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Torneo: preliminares de etapas dos y tres (II)

El segundo combate de Fen Huan es contra otro de los miembros de la facción de seducción. Sorprendentemente, este ha ganado el combate anterior contra otro estudiante también masculino.

Su técnica ha tenido un efecto extraño. A mí me ha producido escalofríos. A las chicas, más bien les ha divertido, aunque nuestra joyera parecía un poco aprensiva. Su rival, en cambio, parecía intimidado, no queriendo que se acercara. El seductor se ha aproximado lentamente, con una pose que se suponía sensual.

–Quizás deberías intentarlo– me ha sugerido Bei Liu en ese momento. Apenas se aguantaba la risa.

–¡Yo quiero verlo!– también se reía Bi Lang.

–Ja, ja. Pagaría por verte así– se ha unido Pen.

Lo peor es que Yan Xiulan me miraba con curiosidad. Aunque rápidamente ha apartado la mirada cuando se ha encontrado con la mía.

En cuanto al combate, el rival retrocedía. De alguna forma avergonzado. Blandiendo su arma. Claramente intimidado. Puedo entender que las acciones del seductor resulten extrañas. Pero la reacción de su rival me ha parecido exagerada. Quizás hay algo más que no sabemos.

En cierto momento, el seductor ha acelerado de repente. Ha cogido a su rival desprevenido. Y ha aprovechado la ocasión para sentenciar el combate. A pesar de su apariencia y actos, es más hábil de lo que parece.

Ahora, está lanzando un beso a Fen Huan. Le guiña un ojo. Muestra poses que se suponen sensuales. Incluso realza su entrepierna un tanto obscenamente.

Ella se muestra imperturbable. Solo asoma una sonrisa sarcástica con el último gesto de su rival.

–¿No la tienes un poco pequeña?– se burla.

Lo dice suficientemente alto para que todos lo oigamos. Las gradas estallan en carcajadas. Incluso la árbitra parece tener problemas para contenerse. Algo que no les pasa a quienes tengo al lado. No se contienen en lo más mínimo.

–¡Ja, ja! ¡Huan'er es la mejor! ¡Ja, ja!– estalla Bei Liu.

–¡Ja, ja! ¿Creía que podía intimidarla? ¡No sabe a quién se enfrenta! ¡Ja, ja, ja!– también ríe Bi Lang.

Están la una sobre la otra. Sosteniéndose. Incapaces de parar de reír. Incluso lágrimas caen por sus mejillas. Y no son las únicas. Por las gradas, hay varios ejemplos más. Aunque también algunos que miran incómodamente hacia otro lado.

Yan Xiulan está algo roja. Intentando parecer imperturbable. Pero su cuerpo tiembla un poco. Está haciendo esfuerzos para contenerse y no reír. Pen y yo nos miramos.

––¡Pffff!–– finalmente tampoco podemos contenernos. Lo que hace que Xiualen'er tampoco pueda resistir más. Aunque intenta sofocar su risa.

Sin duda, Fen Huan ha arrasado en la batalla de provocaciones. De hecho, él está bastante rojo. No sé si avergonzado o humillado, quizás furioso. O puede que un poco de cada.

–Empezad– anuncia la árbitra poco después. Su voz es un tanto forzada.

En ese preciso instante, la seriedad vuelve al rostro de mi masoquista. Avanza directamente hacia él a gran velocidad. Con el arma aún unida. Atenta a sus movimientos. No lo va a subestimar incluso sintiéndose superior. Ella es la que siempre insiste en que hay que darlo todo en cada combate.

Su adversario intenta bloquear. Contratacar. Salir de la presión con un par de fintas. Pero ella está siempre atenta. Además de superarlo claramente en habilidad. Ni siquiera necesita utilizar alguna de sus técnicas, más allá de las más básicas. Las reserva para sorprender a sus adversarios cuando sea necesario.

–Me rindo– acepta el seductor su derrota, tras unos pocos intercambios.

Su escudo ya ha sido dañado. Estaba siendo claramente superado. Sus técnicas de seducción no tienen ningún efecto en ella. Me pregunto si yo tendré algo que ver.

Supongo que él prefiere reservarse para los siguientes combates. Incluso sin clasificarse, hay una pequeña recompensa por cada victoria. Aunque puede que simplemente no quiera recibir una paliza.

Mientras, Di Tao ha ganado su tercer combate. Todavía no se ha enfrentado a los más fuertes. Su próximo combate será más complicado.

Nosotros, por nuestra parte, nos tenemos que ir. Es hora de la pausa. Podremos hablar y felicitar a Fen Huan.

