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¡ALTO! (EDITADO)

*¡Bam!*

Con un fuerte golpe, un magullado Ki-soo goleó una mesa. Ahora mismo tenía los ojos llenos de confusión y rabia, pues aún no se recuperaba muy bien de la paliza que había recibido.

Al alzar la mirada pudo ver a los otros tres sujetos, sus secuaces, quienes testaban en las mismas condiciones que él.

Esto lo hizo enfurecer más.

'¡Maldita sea!... ese estudiante trasferido, tanto su aura como la forma en que pelea… nunca vi algo así'

"¿Cuánto tiempo vas a quedarte así?" – en eso, la chica llamada Hee-jin, quien estaba también en esta habitación, habló con un tono molesto – "Te pillaron con la guardia baja ¿cierto? No hagas eso la próxima vez"

Pese a las palabras de la rubia, ninguno de los chicos presentes dijo algo al respecto.

Y es que todos ellos podían tomar esta afirmación como verdadera, pero en el fondo sabían que habían sido vergonzosamente vencidos por una sola persona.

"¡Vamos chicos, es solo una persona!" – la muchacha se exasperó mas al no recibir respuesta alguna – "¿van a actuar así solo por que un tipo les dio una paliza?"

"¡¿Te puedes callar por un segundo?!"

Ki-soo no aguantó más las palabras de su hermana menor y le gritó repentinamente, lo que tomó a Hee-jin por sorpresa, haciéndola callar por un momento.

No obstante, al instante siguiente volvió a arremeter contra su hermano mayor.

"¿Qué? Fuiste golpeado por una persona ¿y ahora te quieres desquitar conmigo?"

"Ya cierra la boca Hee-jin ¿ te quedó claro?"

Ki-soo, quien ya estaba llegando al limite por escuchar las burlas de su hermana, se quedó mirándola detenidamente con unos ojos llenos de rabia.

Si bien Ki-soo nunca demostraba mucho cariño por su hermana, siempre trataba de ayudarla con todos sus caprichos.

Y agracias al antecedente de su padre, Ki-soo podía hacer casi lo que quisiera en la escuela ya que no tendría muchas repercusiones.

¡No obstante, esta era la primera ves que había sido humillado delante de tantas personas por cumplirle uno de los caprichos a su hermana!

Por ello es que estaba realmente furioso, pues Hee-jin ni siquiera estaba preocupada por él, solo estaba echándole mas sal a las heridas con sus palabras.

Hee-jin, al ver la mirada de su hermano mayor, ya no dijo nada, solo se quedó callada por un momento, aguantando la frustración que estaba sintiendo en estos momentos.

¡Y es que, aunque no lo demostrara, también estaba frustrada con la paliza que recibió su hermano!

No obstante, la razón era diferente.

Ella, quien había sido tratada como princesa desde pequeña, siempre tuvo todo lo que quería a la mano, creciendo con la idea de que todo lo que ella quisiera podía obtenerlo.

Y cuando llegó a la secundaría, esto se trasladó a las relaciones amicales y amorosas.

No obstante, hubo un momento en el que ella no pudo obtener lo que quería, y fue cuando descubrió que el chico que le gustaba no sentía nada por ella.

Mas bien, estaba interesado e Yu Dayun.

¡Esto hizo que ella se ensañara con la chica a quien ni siquiera conocía!

Desde que estuvieron en el ultimo año de la escuela secundaria, y lo que llevaban de la preparatoria, se había empeñado en hacerle la vida imposible a la chica solo por el simple hecho de no haber obtenido el afecto del chico con el que se había encaprichado.

Y esto podía lograrlo no solo por el cargo que su padre ostentaba, sino por la influencia que su hermano tenía en la preparatoria.

Si bien no era el matón mas temido de la escuela, era el que más influencias tenía. Incluso Gunner, el sujeto que era el más fuerte de todos los estudiantes, tenía que pensarlo dos veces si quería actuar contra Ki-soo.

Aunque suene tonto, era la verdad, pues el negocio que la madre de Gunner tenía dependía de una u otra forma de lo que el padre de Hee-jin decidía.

¡Pero ahora que su hermano, quien había sido el principal distractor que le permitía a Hee-jin hacer lo que quisiera dentro de la escuela, había sido vencido, las cosas iban a cambiar!

