Capitulo 175

En cuanto Gerald se levantó, se dio cuenta de que mucha gente en la cafetería le miraba con asombro. Sobre todo los hombres y las mujeres que en ese momento estaban discutiendo y hablando de la Villa en la Cima de la Montaña. Probablemente se debía a que Gerald había estado demasiado absorto en su llamada telefónica de antes y se había olvidado de dónde estaba cuando charlaba con Yoel. Por lo tanto, sus palabras debieron sorprender y escandalizar a la gente que le rodeaba. "¡Pfft!". Alguien rompió el silencio mientras estallaba en carcajadas. "¡Maldita sea! Este tipo es tan ridículo. ¿Quiere ir y echarle un vistazo a la Villa en la Cima de la Montaña?". "¡Jajaja! ¿Es posible que la presión de conseguir un empleo sea tan grande que esté convirtiendo a la gente en lunáticos?". "¿Qué? Incluso dijo que iba a ser un invitado VIP. Jajaja. Arrodillémonos para darle la bienvenida. ¡Jajaja!". "Idiota...". Todo el mundo empezó a reírse. Algunos empezaron a ridiculizar a Gerald sin mostrarle nada de respeto. Gerald se limitó a limpiarse la boca antes de negar con la cabeza con una sonrisa irónica en el rostro. Después de todo, ¡no tenía forma de explicarse en esta situación! Después de salir de la puerta de la escuela, Gerald pidió un taxi antes de llegar al pie de la Villa en la cima de la montaña, donde estaba la sala de exposiciones. La entrada. Estaba rodeada de coches de lujo. Constantemente entraban y salían figuras muy poderosas e importantes. Gerald pudo ver claramente dos pasillos que conducían al interior mientras estaba en la entrada. Uno era el pasillo de los VIP y el otro el de los clientes ordinarios. Por supuesto, relativamente hablando, los clientes ordinarios de ese lugar también eran todos extraordinarios. "¿Hmm? ¿Dónde está Yoel? ¿No dijo que me esperaría frente a la entrada del pasaje VIP?". Gerald no pudo ver a Yoel en absoluto. ¿Había otra entrada al pasillo VIP? Gerald se quedó pensando un rato antes de levantar el pie para entrar en la sala de exposiciones. "¿Gerald?". De repente, en ese momento, una voz femenina sorprendida sonó detrás de él. Gerald se giró y vio a una mujer vestida con un uniforme negro. Tenía una muy buena figura y una apariencia impresionante. Gerald no pudo evitar quedarse congelado en su sitio. "¿Prima Rita?". ¿No era esta la prima segunda de Mila, Rita? ¡Ella era la que había intentado ponerle las cosas difíciles en el banquete de cumpleaños de la abuela de Mila! Más tarde, Gerald pudo recordar que Rita tenía una expresión muy complicada en su rostro cuando finalmente descubrió que el Lamborghini le pertenecía. Al principio, después de este incidente, Gerald pensó que no volvería a encontrarse con Rita tan pronto. Además, lo que había pasado con Mila al final todavía no era concluyente. Ambos sólo se habían reunido ocasionalmente para comer juntos en los últimos dos días. Sin embargo, Gerald realmente no esperaba volver a ver a Rita allí, sólo unos días después. Además, delante del pecho de Rita había una insignia: ¡Directora de Diseño, Rita! ¡Maldita sea! ¿Rita diseñó la Villa de la Cima de la Montaña? Sabía que Rita era muy sorprendente, muy inteligente académicamente, y también muy fría y arrogante. Sin embargo, no esperaba que fuera tan capaz. ¿Qué edad tenía? ¡Sólo tenía veinticinco años! Aparentemente satisfecha con la expresión de Gerald, Rita sonrió débilmente antes de decir: "Jejeje. Hoy es el día de la exposición de la Villa en la Cima de la Montaña. ¿Qué haces aquí?". "Estoy aquí para...". "¡No me digas que estás aquí para participar en la exposición! Sólo puedes echar un vistazo. Puedo decirte honestamente que nunca serás capaz de pagar esta villa. Sé que has ganado decenas de millones de dólares en la lotería y que te has comprado un coche deportivo de lujo. Sin embargo, no deberías ni siquiera pensar en comprar esta villa. No sé cuánto dinero te queda, pero si estás interesado en comprar una casa, ¡puedo recomendarte algunas que se venden a precios normales!". Rita ya se había ajustado la montura de las gafas y habló fríamente antes de que Gerald pudiera terminar de hablar. Sí. Rita se había quedado realmente sorprendida cuando vio el coche deportivo de lujo que valía tres millones de dólares la última vez. Siempre se había preguntado si Gerald podría ser esa persona. Como resultado, no. Gerald sólo era una persona patética que ganó la lotería. Y pensar que ese día se sintió tan apenada y arrepentida sólo por él. Ya que lo pensaba, sentía que había sido realmente ridícula. Ese día, incluso pensó en competir con su prima hermana para ganarse el favor de Gerald. ¡Puaj! ¡Puaj! ¡Puaj!