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Preludio del cambio 2.189

Alfia y Meteria solo acompañaron a Uriel hasta la habitación que tenía preparada Hera para que esperaran las visitas, al lado de su enorme habitación que casi se extendía por todo el cuarto piso de la mansión. Ya que ellas, como simples ejecutivas, no se les permitía utilizar dicho lugar. Solo iban a estar, Jason, Odiseo y Aquiles junto a Viggo. Uno era el capitán de la familia, los otros dos sus ayudantes de confianza y Viggo, quien era el esposo de su socia de negocios.

En estos momentos, Viggo estaba sentado en un sillón de un cuerpo. Odiseo y Aquiles sentados en otros dos sillones de tres cuerpos, uno a cada lado y al otro lado, Jason sentado en un sillón de un cuerpo con un largo respaldo. Uriel estaba de pie sobre sus piernas, señalando las cosas en la mesita de centro que le llamaban la atención.

-No hay un remedio- dijo Jason con una sonrisa para Uriel, pero con una voz seria. Tenía el cabello rubio y alborotado mientras llevaba puesta una coraza de cuero negro sin mangas -la dama Hera ya lo ha intentado todo y a consultado incluso hasta el maestro, pero nada-

Odiseo y Aquiles sentados en los sillones a los lados, asintieron con expresiones tristes.

-Incluso la tía- dijo Viggo con una mirada pensativa

-Meteria es querida por todos nosotros, es alguien agradable y siempre está ahí para ayudar. No oirás a nadie de la familia hablando mal de ella- añadió Odiseo de cabello negro y corto. Jason y Aquiles asintieron a sus palabras.

-Es una pena ¿Cómo lo va a hacer con el bebé?- preguntó Viggo, algo acomplejado al saber de la situación de una mujer tan amable. Meteria debería haber estado al final de sus veintes.

-No lo ha compartido con nadie. Algunos creen que lo va a dejar con su hermana, pero lo dudo- respondió Jason, levantando a Uriel por las axilas y después bajándola, como si ella estuviera saltando por su cuenta. Cosa que a la bebé le encantaba y soltaba una risita contagiosa.

-¿Por qué lo dices?- preguntó Viggo -puedo ver a simple vista que Alfia es una persona desagradable, pero no creo que deje a su familia desamparada-

-Tampoco lo sabemos- respondió Aquiles, también de cabello rubio, pero ordenado y corto -pero ella da esa impresión. No sé, no la veo haciéndose cargo de un bebé. La dama Hera dijo que iba a hablar con Meteria y le pediría la custodia del niño que está por nacer. Sin embargo, eso fue hace un par de meses, cuando el padre murió. Hasta la hora no nos ha dicho nada al respecto-

-Entiendo-

-Hermano- dijo Jason -cambiemos de tema. Yo también quiero a Meteria, pero hablar de este tema me pone triste-

-Sí, es lo mejor- dijeron Odiseo y Aquiles al mismo tiempo.

-Tengo un nuevo poder- dijo Viggo con una voz animada para que ellos le pusieran atención. Jason, Odiseo y Aquiles lo quedaron mirando. Viggo sonrió con astucia y les dijo -no les puedo contar de los sueños, pero puedo ver cosas a la distancia. Todavía no entiendo muy bien mi poder, pero sé que requiere una conexión con el objeto a encontrar-

Jason sonrió, sentó a Uriel sobre sus rodillas mirando hacia la mesa y a Viggo del otro lado y preguntó con una sonrisa astuta -ok ¿Cómo podemos probar eso?-

-Bueno, he estado haciendo experimentos y he hecho mis anotaciones- dijo Viggo levantando las cejas varias veces, como para que ellos se asombraran. Jason, Odiseo y Aquiles soltaron una carcajada, ya que ellos conocían a Viggo y él no era de andar anotando o ser metódico.

Viggo busco en la bolsa que tenía al lado del sillón, donde estaban los juguetes y cosas de Uriel y encontró su libreta. La abrió en las primeras hojas y enumero -ok, primero, los objetos deben ser similares y tener un punto en común-

-¿Por qué?- preguntó Odiseo, el más meticuloso y estudioso de los tres hermanos

-Bueno, verás, en un principio pensamos con Rosewisse…-

Jason tosió de forma burlesca y mascullo -pensó Rosewisse-

-Ok, lo entiendo- dijo Viggo -no voy a tomar todo el crédito, por eso mencione a Rosewisse-

-Vamos, mocoso, trata de engañar a otros, pero no a nosotros. Te conocemos desde que te cagabas en los pañales. No eres de andar anotando y hacer estudios-

