Las cosas nunca van bien para un chico solitario, tímido, algo afeminado y sumiso por influencia de su familia. Alguien así siempre será perseguido como una presa fácil, sobre todo para una joven adolescente con demasiado orgullo pero también rota por dentro.
Una noche sin estrellas, las nubes eran tan negras y gigantes que cubrían todo el cielo, creando un nuevo firmamento oscuro. Mest, un joven de dieciséis años de un aspecto algo afeminado y pequeño, veía aquella oscuridad desde la ventana de su habitación, esperando que aquello le hiciera olvidar el dolor de sus heridas en la espalda y la falta de energía causada por no haber cenado.
Finalmente quedo dormido, por su suerte al no haber cerrado las persianas el sol lo despertó a tiempo para ir a la preparatoria, la cual había iniciado hace ya dos meses. En ese lapso de tiempo una joven de curso supieror la cual también era más alta, había empezado a extorsionar lo.
Ya listo para salir, decidió omitir el desayuno para no vomitarlo al ser sacudido por su bully. Una vez delante del portón negro de su preparatoria soltó un leve suspiro, no había empezado su día pero ya se sentía cansado, seguramente por no tener nada en su estómago, sin embargo faltar clases no era una opción, su madre y padre eran muy severos aunque el fuera un buen estudiante.
De todas formas no tuvo tiempo de prepararse mentalmente, que su dicha bully llego detrás de él para darle una patada en la parte trasera de su rodilla, provocando que Mest dejará salir un leve quejido y pusiera dicha rodilla contra el suelo.
La joven, de diecisiete años con una medida de un metro y setanta cinco centímetros, se puso en frente de el, tomo el pelo de su contrario para alzar la vista de Mest hacia ella. Le dirigio unas palabras con un tono y una mirada bastantes intimidantes.
"Buenos días niña, espero que estés preparado para un nuevo día"
Mest quien le tenía bastante miedo, no pudo responder y en un acto de desesperación para mostrar que no se revelaría, solo pudo mostrarle una sonrisa algo forzada, lo cual solo tuvo el efecto contrario al deseado. La fémina envío su mano con una fuerza considerable contra la mejilla de Mest, para luego irse sin decir nada más.
La gente alrededor, solo presenció la escena con algunas risas y burlas hacia Mest. Obviamente algunas personas estaban indignadas y en contra de tal comportamiento, sin embargo nadie se atrevía a hacerle frente, además de ser ella misma bastante peligrosa e imprevisible, su novio lo era aún más, aunque para la suerte de Mest, aquel chico no estaba en esa preparatoria.
Luego de que Mest se levantará, fue con algo de prisa hacia su clase, ya que le había costado un poco encontrar los ánimos para ir. Estaba tan apurado que no se fijo de lo que había sobre su asiento, solo fue una vez que se sentó y sintio algo viscoso debajo de el, que se arrepintió de no haber tomado el tiempo de mirar. Además ya era tarde para levantarse o pedir permiso, después de todo la clase ya había empezado.
Paso sus dedos por dicha sustancia para ver lo que era y para su sorpresa, era pintura roja. Normalmente alguien le diría a su profesor, pero al parecer ellos hacían la vista gorda, por lo cual la única opción era esperar el primer descanso. Una vez llegada la hora de descanso, fue con prisa hacia el baño. Las burlas en los pasillos fueron creativas.
"¡Parece que se lo metieron sin vaselina! ¡Jajaja!"
"¡Lo sabía! ¡Es mujer!"
"Que bonito la niña, por fin se volvió mujer, felicidades. Jajaja"
Mest no respondió, solo bajo la cabeza y entro al baño. Una vez ahí, intento quitar la pintura con agua, pero al parecer ya era tarde. Sintio algo de nervios al pensar que haría y diría su madre al verlo así, pero por el momento no podía hacer nada, así que prefirió pasar el descanso dentro de una cabina del baño.
