—Digamos simplemente que tengo un mal presentimiento sobre él.— Vastor apretó fuerte el puño, donde había una pequeña tarjeta que decía Futuro.
La había encontrado debajo de la puerta de Zinya, dirigida a toda la casa Yehval.
***
Habitación de Quylla.
—Antes de comenzar, quiero que sepas que estoy en contra de que practiques la primera magia. Si desarrollas un flujo de mana, morirás.— Lith dijo.
—Te agradezco tu preocupación, pero no es asunto tuyo. Ya que no puedo despertar, debo encontrar mi propia manera de superar los límites de la magia falsa y ser capaz de mantenerme firme. Cualquier cosa menos sería un fracaso con el que no puedo vivir.— Quylla respondió.
Lith suspiró y le contó todo sobre su problema con los vórtices, sobre el dolor que experimentaba cada vez que practicaba magia por encima del nivel cero con su cuerpo y sobre cómo el progreso que lograba al entrenar desaparecía poco después de que dejaba de hacerlo.
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