Veo que un par de estudiantes abordan a las gemelas. ¿¡Quieren ligar con ellas!?

Yi les dice algo. Luego mira para otro lado. Yu deja hacer a su hermana. Ellos no se dan por vencidos, pero ellas simplemente los ignoran. Hasta que al final, se acaban yendo. Yu suspira aliviada.

–¿Qué pasa? No te habrás encaprichado de esas gemelas, ¿verdad?– me acusa Bi Lang con el ceño fruncido.

En general, no son muy celosas. Pero sé que les preocupa que aumente el número de amantes. Creo que temen que las deje atrás.

–Son monas– valora Pen.

–No, no. Solo estaba mirando a unos idiotas hacer el ridículo. ¿Nos vamos?– niego y cambio de tema. ¿Cómo les voy a decir que las gemelas ya son mías?

Así que me levanto. Tengo que ir con cuidado. Podrían descubrirnos. En realidad, me gustaría contárselo todo. Pero no es posible por ahora. Algún día.

Además, las gemelas tienen enemigos. Por ello, no quieren hacer amigas abiertamente. Hasta que solucionemos el problema.

—————

Estamos en la cabaña de mis pervertidas. Mientras felicitamos a Fen Huan, llega Ye Bi. Ha estado practicando con los talismanes. Ha venido para ver con nosotros el resto de los combates. Lo malo es que no servirá para contener a mis pervertidas. Más bien, suele animarlas. Se divierte bastante con ellas.

–Hay uno que es muy bueno. Si usa qi de la etapa cuatro, sería superior a mí– valora Fen Huan.

Ella apenas tiene qi de la cuatro, más comprimido. Ha subido hace demasiado poco. Además de que usarlo puede perjudicar la cultivación. Al menos, si no puede reponerse en breve. Espero que sea el caso de Qin Zixuan. Que se joda si le perjudica el haber intentado matarme.

–¿Y los demás?– inquiere Bi Lang.

–Hay algunos difíciles. Sobre todo el de las hachas y la espadachina. No será fácil, pero debería poder con ellos. Aunque no sé qué ases en la manga se reservan.

De hecho, ella también tiene algunos ases. Claro que, sin saber los de sus contrarios, es imposible llegar a una conclusión definitiva. Probablemente, los demás están en una situación similar.

Hasta ahora, sus combates han sido más bien fáciles. Aunque, sin duda, el nivel es más alto que en los grupos de la etapa uno, y no solo por la calidad del qi. De hecho, es lógico. Llevan practicando y puliendo sus técnicas mucho más tiempo.

–¡Estamos contigo!– la anima Be Liu.

–¡Tienes que ganar! ¡No podemos perdernos la celebración!– se une Bi Lang.

–Creemos en ti– también la anima Yan Xiulan, en voz más baja.

–Más te vale hacerlo bien– medio amenaza Pen, y me mira –¿Verdad?

–Claro, más te vale. Tenemos que celebrarlo cuando acabemos– intento animarla también. ¿Por qué se ha puesto un poco roja? Aunque enseguida se recompone.

Estamos un rato más hablando. Mientras comemos todos juntos. Aunque no es imprescindible comer todos los días, siempre es agradable. Sobre todo, en compañía.

Hasta que finalmente es el momento de marcharnos. Los combates han de continuar.

—————

Di Tao pierde el primero de la tarde. Lo ha intentado, pero su rival la superaba. Bueno, era lo esperado. Creo que tiene grandes posibilidades de quedar entre los cinco primeros. Quizás, incluso las cuatro. Pero difícilmente podrá clasificarse.

Fen Huan encara ahora su primer combate complicado. Su rival empuña dos hachas. Es bastante hábil con ellas.

No hay intercambio de palabras o provocaciones. Simplemente, se saludan y se miran fijamente. Preparados. Esperando.

–Empezad– anuncia la árbitra, que por cierto tiene bastantes admiradores entre el público.

Las chicas han dicho que el árbitro de mi grupo también tenía muchas admiradoras. En parte, porque son estudiantes de cultivaciones superiores. Lo cual siempre los hace deseables para algunos. El poder puede resultar atractivo. Además de que puede ayudar a realzar el aspecto físico. No pocos han remodelado su cuerpo con el tiempo.

El combate es sin duda intenso. Los dos empiezan atacando a la vez. Intercambiando golpes. Fen Huan en un poco mejor, así que su rival se separa cuando se acumula un poco de qi. Para evitar que ella puede controlarlo. Y cogerlo por sorpresa con alguna técnica.

