Perdón la espera, estaba enfermo y estuve durmiendo mucho.
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Sábado, en las afueras del Bosque Prohibido. Mientras miraba el castillo a lo lejos, recordé cómo hace años también era estudiante, y cómo en unos años volvería a serlo. Acaricié el cuello de Elise antes de bajar de su espalda, despidiéndome hasta más tarde.
Con mi compañera alejándose y ahora estando solo, me volví invisible y silenciosamente me dirigí hacia mi objetivo. Era arriesgado, pero iba a intentarlo. Mi invisibilidad funcionaba mejor con mis clones, los hacía casi indetectables. El poder de las Reliquias de la Muerte se había fusionado directamente con mi magia de sangre, y mis clones estaban hechos puramente de esa magia, creando una sinergia perfecta. Con mi cuerpo real era diferente; solo me volvía invisible, no completamente indetectable.
...
Lily estaba algo confundida. Estaba charlando con algunas amigas en el pasillo cuando recibió un mensaje a través del tatuaje que se hizo con su hermana y amigos en el pasado. Al menos, eso creía ella, pero no sabía que el tatuaje no tenía nada que ver.
[Cuando todos estén ocupados, escápate al baño de chicas en secreto. No le digas a nadie, ni siquiera a Snape, pero trata de actuar de forma natural. Te espero allí.
"Rosas"]
Lily estaba desconcertada. Era la primera vez que esto ocurría, y se suponía que solo era para casos de emergencia. Además, el mensaje era curioso. "Rosas" era el tatuaje de su amigo Red, y si él lo envió, significaba que estaba en Hogwarts. Pero eso no podía ser cierto, ¿verdad?
Intentó responder al mensaje como se le había indicado, pero no funcionó. Aunque dudaba, decidió ir de todos modos. Como verdadera Gryffindor, era más atrevida que temerosa. Esperando el momento adecuado, se separó de su grupo con alguna excusa y se dirigió al baño de chicas con mucha curiosidad.
Cuando llegó, miró dentro con precaución, pero no vio nada fuera de lo normal. Entró lentamente, con la varita en la mano, aunque no creía que el mensaje fuera una trampa, se sentía más cómoda siendo cautelosa.
Después de dar unos pasos más allá de la entrada, una de las puertas de los cubículos del baño se abrió, y Lily pudo ver el distintivo cabello rojo de alguien a quien no podía dejar de reconocer.
"¡Red!" exclamó, sorprendida y llena de dudas.
"Lily, no grites", respondí tranquilamente, tratando de no llamar la atención mientras le hacía señas para que se acercara.
"¡Red! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo estás en Hogwarts? ¿Cuándo?" soltó pregunta tras pregunta, tratando de entender qué estaba sucediendo.
Antes de que pudiera responderle, la sujeté del brazo y la metí en el cubículo del baño que ya había preparado de antemano. Este cubículo tenía hechizos de insonorización y otras medidas de protección, además de estar cubierto por mi magia de sangre invisible. Si alguien viniera, no podría ver ni oír lo que sucedía en el interior.
"Cálmate, Lily. ¿Recuerdas cuando te dije que solía vivir en el extremo opuesto del bosque? No es tan difícil para mí llegar a Hogwarts, conozco bien estos lugares"(Red)
"Pero, ¿cómo entraste? Se supone que el castillo tiene encantamientos protectores..."(Lily)
"Tengo mis métodos. No creas que unos encantamientos como esos me impedirán venir a verte si es lo que quiero", respondí con una sonrisa de suficiencia.
"No puedo creerlo. ¡Red, estás aquí en Hogwarts!" exclamó con emoción y sorpresa. "Tengo que decírselo a Sev, no, espera, si estás aquí y te descubres, te meterás en problemas". Sus emociones fluctuaron, de la alegría a la preocupación.
"¡LILY! Cállate", le grité porque había empezado a hablar por encima de todos los demás cuando se emocionaba y solía pasar por alto ciertos detalles.
"Red, si los profesores se enteran, las cosas se pondrán muy feas", expresó una genuina preocupación. Mi presencia aquí no era tan importante para ella como mi seguridad. "Tienes que salir de Hogwarts sin ser descubierto. Nos encontraremos y hablaremos de esto cuando vuelva a casa".
"Lily, no me voy a ir. No vine aquí solo para saludarte y hablar contigo durante unos minutos. ¿No crees que tengo una razón para estar aquí?"(Red)
"Um... ¿en el baño de chicas? Espera, ¿por qué estás en el baño de chicas?"(Lily)
"Me pareció el mejor lugar para encontrarte. Supongo que aquí debería ser uno de los lugares más privados de todos, además me pareció que sería más fácil esconderse a simple vista"(Red)
"Me pone algo incómoda. ¿Y si alguien nos ve aquí? Estaremos en más problemas que si estuviéramos en otro lugar", dijo mientras abría ligeramente la puerta y miraba hacia afuera.
