Al encontrarse con la mirada gélida de Ethan Smith, Clara Cobbett de repente se ahogó y se quedó sin palabras.
No podía pronunciar ninguna palabra en ese momento.
Observaba fijamente al —obrero— frente a ella, de repente sintiendo que él era un completo desconocido.
Era como si se hubiera transformado en una persona completamente diferente en un instante.
Ethan Smith miró alrededor. Afortunadamente, no había mucha gente en la biblioteca, lo que le otorgó algo de consuelo.
—Ten cuidado —le dijo Ethan Smith a Clara Cobbett.
Habiendo dicho eso, Ethan Smith se giró y se adentró más en la biblioteca.
Clara Cobbett era una persona ordinaria, por lo que era poco probable que alguien se tomara la molestia de querer matarla.
Lo sucedido hoy probablemente fue solo un accidente.
Cuando llegó a la sección de libros de historia sobre la Provincia del Sur, un libro inmediatamente llamó su atención en cuanto se acercó.
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