"Quitándose la ropa ante él, Gavrael solo podía observar incrédulo. Su oscuridad estaba haciendo aún más ruido en su cabeza, diciéndole que ella debía estar tramando algo otra vez, y que ese algo ciertamente era obligar a Gavriel a regresar a ella. —No puedes dejar que te seduzca otra vez. Si la dejas ganar, tu magia desaparecerá junto contigo. Y una vez que eso ocurra, ella morirá. Gavriel, el hombre que ella deseaba, no puede protegerla. Eres tú quien necesita ahora. Y necesitas de mí, tu poder para salvarla y protegerla. Su cabeza parecía a punto de explotar. Su oscuridad tenía razón. Esa gran guerra para la cual había estado preparándose y planeando estaba a la vuelta de la esquina. Y precisamente ahora, lo que más necesitaba era su poder, su magia.
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