¡Incluso ese estudiante trasferido podría incluso convertirse en el nuevo jefe de los matones de la escuela!

Y si eso pasaba, entonces ¿Ya no le podría hacer nada a Dayun?

'¡Maldita perra! ¡Esto no se quedará así Yu Dayun! No dejaré que se te suban los humos'

Pensar en esto hacía que la frustración dentro de ella creciera más y más.

'Si tan solo mi hermano fuera mas fuerte no habría sido vencido… espera… ¿mas fuerte? ¡claro! Ya sé quién puede ayudarme'

"Bien, si tu no puedes hacer algo, yo lo haré"

Con estas simples palabras Hee-jin salió de la habitación, cerrando con furria la puerta.

......…

"Sabes, yo hice una apuesta con el teniente sobre que tú serías el primero en romper la promesa de no hacer alboroto, jejeje, creo que gané una buena cantidad de dinero"

Robert no dejó de molestar a su compañero mientras caminaban juntos.

"Vamos, es hora que te vayas ¿no hay alguna chica por ahí que conozcas? no quiero que hables de estas cosas frente a Dayun" - Ijin respondió con un resoplido.

Era la hora de salida, y todos los estudiantes estaban abandonando la escuela.

Aboms muchachos estaban conversando cerca de la puerta principal de la preparatoria mientras que eran el centro de atención de los estudiantes que pasaban.

Y es que ver a dos alumnos trasferidos, unos sujetos que parecen modelos juveniles, hacían que la mayoría de las chicas suspiraran y que los chicos mostraran cara de desagrado.

A simple vista estos dos parecían buenos amigos, pero si uno se fijaba bien, podría percatarse que Ijin estaba intranquilo por la presencia de Robert.

"Hey, eso es cruel de tu parte" – Robert contestó con una fingida pena – "Sabes que no soy tan tonto como para ventilar esa clase de información"

"Lo se… solo que cuando te pones en ese plan, me dan ganas de golpearte" – Ijin respondió luego de suspirar.

"Jajaja, bueno, puedes intentarlo" – Robert se rió – "Sabes que yo no seré tan fácil de vencer como esos mocosos de la mañana"

Ijin solo sonrió suavemente ante las palabras de nuestro protagonista, pues sabía que estaba diciendo la verdad.

Y es que, mientras los dos estuvieron viviendo en el cuartel del ejército, varias veces habían entrenado y luchado cuerpo a cuerpo, como medida de entrenamiento para Robert.

Ijin, quien había vivido en el filo de la muerte, sabía que obtener fuerza y destreza en la lucha era algo que incluso muchos soldados experimentados no podrían lograr jamás en sus vidas.

¡Solo los que viven el verdadero infierno pueden dar fe de ello!

No obstante, si tenía que hacer una excepción, la haría con este sujeto que estaba molestándolo en estos instantes.

¡Y es que su grado de crecimiento de fuerza y destreza no tenía comparación alguna!

¡Aun no estaba al nivel de vencerlo, y evidentemente le faltaba mucho por aprender, pero su nivel de crecimiento era anormal, por decir lo mínimo!

¿Tendría que ver el hecho de que provenía de otra realidad, o que su cuerpo se algo que nadie conoce?

Ijin no lo sabía, pero lo que si sabía era que Robert era alguien que temer.

Incluso si no fuera por su cuerpo o su procedencia, el haberlo encontrado en medio de los cadáveres de esas bestias ya decía mucho.

Aunque Robert haya negado saber por que apareció en ese lugar, algo le decía Ijin que el responsable de matar a esas bestias era…

"¡Oppa! Gracias por esperar" – en eso, la voz de Dayun interrumpió el pensamiento de Ijin.

"Lee sunbae, hola"

"Hola Dayun" – nuestro protagonista saludó con una sonrisa en respuesta – "¿Ya no te volvieron a molestar verdad?"

"N-No… ya no me molestaron"

Dayun aún estaba un poco avergonzada por lo que había pasado en la mañana.

No obstante, su vergüenza no era por algo malo, sino que no sabía como mirar a su hermano ahora, pues era la primera vez que alguien había hecho algo así por ella.

"Eso es bueno, espero que esos tipos sepan su lugar" – Robert habló.

"Si, eso espero, sino..."