-Sí, es verdad- dijeron Odiseo y Aquiles al mismo tiempo

Viggo frunció el ceño, les iba a gritar un par de verdades, como que había cambiado y madurado, pero por la cara que ellos ponían, no parecía que iba a tener mucho efecto. Viggo soltó un suspiro, asintió y continuo sin prestarles mucha atención -pensamos- dijo haciendo énfasis en su voz y después continúo hablando de forma normal -que todo se refería a una similitud entre los objetos. Sin embargo, es más profundo que eso. Es como si cada cosa tuviera su tonalidad y para ser más preciso, dicho objeto debía mantener dicha vibración-

-¿Vibración?- preguntó Odiseo

-Sí, es una idea que sacamos de padre- respondió Viggo -él dijo que cada magia tenía su propia vibración, como la cuerda de una guitarra o una lira. Un tono musical y que armonizando el mana con la vibración de la magia, podía adquirir el dominio de dicha magia-

-No entendí ni media palabra- dijo Jason

-Bueno, yo tampoco, pero a Rosewisse le hizo sentido y ahora está enfocada en mejorar su magia. Por otro lado, volviendo a mi nueva habilidad, se requiere un objeto similar, con las mismas propiedades que lo que se está buscando porque necesitas identificar la vibración de la energía del objeto. De esa manera, puedo encontrar cosas a la distancia. Con Rosewisse, Ana y Sakura llevamos unos días haciendo experimentos-

-Eso suena sospechoso- dijo Jason -que estabas tratando de encontrar en las chicas-

Viggo negó con una sonrisa y se explicó -tomamos dos objetos con la misma procedencia, ya sea un par de aros, dos manzanas y cosas que vinieran en pares o fueran lo más parecidos posibles. Ellas dejaron una muestra en una bandeja, en total veinte objetos. Los otros veinte objetos, similares a los que estaban en la bandeja, los ocultaron por el patio o al interior de la mansión. Una vez que fueron ocultados los veinte objetos, yo utilicé mi habilidad y los vi y describí el lugar en donde estaba en palabras mientras Rosewisse los anotaba-

-¿Cuánto fue el porcentaje de acierto?-

-Cien por ciento-

-Mentira…- dijo Odiseo, como si estuviera dudoso de esos datos sobre una habilidad nueva

Viggo levantó la mano y lo detuvo de continuar argumentando. Entonces Viggo dijo -me refiero a que un ciento por ciento en el porcentaje de hallazgo de los elementos. En pocas palabras, los encontramos todos, pero la precisión de mi descripción solo fue de un setenta por ciento-

-Eso suena más lógico- añadió Odiseo con una expresión seria y llevando su mano al mentón -pero ¿Por qué?-

-Bueno, sencillamente porque el rango de visión es pequeño. Solo ayer llegamos a esa conclusión. Si te soy sincero, no me había dado cuenta, pero lo que veo es el objeto en un rango de visión de treinta centímetros por treinta centímetros. Un puto cuadro-

-Hey- protesto Jason con Uriel sentada en sus rodillas -no digas palabrotas-

-Lo siento- dijo Viggo como si fuera de lo más normal. Desde que nació Uriel se prohibieron muchas palabras obscenas y vulgares. Viggo argumento que la bebé no entendía, pero a sus esposas no le pareció correcto y al final, tuvo que aprender a moderar su lengua.

-¿De qué se alimenta tu habilidad?- preguntó Odiseo -¿Mana, fuerza del alma?-

-¿Tienes alguna experiencia con la fuerza del alma?- preguntó Viggo sorprendido. Según su padre, era muy poca la gente que podía ocupar dicha fuerza. La mayoría con solo prender una vela estaría muerta. Así de poca era la fuerza del alma en la mayoría de las personas -porque si es así, podrías darme algunos consejos. Tengo problemas…-

Odiseo negó con una expresión seria -solo lo sé porque le hice la misma pregunta al maestro y él me explico los diferentes tipos de energía- dijo

-Entiendo, es una pena- respondió Viggo -y con respecto a la pregunta anterior, no, no es mana ni fuerza del alma. Hace un tiempo tuve problemas porque mi habilidad se activó y me dejo inconsciente. Se alimentaba de fuerza del alma, pero fue muy peligroso para mí y si no fuera por el estus, me habría ido mal. El hecho es que Kiara libero mi divinidad y he vuelto a ser un semi dios-

Jason, Odiseo y Aquiles lo quedaron mirando en silencio durante unos segundos. Jason miró a sus hermanos y les preguntó -¿Lo escuchas? "Volví a ser un semi dios" dice como si nada, el hijo de la gran…-

-Dijiste algo de las palabrotas- dijo Viggo

Jason lo miró a los ojos con el ceño fruncido, después miró a Uriel sentado en sus piernas y estirando sus pequeñas manos para alcanzar algo en la mesita de centro. Jason asintió y volvió a mirar a Viggo.

