Capítulo 261: La Conferencia Internacional de Magos (Editado)

"Profesor Dumbledore, ¿qué quiere decir exactamente? ¿Por qué nos ha reunido aquí? Se supone que hoy presido la ceremonia de apertura". Una bruja muy alta vestida de noble se levantó y miró al anciano de pie en medio de la sala, con sus joyas de ópalo brillando a la luz.

Dumbledore estaba de pie sobre una plataforma elevada en el centro de una asamblea circular, rodeada por un círculo de escalones circulares, lleno de gente vestida de diversas maneras, entre las que destacaban cincuenta magos ataviados con túnicas fucsias con una elaborada "w" de plata bordada en el pecho izquierdo: Eran todos miembros del Wizengamot.

"Madame Máxime, como Presidente de la Federación Internacional de Magos y Mago Jefe del Wizengamot, tengo autoridad para convocar esta Conferencia Internacional de Magos". Dumbledore, de pie en la posición más prominente, dijo con suavidad pero con firmeza: "La razón para invitar aquí a los Directores, Ministros y miembros de Wizengamot es que se avecina una nueva tormenta y el mundo de los magos se enfrenta a una crisis sin precedentes."

La serie de títulos de Dumbledore y sus propias hazañas lo habían hecho muy respetado en la comunidad internacional de magos. Era el único que podía reunir a los magos más prestigiosos e importantes del mundo para sentarse a hablar de asuntos importantes. Por supuesto, nunca ha celebrado una reunión de esta escala antes. Porque él no era tan importante cuando Grindelwald había causado estragos, y cuando había sido lo suficientemente importante, la amenaza no había sido tal como para justificar una reunión así.

Cuando Dumbledore echó un vistazo a los magos del escenario, vio varias caras conocidas: los líderes de las secciones mágicas de Gran Bretaña, Francia y América, todos miembros del Wizengamot y la generación anterior de celebridades encabezada por Newt, aunque Newt es su alumno, pero ya tiene más de ochenta años, de hecho es un anciano respetado en el mundo mágico, y los directores de nueve escuelas de magia de larga tradición y prestigio.

Dumbledore había invitado hoy a las personas más prestigiosas del mundo mágico a una reunión de proporciones sin precedentes, que pondría en juego la reputación de Dumbledore para el resto de su vida.

"Se avecina una nueva tormenta: una antigua organización se ha expandido recientemente a un ritmo vertiginoso, ¡Los Rastreadores!". Dumbledore se puso serio y su voz resonó en todo el auditorio. Cuando la palabra "Rastreadores" salió de la boca de Dumbledore, todas las miradas se volvieron hacia un hombre de mediana edad sentado en primera fila, vestido con un fino traje, el pelo y la barba inmaculadamente arreglados.

Este hombre era el Presidente del Congreso Mágico Americano, el equivalente al Ministro de Magia británico. Sintiendo las numerosas miradas en su rostro, permaneció inexpresivo, asintiendo con la cabeza para demostrar que Dumbledore decía la verdad.

De repente, los nervios de los magos de la sala se tensaron. Aunque los magos ordinarios no conocían el nombre de los Rastreadores, estaban al tanto de la notoria organización como líderes de la región. El nombre "Los Rastreadores" era tan famoso entre los magos como "NAZI" entre los muggles.

La rápida expansión de los Rastreadores tocó un nervio sensible entre los magos presentes.

"¿Por qué? Creía que en América decían que los Rastreadores ya no existían". Un robusto mago de piel bronceada y casco de jaguar dio un manotazo en la mesa: "¿Es una broma?".

Dumbledore detuvo al malhumorado mago sudamericano, haciéndole un gesto para que se calmara. "Los Rastreadores están aumentando rápidamente con poderes desconocidos, y tengo entendido que ha habido casos relacionados con la magia de un modo u otro en todo el mundo durante este tiempo. El incendio provocado de Nantes en Francia, el ataque a la catedral de Notre Dame en París, el tren desaparecido en Nueva York, el alboroto de los dragones de fuego en Australia, la plaga de conejos en Inglaterra..."

Dumbledore mencionó casualmente algunos casos que han causado dolor de cabeza al Ministerio de Magia local.

"Todas estas cosas, de una forma u otra, tienen la influencia de los Rastreadores, están ocurriendo desastres en todo el mundo, y cada vez con más frecuencia, el Acta Internacional del Secreto de los Magos está siendo desafiada como nunca antes, así que les pido a todos que vengan hoy aquí, para unir fuerzas, para erradicar los Rastreadores, para poner fin a los casos mágicos que están ocurriendo en todo el mundo..."

Dumbledore expuso su propuesta ante los magos del mundo.

"Los demonios de la región de Japón estarán bajo mi cuidado personal, sin interferencias externas", después de que Dumbledore termino de hablar, un mago vestido como guerrero se puso de pie: "Y hoy tengo una gran noticia para ustedes, el anterior Shogun ha regresado a Hirasaka, y el nuevo Shogun le ha sucedido el primero del mes pasado. A partir del primer día de este mes, el mundo mágico de Japón quedará aislado."

Con estas palabras, y la propuesta anterior de Dumbledore, el público se alborotó. El Ministro de Magia de la región de Japón, al que llamaban "Shogun", siempre había sido el mago más poderoso de Japón, y el último Shogun lo había sido desde la era Taisho, y los magos locales lo respetaban como a un "semidiós", ¡pero había muerto sin decir nada!

"Es normal, el sol también se pone". Un mago coreano con pantalones de farol se rió dos veces y dijo apenado. El samurái le ignoró, hizo una señal con la mano delante de él y desapareció.

Los magos de la sala de reuniones discutían...

En aquel momento, el Gran Salón de Hogwarts también estaba hecho un lío. Los jóvenes magos hablaban sin cesar sobre el paradero del profesor Dumbledore. El director Dumbledore no se había perdido una ceremonia de apertura desde los tiempos de sus padres. Pero hoy era una excepción.

"Algo importante debe haber sucedido, de lo contrario el profesor Dumbledore habría estado aquí. Tom, ¿qué opinas?" preguntó Hermione al oído de Tom, ladeando la cabeza.

Tom negó con la cabeza, no podía adivinarlo, algo como un Dementor deteniendo el Expreso de Hogwarts no sería suficiente para que se perdiera la ceremonia de inauguración, ¿podría ser...?

De pronto tuvo una sospecha, pero aún no había sido comprobada.

En ese momento, la profesora McGonagall se levantó de la mesa del personal, golpeando la copa que tenía delante con la cuchara en la mano.

"Bienvenidos todos a Hogwarts para el nuevo curso escolar". La profesora McGonagall estaba un poco nerviosa, por lo que su rostro se puso aún más serio, como si le hubieran puesto una capa de escarcha.

[Prueba de Dumbledore (I): Misión cumplida]

[Tarea automática: Prueba de Dumbledore (2): Después de la ceremonia, esperar la citación de Dumbledore].

Cuando la profesora McGonagall dijo esto, un mensaje apareció en el sistema de Tom indicando que la misión que había recibido estaba completa.

"Nuestro director, el profesor Dumbledore, tiene algunos asuntos que atender hoy y temporalmente no puede venir, así que yo presidiré la ceremonia de apertura de hoy por ahora". Con eso, hizo girar su varita y un taburete de cuatro patas con el Sombrero Seleccionador se colocó firmemente frente a ella.

La ceremonia de selección estaba a punto de comenzar.