacer toda clase de locuras. Llevaba el cabello largo, un chaleco que dejaba expuesto su pecho y una visión geo en su cuello.

-Lamento la tardanza, decidí que lo mejor era traer apoyo para resolver el conflicto cuanto antes, pero me alegro de que estén bien.- Ayato se acercó a Beidou para recostarla en una posición cómoda y dejar que Sayu se encargue de curarla con su "Muji-muji daruma". El muñeco con forma de tanuki estaba curando a la capitana mientras que la ninja anemo se acercó a Kazuha para administrar primeros auxilios.

-Kujou-dono, vine en cuando Sayu me dijo que necesitarías apoyo.- Kuki usó su anillo purificador para ayudar a Sara. Quien fue la que más lesiones tenía de los tres.

-Veo que te patearon el trasero, tengu de Kujou.- Itto mantuvo una actitud alegre y confiada al hablar con Sara.- Seguramente si hubiera llegado antes les habría pateado el trasero a esos monstruos, aunque no lo hiciste nada mal.- Sara ignoró las palabras del Oni y se centró en la dama enmascarada, a quien le tenía más respeto.

-Les agradezco que vinieran, no estábamos seguros si llegarían a tiempo. Fue muy difícil lidiar con toda la situación.- Sara lentamente pudo sentarse y respirar con calma. - Ei ya se recuperó gracias a que destruimos la maquina de pulso electromagnético.-

-¿Dices que había una de esas cosas aquí?- Kuki parecía sorprendida y un poco asustada.- Se supone que eso no debería existir, aunque eso explica porque no pude usar mi visión.

-¿Bomba de pulso electro-qué?- Itto parecía confundido ante la explicación de su compañera.

-Es una bomba de poder masivo, es un arma que inhabilita cualquier aparato qué funcione con electricidad. Es ineficaz en combate, pero sumamente aterrador en caso de que se use en seres elementales del tipo electro, los más débiles podrían ser pulverizados fácilmente.- Kuki dió su pequeña explicación sobre el tema.

-¿Cómo es que sabes de esto?- Preguntó Kazuha, quien logró escuchar la conversación.

-Es simple, al viajar a Liyue hace unos años, pude ver unos bocetos, cuenta la leyenda que era uno de los aparatos creados por Guizhong hace más de tres milenios. Jamás pensé en verlo en persona, aunque sea en pedazos.- Kuki contempló en silencio los restos de la maquina mientras curaba a la tengu.- Eso significa que los fatui se debieron quedar con los documentos y modificaron la bomba para ser usada en Inazuma.-

-Mmm... Eso podría ser preocupante, lo más importante será encontrar la forma de dar con el origen de esos documentos y destruirlos cuanto antes. - Ayato reflexionó sobre el asunto.

- Aún así hay algo que me preocupa...-La tengu logró recuperarse del daño de la lucha, lo suficiente como para moverse libremente.- Oh, no... Por Baal... No.- Sara temblaba al sentir la presencia de alguien quien estaba cerca de Ei.- Él planeó eso todo este tiempo... Chicos, Ei está en grave peligro ¡Hay que ir cuanto antes a su encuentro!-

-¿Qué ocurre Kujou-donó?- Ayato parecía muy serio ante el asunto.

-Lord Ayato... Se trata de Kurama Tenshin...- La tengu se preparó para irse cuanto antes con el resto del grupo.

***

Varios minutos antes del éxito del grupo de Araumi, el grupo de Ei se encontraba en aprietos debido a que las quimeras habían activado su resina de arconte. Los monstruos con los que luchaban ahora poseían la energía de los tatarigamis, cosa que dejó a los soldados del shogunato en aprietos, por el daño que causaban.

Aether era el único que podía resistir las ondas de choque de los tatarigamis, por lo que fue el primero en lanzar varios ataques consecutivos a cada monstruo qué encontraba. En cuanto a Ayaka, Thoma y Heizou, tuvieron que pelear alternando distancia y esquivando los proyectiles de las quimeras. Quienes tuvieron más suerte en cuanto a lanzar más ataques para crear reacciones elementales fueron Gorou y Yoimiya, ya que ejecutaban ataques a distancia.

En el fragor de la batalla, Gorou hizo un gesto a Heizou, para que pudieran hacer una ataque conjunto. Sabían que si creaban polvo a las quimeras, podía tener una oportunidad de cegarlos y así aprovechar para que se maten entre sí con sus propios ataques.

El detective aprovechó para hacer una sancadilla a la quimera con forma de triton, con el daño de área correspondiente. Gorou vió la señal y aprovechó para lanzar su "Colmillo de la victoria", una habilidad para lanzar un derrrumbamiento con daño geo. Los traidores se tambalearon y Heizou usó su torbellino anemo por la sancadilla para crear la reacción esperada, así cegar a los enemigos.

