—¿Nena? El entusiasmo brilló en los ojos de Ethan Smith.
—¡Sí! Vamos, te llevaré allí. —Clare Richardson tomó la mano de Ethan y se dirigió hacia las profundidades de la Enorme Fosa.
La Enorme Fosa era cilíndrica de arriba a abajo, pero una vez que llegaron al fondo, era completamente diferente. Dentro había un área plana grande, y en las profundidades de esa área plana se encontraba una casa de piedra de tamaño moderado. La casa estaba bloqueada por una Puerta de Piedra, que normalmente tendría algunos tabúes establecidos. Por ejemplo, formaciones de matar de nivel superior o varias trampas. Sin embargo, para sorpresa de Ethan, no había tales tabúes en la Puerta de Piedra en absoluto.
Incluso cuando Clare se acercaba, la Puerta de Piedra se abriría automáticamente. La puerta se abrió lentamente con un fuerte estruendo. Detrás de la Puerta de Piedra, había un gigantesco Trono. Sobre el Trono, había un tenue resplandor oscuro.
—Eso es. —Clare señaló el resplandor y dijo—. ¡Vamos!
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