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Un Encuentro Predestinado (II)

Desde el centro de la ciudad pude escuchar una leve voz, parecía la de una chica perdida que llamaba a sus padres. Me apresuré para intentar localizarla y cuando giré a la derecha por una calle la vi. Al final una pequeña silueta humana estaba siendo perseguida por 2 monstruos.

Intenté apurarme, llegar antes que él, solo un poco más. En ese instante otra bestia apareció de la nada y aplastó su cuerpo. Entre los 3 comenzaron a alimentarse de los pequeños restos de la pobre e inocente joven.

¡Maldita sea! Me dan ganas de ir a matarlos... sin embargo me calmé, respiré hondo y me fui del lugar. En el estado que estoy ahora me es imposible enfrentarme a todos a la vez y salir ileso.

Me alejé de la ciudad lo más pronto que pude y regresé al camino. Quería olvidar esa macabra escena de mi mente, pero siento no será tan fácil...

Me mantuve viajando durante los calurosos días y acampando en la frías noches. Rellené mis botellas con agua cuando encontré un río y mi mochila con manzanas en cuanto vi un árbol con esas frutas.

Debo mantener los recursos que pueda. Tengo que llegar al final a como de lugar.

Tras esa última experiencia me he vuelto más paranoico. Me escondo inmediatamente al escuchar algún ruido o ver alguna sombra para evitar una posible emboscada, espero que se calme por completo antes de retomar mi camino. Comencé a evadir la carretera principal e irme por rutas alternativas. Se que me demoraré más, aunque hago lo necesario para mantenerme con vida. Si me hieren de gravedad no habrá nadie para curarme y todo será en vano.

No puedo permitirme pelear sin sentido, debo continuar.

Unos días después piso algo metálico sin darme cuenta, era un letrero que indica la entrada a una ciudad. ¿Donde? En cualquier dirección a donde mire no puedo encontrar rastros de civilización. Sigo lo que parece un sendero y finalmente puedo divisar los restos de un edificio en la distancia. Es horrible, parecen ruinas de cientos de años. Edificios por los suelos, iglesias derrumbadas, casas destrozadas y algunos pedazos de cadáveres humanos tirados por ahí. Di media vuelta antes de que el olor a putrefacción me diera nauseas y retomé la ruta original.

Quizá debería dedicarle un rezo a los que pueda... no, no tengo tiempo que perder con eso, al fin y al cabo no soy un creyente. Tengo una tarea que cumplir.

¿Me pregunto cuando empecé a ser tan frío? Tal vez esto de estar solo me está empezando a afectar más de lo que creo. Quizás tenía razón después de todo, no merezco que me llamen héroe. Tan solo soy un cobarde.

No importa, nada lo hace.

Por ahora mi prioridad es llegar ahí. No puedo morir antes de lograrlo.

Me gustaría saber cuanto tiempo llevo viajando. ¿Hace cuantas horas? ¿Cuantos días? ¿Cuanto me falta por llegar? ¿Cuando salí de mi hogar? ¿... que era tan importante que me hizo abandonarla en primer lugar?

Mi cuerpo avanza por inercia mientras mi mente vaga entre mis pensamientos, desconectada de la realidad. Ya no me queda más que media botella de agua y una manzana. Quizás debí haber buscado más a fondo en la última ciudad por suministros.

¡No! Debo seguir adelante... pero.

(¿Por qué sigues adelante?)

No lo sé. Sólo debo avanzar.

(¿Qué es lo que buscas?)

¿Qué busco? Yo también me lo pregunto. ¿Qué era?

(¿No estás cansado?)

¿Cansado? Ahora que lo pienso mis pies arden, mi garganta está seca, no sale ninguna palabra de mi boca por más que lo intente.

(¿No deberías descansar un poco?)

... si. Tal vez debería descansar un poco... luego continuaré mi viaje...

¿Hacia donde? ¿Por qué razón?

Esas preguntas dan vuelta en mi cabeza entretanto todo se desvanece...

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