La expresión de Elaine parecía feroz cuando dijo con fiereza:
—Continúa. Te dejaré hablar. ¡Veamos qué tienes que decir!
—Gracias, hermana —Jeanne parecía muy educada.
Sin embargo, eso hizo que Elaine se sintiera aún más avergonzada, así que resopló y decidió callarse.
Jeanne dijo de nuevo:
—Con respecto a mi celos hacia Jasmine, me gustaría preguntar, ¿de qué estoy celosa de ella? ¿Es más guapa? ¿Tiene una mejor carrera? ¿Se casó mejor que yo? ¿Tengo que rebajarme a estar celosa de alguien que es hija de una amante?
—Jeanne, ¿cómo puedes decir eso? —Alejandro la regañó.
Jeanne preguntó:
—¿No es Jenifer una amante?
—¡Tu madre murió hace muchos años! ¿Quieres que esté solo el resto de mi vida? —Alejandro estaba indignado.
—Sí, mi madre lleva muerta muchos años, pero ¡Jasmine es solo dos meses menor que yo! ¿Murió mi madre cuando estaba embarazada de mí? —Jeanne preguntó fríamente.
En ese momento, la expresión de Alejandro se tornó cenicienta.
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