"Olvídate de eso. Vine aquí hoy por un asunto muy importante, algo que te concierne", aclaré en un tono seriamente serio, uno de los tonos más serios que le he mostrado a Lily.
"¿R-Red? ¿Qué pasa? ¿Sucedió algo?" preguntó ahora más preocupada al ver la intensidad del asunto.
"No, no pasó nada malo, pero es algo para el futuro. Mira, no quisiera obligarte a nada, pero hay cosas... hagamos esto de forma diferente". Negué con la cabeza al pensar en tomar otro enfoque. Levanté mi mano frente a ella y formé una pequeña esfera sangrienta flotante sobre mi palma.
"¡¡¡Red!!! ¿Eso es...? ¡Eres un mago!" exclamó con fuerza, cubriendo su boca con una de sus manos mientras su cerebro trabajaba a toda velocidad para procesar y analizar todo lo implicado en mi demostración. "¡Eres un mago! Red, puedes hacer magia, puedes venir a Hogwarts con nosotros. Pero no podemos dejar que sepan que estás en el baño de chicas. Debemos buscar a la jefa de mi casa, ella es buena y podemos explicarle..."
"Lily, no soy un mago", aclaré mientras hacía que suelte mi brazo, el cual estaba siendo jalado con fuerza para arrastrarme fuera del baño. "Soy algo diferente a un mago, esta magia no es lo mismo que la tuya, sino habría venido a Hogwarts desde un principio".
"..." Lily dejó de intentar jalarme y se quedó en silencio mientras intercambiaba miradas entre la esfera flotante y yo. "Pero... entonces..."
"Lo siento, Lily, sé cuánto quieres que te acompañe aquí, pero a excepción de algunas reuniones secretas como estas... volvamos a lo que importa, mi magia..."(Red)
"¡Tu magia! ¿Desde cuándo tienes magia? ¿Por qué no nos dijiste nada?" comenzó a cuestionar, de forma intensa pero no maliciosa.
"Mi magia es especial y tiene ciertas reglas, funciona de manera diferente a la tuya, pero no es menos especial. La razón por la que vine es... porque en el futuro me iré, para siempre"(Red)
"¡¿Qué?!" exclamó.
"Seré directo y sincero contigo, escúchame y luego habla". Coloqué mi mano en su boca y la miré a los ojos mientras explicaba: "Mi magia me llevará a un lugar muy lejano donde será imposible que nos volvamos a encontrar, es algo que sucederá sí o sí y no hay forma de cambiarlo, pero hay algo que podemos hacer. Tengo una forma de que me acompañes, y no es que no puedas volver aquí, pero eso solo sucederá si logras venir conmigo en primer lugar, si no es así no nos volveremos a ver. Lily, quiero que me acompañes. ¿Entendiste hasta ahí?"
"..." Lily no respondió con palabras, solo asintió, aunque eso se debía a que mi mano aún estaba en su boca.
"Bien, ahora viene otra parte complicada. Si quiero que vengas conmigo, nuestra relación tendrá que avanzar a pasos agigantados... sabes a lo que me refiero, no actúes como si no lo hubieras pensado. Aunque levemente he visto que tienes ciertos sesgos a que ocurra, posiblemente lo pensaste para el futuro"(Red)
"Yo... quizás", viéndome tan serio, aunque avergonzada, lo confirmó. Lo había pensado, pero sabía sobre los sentimientos de su hermana y eso la había hecho dudar, quería ser egoísta pero al mismo tiempo no.
"Bueno, pues eso tendrá que ser ahora. Para que puedas venir conmigo, necesitamos..." Me quedé en silencio pero señalé su entrepierna con mi dedo.
"¡¿Qué...?!" Quiso gritar pero mi mano volvió a su boca.
"Sigue escuchando y trata de pensar con la cabeza fría" Le ordené "Sí, por eso te digo que nuestra relación debe avanzar. A mí también me gustas y deseo que podamos ser más que lo que somos ahora, me gustaría pensar que tú también. Pero hay algo que no te ocultaré, también quiero que Petunia venga conmigo. Ya le ofrecí lo mismo y aceptó".
"¡¿Qué?" dijo un poco en shock, pero como le había sugerido, no se sobresaltó y aún mantenía estabilidad. "¿T-tú... y Petunia?" preguntó con los ojos bien abiertos.