"O-Oppa, ya no digas nada" – Dayun, con el rostro sonrojado, detuvo las palabras de Ijin – "Mejor vayamos a casa"

Esto hizo que Ijin sonriera y no dijera más, solo asintió con la cabeza.

Es en estos momentos, el ver feliz a su hermana, en donde podía decirse que sentía algo de paz en su vida.

'¿Qué diablos es este ambiente romántico?... no me digas que estos dos podrían terminar siendo… vamos hombre, no pienses estupideces'

En este momento Robert sacudió la cabeza para no seguir esa línea de pensamiento.

No es que fuera alguien que se centrara en la moral y las reglas sociales que impedían estas cosas, pues en su vida pasada había visto bastante como para asombrarse con esto.

El punto es que sabía que Ijin nunca iría por ese camino…¿verdad?

"Hey tú, chico recién trasferido, detente ahí"

De pronto, una voz llamó desde atrás, haciendo que las tres personas giraran.

Lo que vieron causó diferentes reacciones en cada uno de ellos.

Para Dayun, su cuerpo comenzó a temblar y el miedo invadió su rostro.

Para Ijin, solo se pudo ver su típica mirada fría e impasible.

Para nuestro protagonista… bueno, el estaba un pensado en las posibles consecuencias de lo que tendría una relación prohibida entre estos dos hermanos.

No obstante, si que le causó un poco de curiosidad el saber que carajos hacían estas personas frente suyo.

A unos diez metros, Hee-jin estaba mirándolos con una sonrisa burlona y junto a ella estaban las chicas que siempre la acompañaban.

Sin embargo esto no fue lo que hizo temblar de miedo a Dayun, oh no.

Lo que asustó hasta la medula a la hermana menor de Ijin fue la persona que estaba al lado de Hee-jin.

En medio de un grupo de varios chicos y chicas, un pelirrojo resaltaba por su evidente contextura.

"C-Cheo… ¡G-Gunner" – fue lo único que Dayun pudo pronunciar.

"¡Lo conoces?" – Ijin preguntó.

"¡Oppa! ¡Por favor no pelees con él!" – Dayun, con gran desesperación, atrapó el brazo de su hermano mayor y le habló desesperadamente, tanto que casi se puso a llorar.

¡Y no era para menos, pues quien estaba al frente suyo era el mismísimo Cheo Gunner, el estudiante que había vencido a puño limpio a todos los matones de no solo su escuela, sino de otras escuelas!

¡Incluso se decía que había vencido a varios gánster y pandilleros, quienes lo habían enfrentado con armas, pero que ni siquiera los mafiosos locales habían logrado hacerle daño!

Y eso no era cuento, pues ella misma había visto como Gunner molía a golpes incluso a varios peleadores profesionales.

¡Comparar a Ki-soo con Gunner era como comparar a un niño con un adulto!

Dayun había escuchado un rumor, el cual decía que Ki-soo podía hacer lo que quisiera incluso con la presencia de Gunner ya que la madre de este último había recibido mucha ayuda de los padres de Hee-jin.

Por eso es que, mientras no se metieran en los asuntos de Gunner, Ki-soo podía hacer lo que quisiera.

Y verlo ahora parado al lado de ella parecía que ese rumor era verdadero.

"Vamos, quiero que vayas y le enseñes una lección" con una sonrisa burlona Hee-jin exclamó en tono de orden.

"Cállate perra, no creas que soy tu estúpido hermano"

Antes de que Hee-jin, quien tenía una mirada soberbia, terminara de hablar, fue silenciada por las palabras del pelirrojo.

"¿Q-Que dijiste?"

"Lo que escuchaste. Yo no soy tu perro para hacer lo que quieras. Solo le debo un favor a tu padre, y pensé que este es la mejor manera de devolverlo" – Gunner se giró para mirar directamente a Hee-jin con unos ojos fríos – "Y ni creas que los gánster que trabajan para tu familia podrán ayudarte, pues ya me conocen y saben de lo que soy capaz"

La hermana menor de Ki-soo, instintivamente dio un paso atrás, y se quedó callada, pues el miedo la había invadido ahora a ella.

Aunque estas palabras la hagan sentirse ofendida, sabía que no debía decir más.

