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CAPÍTULO 27- Mi primer amigo y amor.

CAPÍTULO 27- Mi primer amigo y amor.

(Pov- Sant.)

¡Toooooonto! ¡Ahhhhhhhhhh! ¡¿Por qué los Reyes Demonio siempre me hacen trabajar más?!

Sé que mi trabajo es administrar los infiernos y asegurarme de que ningún Rey Demonio se aproveche de su poder, ¡pero siempre hay algún idiota que intenta salir del infierno y conquistar un mundo! ¡¿Por qué mierda quieren conquistar un mundo?! ¡No tiene sentido! Solo me dan trabajo extra.

—¡No lo volveré a hacer, no me mates!

Le destruí la cabeza a este estúpido intento de Rey Demonio con mi puño.

—Tsk. Tendré que conseguir un reemplazo rápido.

Los Reyes Demonio se encargan de cuidar los infiernos, yo me encargo de administrar los infiernos.

A diferencia de los Reyes Demonio falsos que existen en algunos mundos mágicos, los Reyes Demonio de los infiernos son Dioses.

Literalmente no les falta nada. ¿Por qué insisten en querer salir del infierno y conquistar un mundo?

—¿Acaso el título de Rey Demonio les da retraso mental?

No lo sé. Maldita sea.

Después de conseguir un reemplazo para ese Rey Demonio, entré a mi habitación y me acosté en mi cama.

—Ah... Mi turno terminó.

Bien... ¡Ya puedo comenzar a dibujar!

—Fufu. Mi lindo esposo no se enterará de que lo dibujé, puedo hacerlo.

Una notificación llegó a mi teléfono.

Tsk. Espero que no sea más trabajo. ¡Ya terminó mi turno! Si es otro Rey Demonio, le daré una muerte muy lenta y dolorosa.

Saqué mi teléfono de mi bolsillo y miré la pantalla.

Ah, es un mensaje de Nel, enviándome los detalles de su noche con Dreimo. ¡Ya tengo inspiración para dibujar!

Me sentiría traicionada si Nel fuera mujer, pero es hombre, que Dreimo tuviera sexo con él no me molesta, al contrario, me excita... ¿Acaso tengo un fetiche NTR? Mmm. Creo que sí, pero solo con hombres.

[Gracias por la información. Me será muy útil.]

Fufu. Demasiado útil. Mientras Dreimo no me vea dibujando, no se enojará conmigo. ¡Y es para uso privado!

[Ahora es tu turno. En el pasado Dreimo me dijo que nunca tuvo amigos, pero tú dices que lo conoces desde hace tiempo. ¿Por qué no te considera su amiga? Intenté investigar, pero nadie me quiso decir nada sobre Dreimo y los sitios de internet con su información no están disponibles. ¿Quién es Dreimo realmente?]

Todos evitan hablar de Dreimo y está prohibido mencionarlo, después de todo, él es considerado una amenaza viviente para los Dioses. Ahora que él es un humano, todos tratan de olvidarlo, pues en el pasado intentaron matarlo porque pensaban que ahora que Dreimo era humano, él sería más débil. Fufu. Fue muy gracioso verlos morir pidiéndole piedad a Dreimo.

Ahora todos tratan de olvidar para siempre a Dreimo e ignoran su presencia.

[Es una larga historia.]

Conocí a Dreimo cuando yo tenía 8 años, en la academia Godfer. Los semidioses aptos para ser Dioses se preparan en la academia para aprender a ser un Dios. No cualquiera puede ser un Dios.

Yo era la hija de la Diosa del infierno. Mi madre tenía la mala fama de ser alguien cruel con todos. Cualquier Dios que se metía con ella terminaba muerto. La mayoría de los Dioses la odiaban. Y yo, como su hija, sufrí las consecuencias de eso. Todos me consideraban el hijo de un monstruo y se alejaban de mí, pues me tenían miedo, pues pensaban que yo les traería mala suerte.

Pasaba mis días sola y no hablaba con nadie. No tenía amigos, pues todos se alejaban de mí por miedo. Pero un chico de cabello rosa se acercó a mí. Por primera vez, alguien no me tenía miedo.

—¡Hola! ¡Mi nombre es Dreimo! ¡Soy el hijo del Dios protector de la naturaleza y la Diosa del amor! ¿Puedo sentarme contigo? Todos los lugares ya están ocupados.

—C-claro.

Un sonriente Dreimo se acercó a mí.

Él parecía alguien tan alegre y puro.

Nadie se imaginaría que alguien así se convertiría en la pesadilla de los Dioses.

—Ah, es mi primer día y todos me están ignorando. Es bueno conocer a alguien que no me trata mal.

—¿También te tratan mal? ¿Por qué?

—Oh, ¿también? Supongo que estamos en la misma situación. En mi caso es porque mi alma es muy rara... Supongo. Mis padres dicen que tengo el alma más perfecta. Por culpa de mi alma, todos me consideran un fenómeno. ¿No se supone que tener un alma perfecta es bueno?

—Creo que simplemente te tienen envidia... Yo soy... Yo soy la hija de la Diosa del infierno.