Todo parecía ir viento en popa, incluso varios monstruos se encontraban cada vez más débiles. El problema era que las quimeras empezaron a apuntar todos los ataques a Kokomi. En especial la quimera con forma de murciélago quien logró escabullirse para así darle un golpe a traición con sus garras. Ataque que fue interceptado por Gorou, quien cayó en el suelo malherido.

-No perdonaré que le hayas hecho eso a mi general.- Invocó una medusa para curar a Gorou y empezó a golpear a la quimera con varias ráfagas de agua.

-Estos monstruos son muy resistentes, no sé cómo ganaremos esto. Gracias a Kokomi logramos resistir, pero no se cómo acabará esto si ella sale lastimada.- Paimon estaba preocupada.

La quimera con forma de escorpión, quien estaba entre el resto de la multitud, saltó con todas sus fuerzas para ir a despedazar a la sacerdotisa con un ataque descendente, en el cual se involucraba su aguijón.

Aether, de repente sintió que su cuerpo ya podía usar carga electro. Al parecer Sara, Beidou y Kazuha tuvieron éxito, su radar electro estaba activo. No solo eso, Ei había recuperado todo su poder elemental junto a Yae Miko.

Kokomi parecía que iba a morir empalada por el poderoso aguijón, pero algo detuvo a la bestia. Era la lanza de Ei, quien miró con cierto desprecio a las quimeras, quienes estaban destruyendo su santuario.

-Jamás pensé que los fatui llegaran tan lejos.- La luz de la luna llena iluminaba los brillantes ojos de la arconte. Se podía dar a entender que estaba de muy mal humor.- Será mejor que se rindan y empiecen a confesar sus crímenes, o este lugar dará testimonio de mi irá.-

Yae Miko estaba ya en la salida del templo donde estaba resguardada con todo su poder liberado. Sonrió por un momento al sentir que había vuelto a su forma humana, pero al mirar a los quimeras haciendo destrozos la puso de muy mal humor.

-Supongo que Kujou-dono, la capitana y Kazuha lograron destruir lo que nos estaba estorbando todo este tiempo. Ahora conocerán el horror, por haberse metido con la persona equivocada en el momento equivocado.- Yae Miko hizo sus gestos con las manos, para invocar de inmediato sus zorros espectro.

Acto seguido, todo el grupo de Aether y de Ei empezaron a crear una masacre sin precedentes. Yoimiya lanzó su "saxifraga de fuego" lanzando poderosos cohetes invocados con su visión. Ayaka activó su "soumetsu" con su abanico, creando una poderosa tormenta de nieve y lastimando al grupo enemigo.

Yae Miko lanzó su "Tenko Kenshin", el cual descendió como poderosos relámpagos, y Ei ejecutó su "Musou no Hitotachi" con su espada onírica para rematar de forma rápida.

Finalmente la tropa de los traidores no eran nada más que cenizas, no quedó nada de los monstruos que fueron alguna vez. Ei guardó su espada onírica y respiró profundamente al saber que todo había acabado.

-¡Lo hicimos! Derrotamos a todos los traidores del shogunato.- Paimon celebró la victoria, vitoreando por todas partes en el aire.

-Es un alivio qué todo ha terminado. - Kokomi estaba cansada por dentro, pero disimuló su cansancio manteniéndose firme. -

-¿Al final que pasó con el agente fatui quien trabajó con ellos? - Preguntó el detective al comprender que Aether lo derrotó sin muchas dificultades.

-Lev Yashin está con las autoridades, algunos soldados deben estar llevándolo a prisión... No te preocupes, no eran traidores, no poseían un olor raro como el resto.- Aether se rascó la cabeza al sentir que todo marchó bien.

-Supongo que ya es hora de irnos ¿No lo cree Lady Ayaka?- Thoma se mantuvo coordial ante la líder del clan Kamisato.

-Estoy de acuerdo con esta propuesta, esta batalla fue un desafío para todos ¿Quién creería que los fatui hayan creado algo como para inhabilitar a una arconte de esa manera? - Ayaka suspiró y se cubrió la boca con su abanico de forma reflexiva.

-Lo que más me sorprende fue que Tenshin no intervino en esta batalla ¿Porqué no atacó a Ei pudiendo tener la oportunidad de matarla cuando estábamos todos distraídos? - Heizou sentía que algo iba muy mal.

Una daga de tres filos atravesó la espalda de Ei. No solo eso, el arma estaba contaminada con la magia del abismo, por lo cual empezó a hacer que Ei quede en shock por el dolor. Lo peor es que sentía como su fuerza vital estaba siendo drenada de a poco, él estaba absorbiendo su energía como lo hizo con Aether y Paimon.