Por otro lado, la bully estaba en búsqueda de Mest, y auqnue no era su única víctima si era la que más disfrutaba molestar, pero al no hallarlo su enojo estaba por los cielos, tanto que una de sus amigas al toparse con ella en los pasillos, le cuestionó sobre eso.
"¿Que sucede? ¿Por que te ves como su fueras a matar a alguien? Nora "
Nora, era el nombre de aquella temible joven, la cual al escuchar su nombre se giro, se acerco hacia su amiga para responderle con una pregunta.
"¿Has visto a la niña?"
La otra chica solo negó con la cabeza. Nora solo suspiro y siguió buscándolo hasta que se acabó el descanso, para ese momento Mest ya había entrado a clases.
Por la suerte de Mest, su asiento ya estaba seco, por lo cual sentarse no fue un problema. Las clases siguieron hasta la tarde y la hora del almuerzo llego. Mest en un pensamiento optimista y algo inocente, salió del salón con una sonrisa, pues tenía bastante ganas de ir a comer, además tenía algo de dinero que había dejado de lado. Así que al llegar a la cafetería compro un emparedado de pollo, en ese momento su felicidad desapareció, ya que Nora estaba justo en frente de el. Mest no pudo moverse por miedo que ella infundia en el, solo pudo sonreír como antes y al no entender porque lo miraba o simplemente el porque se acercaba, alzó la mano para saludarle, pero como antes solo causó más enojo en ella.
En el momento en que Nora estuvo justo delante de él, llevo su mano al delegado cuello de Mest y lo levanto.
"¿Donde te habías metido? Niña"
Cuestionó a Mest, el cual al ser ahogado por la presión del agarre de Nora, solo pudo quejarse de dolor.
"Que inútil, ni hablar puedes. Al menos tomaré tu comida, solo para darle utilidad a tu vida."
Mest intento apretar con fuerza su único alimento desde ayer, pero fue totalmente en vano, después de todo la diferencia de fuerza era enorme, Nora solo tuvo que apretar más su cuello para que el joven soltará por su propia voluntad aquel emparedado y al hacerlo, ella lo soltó. Mest cayó al suelo sentado, respirando a bocanadas mientras Nora comía dicho sándwich. La gente solo pensaría que era comida, pero Mest quien no había comido nada, había esperado ese momento desde el día anterior, sin embargo no pudo sentir odio hacia ella ni llorar, solo se levanto y bajo la supervision de Nora se dirigió hacia la salida para no pasar más dolor, pero como era de esperarse ella no lo dejo ir. Nora tomo la nuca de Mest con fuerza para estrellar lo contra la puerta y salir hacia el patio trasero de la preparatoria junto a él, una vez fuera lo lanzó esta vez contra un árbol. Esta vez la expresión de Nora no sólo era de enojo, se veía en sus ojos confusión y tristeza.
"¿Por que nunca te resistes? ¿Por que no dices nada? ¿Por que? ¿Por que sonríes? ¡Maldito seas!"
En efecto, Mest le dedicaba una sonrisa a la cual Nora solo pudo responder cerrando sus ojos y dándose la vuelta para irse de aquel lugar. Mest al verla ya lejos respondió con una sonrisa, asegurándose que ella no lo escuchará.
"Porque es para lo único que sirvo"
Mest alzó la mirada hacia las hojas del árbol, intentando evitar que las lágrimas empezarán a salir de sus ojos. No sólo la situación le dolía, pero sus previos morados en la espalda proporcionados por su madre comenzaron a doler, sobre todo por culpa de los empujones de Nora. El mismo era consciente de que debería odiar la, sabía que ella era mala y que debía alejarse lo mejor posible, pero por alguna razón aquella melancolía, dolor e impotencia hicieron que sacará su sketch de dibujo. Al parecer el rostro lleno de dudas de Nora se había convertido en la musa de Mest, el cual no dudo en dibujarla de arriba hacia abajo con su típica expresión de ruda.