Tenía miedo de que él también me tuviera miedo, pero su reacción fue muy diferente.

—¡Oh! ¡Genial! ¡¿Serás la próxima Diosa del infierno?! ¡Serás una de las Diosas más importantes! ¡Genial! Yo estoy destinado a ser el Dios del amor.

—¿N-no te doy miedo?

—¿Por qué me darías miedo?

—¿No has escuchado los rumores sobre mi madre?

—Pero tú no eres tu madre. Le tengo que tener miedo a tu madre, no a ti. Mi padre me dijo que nunca debo creer en rumores ni juzgar a las personas sin conocerlas. ¡Comencemos de nuevo, pero esta vez como si fuéramos personas normales! ¡Hola, mi nombre es Dreimo, es un placer conocerte!

Él me extendió su mano mientras mantenía una gran sonrisa en su rostro.

—Mi nombre... Me gusta que me llamen Sant, es un placer.

Nos tomamos de la mano y nuestra amistad comenzó.

Ya no estaba sola, tenía un amigo. Dreimo era molestado por los demás por envidia de su alma. Se aprovechaban de él por ser un chico que odiaba la violencia y no se atrevía a defenderse. Cuando otros lo golpeaban, yo lo defendía y terminaba casi matando a los demás.

Cuando le pregunté a Dreimo el por qué nunca se defendía, él dijo: "La violencia no tiene nada de lindo. Mi madre me dijo que la violencia es algo malo."

Para no decepcionar a su madre, Dreimo nunca se defendía cuando lo golpeaban, así que él era la víctima perfecta.

Pero yo siempre lo defendí, hasta que los demás se cansaron de ser humillados por mí y dejaron de molestarlo.

Dreimo fue mi primer y único amigo... Incluso mi primer amor. Creí que mi tipo de hombre serían los hombres poderosos y geniales, pero...

—Toma.

Cuando Dreimo me entregó esa hermosa rosa roja, mi corazón comenzó a latir muy rápido.

—Muchas gracias por defenderme siempre, Sant. Gracias a ti, dejaron de molestarme. No sé mucho sobre flores, pero espero que te guste. Es igual de hermosa que tú.

Aunque parezca algo muy superficial, eso fue suficiente para robarme el corazón.

Durante los siguientes años, nuestra amistad mejoraba. Incluso prometimos casarnos cuando ambos fuéramos Dioses verdaderos... Hasta que ese día llegó.

Cuando cumplí 15 años, Dreimo fue a mi casa y...

—Oh. Vaya, vaya. Tú debes de ser Dreimo.

Conoció a mi madre, la Diosa del infierno... Y la mujer que arruinaría la vida de Dreimo.

—¡Es un placer conocerla, Diosa del infierno! ¿Cómo le gustaría ser llamada? Tengo entendido que usted se llama igual que su hija. ¡Por cierto, es un hermoso nombre, al igual que usted y su hija!

—Puedes llamarme Sant, no te preocupes.

—¡Dreimo, ¿qué haces aquí?!

—¡Ten, tu regalo de cumpleaños!

—¡Te dije que nunca vinieras a mi casa!

—Ah... Lo siento, se me olvidó. ¡Por cierto, también le traje un regalo a tu madre!

Dreimo le entregó una caja de chocolates.

—Mi madre me dijo que a las mujeres les gusta el chocolate. Espero que le gusten, ¡yo mismo las hice! ¡Le aseguro que los chocolates están deliciosos!

—Vaya, vaya. Es un lindo gesto de tu parte. Eres muy lindo y adorable. Hija, ¿por qué nunca me lo presentaste? Parece un buen chico.

—Gracias. Sant me dijo que usted siempre está ocupada y no quería ser molestada.

—No me molestaría tu presencia, Dreimo. Ven a visitarme cuando quieras. Vamos, entra, no seas tímido. Le hice un pastel a mi hija.

—¡Muchas gracias por la invitación!

Y sin saberlo, cuando Dreimo entró a mi casa, selló su destino.

[Después te cuento lo demás, necesito dibujar.]

[¡No me dejes con el suspenso! ¡¿Qué pasó después?!]

Apagué mi teléfono y comencé a dibujar.

No me gusta pensar tanto en el pasado. Si hubiera evitado que... No... Ah... El pasado no puede cambiar.

Tuvimos una linda amistad por años, y todo se derrumbó ese día.

Al día siguiente de mi cumpleaños, Dreimo desapareció por años.

(Pov- Dreimo.)

Ah, siento un escalofrío. Tengo frío. ¡El invierno se acerca! Las personas normales usan ropa de invierno. Yo puedo usar magia para calentar mi cuerpo, ¡pero ahora soy el señor normal! Iré a comprar ropa de invierno más tarde con Yuik.

Después de acomodar algunos libros, me acerco a Yuik, que está limpiando una mesa.

—Yuik, después de trabajo iremos a comprar ropa de invierno. Pronto comenzará el invierno y no quiero que tengamos frío.

Yuik asintió y estiré los brazos.

Ah... Bueno, debo volver al trabajo.

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