Sunny miró el vacío por un tiempo, pensando.
Su nueva arma era una Ascendida de cuarto rango, lo que ya lo hacía mucho más formidable que cualquier otra cosa en su arsenal. Era de adamantio y afilada como una navaja, lo que le permitiría cortar a las criaturas Caídas como si estuvieran hechas de mantequilla... bueno, no exactamente, pero bastante cerca. A eso se añadían el considerable alcance de su forma de lanza y la increíble rapidez de su forma de espada.
Pero había más.
La Vista Cruel era capaz de aumentar sus ataques con daño elemental. Eso significaba que cada herida que Sunny infligiera a sus enemigos sería más grave... no solo eso, sino que la naturaleza del aumento podría cambiarse, lo que significaba que, si se le daba suficiente tiempo para prepararse, podría explotar las debilidades de sus oponentes con el elemento al que fueran más vulnerables.
Solo tenía que lastimarse con ese mismo elemento.
—Ay...
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