En la tarde del primero de los dos días que tenían a su disposición, Sunny subió hasta el punto más alto de la estatua y se sentó allí solo, mirando la puesta del sol.
Sentía que tenía que encontrar un sentido de equilibrio que había perdido en algún momento del camino. No porque lo extrañara, sino porque iba a necesitar ese equilibrio para mantenerse firme y estable cuando llegara el momento de la verdad.
Si tenía razón acerca del futuro, entonces este era probablemente el último día de paz que experimentaría hasta que todo esto terminara. No solo la expedición...
Sino todo ello.
Mirando hacia atrás, su comportamiento en estos últimos meses fue muy errático. ¿Dónde estaban la fría racionalidad y la crueldad que lo habían salvado tantas veces en el pasado? ¿La precaución y la astucia diabólica que le permitieron sobrevivir la Primera Pesadilla? No había estado actuando como él mismo durante mucho tiempo.
Soutenez vos auteurs et traducteurs préférés dans webnovel.com