Claro, ella podía alardear frente a su hermano pues sabía que él nunca le haría nada malo, pero con Gunner las cosas eran distintas, pues este sujeto era una verdadera bestia salvaje que no se medía ante nadie.

Gunner no dijo más y comenzó a caminar hacia Ijin, quien tampoco perdió tiempo y dio un paso al frente pese a que se u brazo fue sostenido por su hermana que suplicaba no se enfrentara.

"Lo siento, esto no es nada personal, solo te metiste con las personas equivocadas"

Gunner habló con un tono plano mientras se acercaba, sin recibir respuesta alguna de Ijin, quien solo apartó a una llorosa Dayun de su costado y aceleró el paso.

Esta interacción no pasó desapercibida por los estudiantes que estaban cerca, quienes comenzaron a hacer un gran circulo para ver la pelea que estaba a punto de suceder.

Y es que la mayoría ya se habían enterado de la derrota aplastante que Ki-soo había sufrido a manos del hermano mayor de Dayun, por lo que estaban curiosos por ver si este sujeto podía hacerle frente a Cheo Gunner.

Aunque casi todos pensaban que el chico trasferido sería aplastado, incluido Dayun, aun querían ver como iba a ser su derrota.

"Sophie ¿esta bien que Gunner haga esto? Digo, el no es de los que golpean por encargo" – en el grupo que había venido con el pelirrojo, Anna le preguntó a su amiga.

"Bueno" – Sophie no respondió de inmediato y solo miró de reojo a Hee jin – "No podemos hacer nada. Lo siento por ese chico, pero Gunner quería librarse de ese favor que su madre había recibido y la princesa engreía le acaba de dar un pase para hacerlo"

"Al menos así Gunner no tendrá que seguir preocupado por la ayuda que su madre recibió de los padres de esa perra" – David también hablo en voz baja – "como Sophie dice, no es algo personal contra ese chico, solo tuvo mala suerte"

Todos sabían que Gunner estaba atado de manos ya que la familia de Hee-jin tenía la capacidad para hundir no solo el negocio de la madre del pelirrojo, sino joderle el futuro al mandarlo a la correccional e incluso a la cárcel si así lo quisieran.

Y es que la mayoría de las cosas que Gunner había hecho habían sido tapadas por el poder que la familia de Hee-jin tenía.

¿Y por qué hacían eso?

Pues por que Gunner era alguien que podría ser miembro y futuro líder de los gánster que trabajaban con la familia de Hee-jin. Por ello es que, incluso luego de golpear a varios gánster, incluso así no había repercusiones para el pelirrojo.

Y es que la familia de Hee-jin estaba preparando a su futuro perro de caza, aunque este se resistiera.

Todo el mundo que se había reunido comenzó a cuchichear sobre lo que estaba a punto de ocurrir, incluso algunos comenzaron a apostar sobre el ya casi evidente resultado.

'Vaya, esto se pondrá interesante' – Robert pensó mientras sonreía, ya que había captado todo lo que estaba a punto de suceder – 'veamos como es que estiras un poco los músculos Ijin… quizás logren darte un buen golpe'

No obstante, las cosas se podrían mucho más interesantes, pero no para nuestro protagonista.

"¡ALTO!"

¡Justo cuando Gunner e Ijin estaban a casi un metro y ya estaban levantando los puños, un grito estruendoso recorrió todo el lugar, llamando la atención de todos los presentes, incluso de los dos muchachos que estaba a punto de liarse a golpes!

Cuando todos giraron para ver quien había gritado, se dieron cuenta que no era nadie mas que el otro estudiante trasferido.

¿Por qué diablos Robert detuvo la pelea si hasta hace unos instantes estaba curioso por saber cómo es que Ijin trapearía el piso con Gunner?

Bueno, había una razón para ello, una que no le agrada a nuestro protagonista.

*Ding, ding, ding*

[¡Nueva misión oculta! ¡Conviértete en el rey de la escuela! Derrota a Cheo Gunner y termina con su reinado de tiranía dentro de la escuela: 10 puntos adicionales al completar la misión]

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NA:

Que tal chicos, como están, espero que bien.

Como ven, ya estamos avanzando en este pequeño arco escolar, pronto comenzarán a suceder cosas más interesantes y emocionantes (guiño, guiño) así que espero puedan disfrutar de la lectura (^_^)

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