-Volviendo al tema, mi habilidad quedó ligada a mi divinidad. No soy un dios y según Kiara estoy lejos de serlo, pero podemos decir que tengo una habilidad que se alimenta de mi divinidad-

-¿Eso es bueno o malo?- preguntó Odiseo

-En el sentido que no me voy a morir porque una habilidad drena mi fuerza del alma, es bueno. Malo porque podría haber desarrollado mi habilidad en otra dirección, con un poder que me ayude en combate. Sin embargo, prefiero pensar que es bueno basándome en lo que me dijo mi maestro-

-¿Qué cosa?- preguntó Aquiles con los antebrazos apoyados en las piernas.

-En el hecho de que el rey de los dioses siempre es alguien del tipo combativo, pero que tiene la sabiduría y la iniciativa de acumular el conocimiento. Mi habilidad me puede ayudar a eso-

Los tres hermanos asintieron e iban a realizar más preguntas, pero alguien toco la puerta de la habitación. Ellos miraron y vieron que alguien la abrió sin esperar que ellos dieran su aprobación. Semiramis asomo su rostro enmarcado por su largo cabello negro y dijo -Viggo ¿Puedes venir un poco?-

-Sí, claro- respondió Viggo poniéndose de pie

Semiramis miró a Jason y le preguntó -¿Puedes cuidar a Uriel hasta que Viggo vuelva?-

-No hay problema- respondió Jason

Viggo camino a la puerta y escucho como Aquiles se quejaba con Jason que había tenido demasiado tiempo a Uriel para sí mismo. Era hora de que se la pasara. Viggo negó con la cabeza, pensando que estos tipos creían que su hija era una especie de juguete lindo que se lo podían pasar. Bueno, Aquiles tenía sus razones, pronto se notaría el embarazo de Flora y ella tendría que contarle a su padre. Viggo se preguntó como reaccionaria su viejo en ese momento.

Viggo salió al pasillo donde lo esperaba Semiramis. Él camino hasta detenerse a unos treinta centímetros de distancia y quedó mirando.

Semiramis lo miró a los ojos, tendió su mano y abrió sus dedos, mostrando una piedra mineral -quisiera pedir que ocuparas tu habilidad con esto. Si funciona bien, será un gran negocio- dijo

Viggo la quedó mirando a los ojos, asintió y tomo la piedra en sus manos -¿Qué gano de todo esto?- preguntó de forma astuta. Semiramis torno los ojos al techo en un gesto de fastidio, sexy y divertido. Viggo soltó una risita y cerró su mano sosteniendo el mineral. Él concentro su mente en su núcleo divino, una pequeña esfera alrededor de su alma, como si fuera una estrella alrededor del sol. Después canalizo energía divina a su cuerpo y sus pupilas que siempre eran azules, obtuvieron un brillo dorado.

-¿Qué busco?- preguntó Viggo

-Es un mineral de una mina, en una de las montañas en el reino de Sharm- dijo Semiramis -la mina todavía produce minerales para hacer acero de damasco, pero la dama Hera tiene sus dudas-

La visión de Viggo se movió a gran velocidad como si fuera un pájaro que volaba con dirección Sur, hacia un gran conjunto de montañas y valles. La visión de Viggo siguió viajando hasta que se lanzó en picada contra una montaña de superficie rocosa y encontró una cueva oscura. Su visión se movió a través del túnel que se introducía en la montaña y después descendía en espiral hasta llegar a un callejón sin salida. Ahí encontró a un grupo de cincuenta enanos picando la roca y moviendo vagones metálicos por un riel, llenos de minerales similares a los que decía Semiramis.

-Vamos, apúrense, no debe quedar nada- grito el que debió ser el capataz. Viggo no lo pudo distinguir por la oscuridad y su pequeño rango de visión, pero lo escucho fuerte y claro -esto debe quedar vacío-

Viggo cerró sus ojos y cortó el suministro de energía divina a su habilidad. Entonces sintió la tensión por todo su cuerpo. Él abrió los ojos, le tendió el mineral a Semiramis y le dijo -te están tratando de engañar. En estos momentos están sacando lo que queda del mineral-

-Eso- dijo Semiramis frunciendo el ceño, pero después levantó su rostro, miró a Viggo y le dio un beso -eso es bueno, no nos podrán engañar-

Ella paso a su lado con una actitud digna y firme. Viggo se dio la vuelta y vio como ella llegaba a la puerta de la habitación de Hera y entraba con seguridad.

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