"Sí, ya lo hicimos y mi magia funcionó. Cuando me vaya, ella vendrá conmigo"(Red)
"Por eso es que... ¿desde cuando...?"(Lily)
"Sí, hemos estado saliendo desde el año pasado, aunque no lo hemos vuelto a hacer. Solo lo hicimos esa vez para activar mi magia y la próxima será cuando ella quiera"(Red)
"..." Lily se quedó en silencio, esto era una bomba más grande de las que solía lanzarle habitualmente. Le dejé un tiempo para procesarlo y luego la escuché decir: "¿Tú quieres que las dos...?" preguntó con cierta incomodidad, un poco de molestia y mucha duda.
"Como le dije a ella en su momento, las quiero a ambas, desde el momento en que las vi y he tenido esa intención desde hace mucho, pero nunca dije nada porque éramos muy pequeños para pensar en esas cosas. Si no temiera desaparecer en cualquier momento, quizás esta charla sucedería en unos años, con una cerveza de mantequilla"(Red)
"¿Pero cómo vamos a hacer eso? ¡Juntos...! ¿los tres...?"(Red)
"De hecho, tengo más parejas" (Red)
"?!!!"(Lily)
"Puedes pensar lo que quieras de mí respecto a eso, no puedo decir que no parezco un bastardo y todo eso, pero no es así... en su mayoría. ¿Recuerdas a Elise, a quien una vez dije que era como mi hermana? En realidad, es una de mis parejas, y fue gracias a mi relación con ella que conocí a Newt y ahora él y su mujer son prácticamente mis padres... aunque los llamo abuelos debido a la diferencia de edad. Por cierto, ellos también esperan conocerte a ti y a Petunia, saben sobre esto y esperan ver cómo son"(Red)
"¿Saben sobre esto? ¡¿Y están de acuerdo?!"(Lily)
"Bueno, sí... quizás hay un secreto que no le conté a nadie y solo los Scamander y pocas personas más saben. Yo no soy humano"(Red)
"¡¿Qué?!"(Lily)
"Debiste haberlo supuesto, digo, mírame, no soy normal y hay cosas que no viste de mí. Es por eso que, aunque la idea no les parezca correcta, lo aceptan. Soy casi un humano, pero mi... 'especie' tiene la costumbre de tener varias parejas. Es algo que no puedo evitar y por eso no puedo imaginar una vida sin ti y tu hermana, aunque te parezca grotesco", mentí como un campeón mientras me aseguraba de que mi [Control de sangre] a través de mis manos fuera imperceptible para ella.
"¿Cuál es tu especie?"(Lily)
"No tiene nombre, no está registrado al menos. Además, soy el único ejemplar vivo actualmente, así que... Dejemos de lado lo que soy y piensa en todo lo demás que te dije"(Red)
"Eso... es mucho para aceptar", dijo, perdida en sus pensamientos mientras un leve tic era detectado en su pie.
"Mira, te amo, y eso puedo atestiguarlo incluso bajo el veritaserum más fuerte de este mundo. Yo... solo quiero no tener que separarme de ti ni tener la culpa de separarte de tu hermana cuando nos vayamos. Sí, tengo o tendré muchas parejas, pero juro sobre mi propia vida que mi amor por ti nunca disminuirá. Quiero que ese tiempo juntos que pasamos desde que somos niños siga ocurriendo para siempre y que no sean solo un triste recuerdo al final del día de personas que jamás volveremos a ver. No quiero forzarte, pero al menos no me dañes mucho si lo rechazas", dije mientras la abrazaba con fuerza sin dejarle ver mi rostro.
Seguí así un rato, dándole dramatismo, hasta que ella se separó de mí queriendo hablar una vez más.
"Pero ¿cómo iría a funcionar si...?"
"Déjame eso a mí, aseguraré que funcione, siempre lo hago", respondí con seguridad, sabía que ella generó cierta dependencia hacia mí por mis acciones del pasado.
"..."(Lily)
"¿Lily?"(Red)
"No quiero una relación así", se quejó mirando a la pared y pisando fuerte el suelo. "Yo quería casarme y... pero no quiero perderte a ti o a mi hermana", refunfuñó mientras luchaba dentro de su cabeza.
"..."(Red)
"Bien", murmuró.
"¿Cómo?"(Red)
"Que está bien, haz tu magia, no quiero que te vayas", dijo con ojos llorosos y un fuerte sonrojo.
Antes de que dijera algo más, sus labios fueron atacados por los míos y mi lengua invadió su boca sin ninguna contención. Ella intentó liberarse al principio por la sorpresa, pero luego se dejó llevar tratando de entender esas nuevas sensaciones que estaba probando.
"Pero si no me gusta cómo van las cosas, todo termina", proclamó cuando nuestras bocas se separaron, aunque con cierta dificultad.
"Si así lo deseas, aunque no hará que me rinda. Una vez mía, siempre mía", acepté, pero era una mentira, no la perdería ante nada.