El sargento Tepper ocultó su sorpresa detrás de su habitual expresión estricta mientras el resto de la unidad se burlaba de las palabras de Lith. Todos eran de origen humilde y no tenían acceso a información sobre lo que sucedía en el resto del Reino.
Nunca habían oído hablar de Balkor ni del asalto de Nalear al White Griffon, por lo que tomaron la afirmación de Lith como un intento de impresionar a su oficial al mando.
—¿Tú y qué ejército? —La burla de Vipli hizo reír a toda la unidad.
Tepper suspiró hacia adentro por su ignorancia, pero al mismo tiempo no encontró motivo para corregirlos. A Lith no parecía importarle su desconfianza, mientras que el ambiente se volvía más relajado.
—Su odio mutuo solo tiene un inconveniente: hasta que encuentren un terreno común, tengo que pensar que estoy al mando de dos unidades diferentes al mismo tiempo. Lith no puede coordinarse con el resto de los cadetes porque él es quien ellos odian. El enemigo común que los une. —pensó Tepper.
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