- Porque sería demasiado fácil de esa manera, y no quiero que me involucren con esos idiotas.- Tenshin dió su declaración justo después de aparecer detrás de la espalda de Ei, sosteniendo su cuchillo de tres filos. Su voz estaba distorsionada, como si fueran varias voces en una. En su mente: -Yoimiya es un dolor de cabeza, y no quiero meterme con ella de lleno.-

El grupo estaba aterrorizado por la situación. Yae Miko se dió cuenta de que todo este tiempo había preparado la puesta en escena y las condiciones ideales para matar a la arconte. Lo peor es que pudo reconocer la sakabatoo de Tenken en su cintura, con ello supo que lo que hizo fue robar en la armería, mientras el resto del grupo se peleaba a muerte con las quimeras.

Ei logró salir de aquella posición donde estaba muriendo por la daga ponzoñosa, y le dió un corte en vertical a la altura de la mascara de lobo acechador que tenía. La máscara se partió a la mitad Tenshin pudo revelar su rostro, pero sus ojos no estaban a la vista por su cabello azabache, una sonrisa se reveló al comprender la situación. El cuchillo de tres filos se disolvió en el suelo por su propio veneno, dejando en claro que no era algo fácil de curar.

-De acuerdo, me imagino que me estaban esperando todo este tiempo, lamento la demora. De ahora en adelante les haré una importante propuesta: Todos ustedes contra mi solo ¿Qué dicen?- Parecía no tomar en serio lo que pasaba, pero algo era seguro, su objetivo era matar a la arconte electro.

Desde el primer momento quería crear una ilusión con su habilidad, pero se rió al entender que la energía del ambiente había sido modificada. Tenshin en su mente río un poco y pensó: -Hicieron su tarea... Nada mal.-

Ei intentó moverse, al hacerlo su cuepo empezó a sentirse pesado, sentía que su cabeza ardía en fiebre, y que sus pies dejaban de responderle. De no recibir tratamiento, ella moriría solo por esa molesta herida que le aplicó Tenshin desde su espalda. Aether se acercó, y usó su habilidad nata para retirar la energía del abismo en la herida de Ei. Aún con eso, lo que tenía ella no era fácil de curar.

-Kokomi, llevate a Ei y cura su herida de camino al shogunato con Gorou.- Yae Miko parecía completamente enfocada en derribar a Tenshin.

-Pero, Yae-san, si hacemos eso...- Kokomi parecía preocupada por lo que iba a pasar pero la Guuji la interrumpió sin posiblilidad de que cambiase de opinión. La líder de La isla Watatsumi sabía que Ei no podía ser curada por medios normales o la magia de una visión. Por lo que debía recurrir a las técnicas heredadas de Orobaxi, cosa que tomaría tiempo.

-Solo vete, si Ei muere se acabó, lo sabes mejor que nadie.- Yae Miko le dejó en claro la situación en la que estaban

Kokomi asintió al entender, hizo unas señas para que el general llevara a la arconte ya debilitada en su espalda. Ei se encontraba tan débil que no podía pararse.

Los dos miembros de la isla Watatsumi se llevaron a Ei en dirección al Shogunato. Por un momento les llegó el pensamiento intrusivo de dejarla a su suerte. El problema era que, de hacerlo, condenarían a toda Inazuma a un tatarigami lo suficientemente poderoso, como para convertir a todas las islas en un infierno en Teyvat.

Tenshin se quedó esperando a que el resto del grupo, que defendía a la arconte, lo ataque sin piedad. Hasta se tomó el tiempo suficiente para ponerse una máscara de repuesto.

La vestimenta del heraldo del abismo, no era muy diferente a la última vez que se encontró con Aether. Llevaba la máscara de lobo acechante que cubría hasta la nariz, una capucha puesta qué cubría gran parte de su cabello y una chaqueta larga al estilo de Kahenri'ah. Los combinaba con  pantalones largos formales, calzado de tabi, además guantes oscuros, todo en tonos negros y púrpuras. Al ninja se lo podía definir como el tipo del que nadie quisiera encontrarse en sus pesadillas.

-Hay una duda que tengo ¿Porqué dejas ir a Ei si lo que buscas es matarla? ¿Tanta confianza tienes que simplemente te puedes tomar el tiempo para atacar?- Heizou parecía preocupado, intentaba disimular los nervios que tenía.

- Digamos que sería muy fácil y aburrido hacerlo de la forma rápida, así que les doy una oportunidad para que me demuestren si pueden hacer algo al respecto.- El heraldo no parecía mostrar ningún interés en parecer serio, como si la idea de matar fuera igual a la de preparar el té del mediodía.

Todos sabían que una cosa era segura: La verdadera amenaza para toda Inazuma estaba frente a ellos, dispuesto a cumplir su misión. Desde Aether hasta Heizou sabían que no debían dejar que Tenshin le toque un cabello a Ei por nada del mundo.

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