Sus movimientos son rápidos. Se buscan continuamente la espalda. Sus armas han colisionado no menos de cien veces en unos pocos minutos. Es entonces cuando Fen Huan comete un error. Una brecha en su defensa permite atacar a su enemigo con una patada en el estómago.

El dolor producido por el golpe y el qi debería darle aún más ventaja. Pero es nuestra masoquista de quien estamos hablando. Puede que incluso le haya tendido una trampa. No es normal en ella cometer ese error.

En lugar de tratar amortiguar el golpe, se planta. Con ambos pies firmes en el suelo. Haciendo que el golpe sea más contundente. Pero que no consiga moverla.

El codo de Fen Huan golpea entonces la pierna estirada que la estaba golpeando. Hay mucho qi en ese codo. Es una de sus técnicas. La ha estado preparando. El resultado es una especie de choque eléctrico que se propaga desde la pierna al resto del cuerpo. Lo he sufrido en alguno de los entrenamientos con ella.

El dolor es evidente en el rostro del portador de las hachas. Se queda unos instantes paralizado. A diferencia de Fen Huan. A quien el dolor incluso la ha hecho sonreír. Espero que no se haya mojado.

La aparente ventaja se ha vuelto contra él. Ella lo coge de la pierna y lo lanza rápidamente fuera de la tarima. Antes de que se recupere. Sin duda, es el método más rápido.

–Ganadora, Fen Huan– anuncia por tercera vez la árbitra –. ¿Necesitas atención?

–No, estoy bien– asegura nuestra masoquista.

–¿Y tú?– pregunta al rival, mientras ciertas fans ruidosas corean el nombre de Huan'er. Ye Bi se ha unido a ellas, entre risas. Pen es un poco más comedida. Yan Xiulan hace como si no las conociera. No es de extrañar.

–No hace falta– responde, frustrado.

El ataque de Fen Huan lo ha aturdido por unos instantes. Pero no le ha causado daño. Más allá de a su orgullo. La mira, aparentemente no convencido de su derrota. Aunque acaba haciendo una leve reverencia. Ella le responde de la misma forma.

–Vamos Kong, anima también– me exige Bi Lang.

–Ja, Ja. No seas tímido– echa Ye Bi leña al fuego.

Malvada… Aunque me ha traído antes los talismanes para las gemelas. Dice que serán un poco más fuertes. Entre un 1% y un 5%. A medida que practica, le van saliendo mejor. Incluso quería que los gastaran rápido para hacer más.

Yan Xiulan es la única que no me provoca. Todas las demás se están divirtiendo a mi costa. Me las pagarán.

–Me reservo para animarte cuando te toque– amenazo a Ye Bi.

–¡Eh! ¡Rencoroso!– ríe ella.

Aunque sabe que no lo haré. Con su aborrecido prometido de por medio, podría traer problemas. Aunque sí puedo traer a las chicas. No creo que me cueste mucho convencerlas. Seguramente, irán por sí solas incluso si no digo nada.

—————

Di Tao gana el último encuentro de la tarde. Los de la etapa dos tienen tres por la mañana y dos por la tarde. Los de las tres, al revés.

Fen Huan ha ganado su cuarto combate con facilidad. Su adversario no ha puesto mucha resistencia. Prácticamente, ha subido derrotado a la tarima. No creía en sus posibilidades.

La última al menos lo intenta. Empuña espadas curvas. Y se enfrenta cara a cara a Fen Huan. Ninguna de las dos usa técnicas, como si se hubieran puesto de acuerdo. Conociéndola, no usará ninguna si su rival sigue sin usarlas. Le encanta luchar así.

El combate resulta espectacular. Muy llamativo el continuo intercambio de golpes. En el que Fen Huan tiene clara ventaja. Ocasionalmente, consigue impactar en su rival con la empuñadura, el codo, la rodilla… Incluso algún corte superficial. Además, se la ve fresca. Su rival tiene síntomas de cansancio. Hace más movimientos inútiles. Y no está en tan buena forma.

A pesar de ello, las dos no se detienen. Quizás se lo toman como un entrenamiento intenso.

El final no tiene sorpresa. Fen Huan acaba ganando. Su rival finalmente comete un error grave, quizás debido al cansancio. Abandona tras perder una de sus espadas.

El saludo de Fen Huan es más pronunciado y respetuoso que con cualquiera de sus anteriores rivales. Puede que haya sido claramente superior. Pero sin duda, aprecia la actitud de oponente. Esta parece sorprenderse un momento. Y le devuelve el saludo.

De hecho, se quedan un rato hablando. Sin duda, le ha caído bien.

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