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Capitulo 2: Sistema de fantasía

Goku estaba sentado en un banco del patio central de la academia junto a Murayama disfrutando del breve recreo.

-Después de economía nos toca literatura ¿no? -Murayama asintió ante la pregunta de su amigo, quien suspiró bajando sus hombros con derrota.

-Déjame adivinar... ¿no has hecho el trabajo que nos encargaron... hace dos semanas? -preguntó Murayama conociendo muy bien a su amigo.

-Jajaja, esta vez te equivocas, lo hice ayer por la noche -respondió Goku ya que se pasó media noche haciéndolo y con la calidad de internet que había tardó un poco en reunir información.

-Hump -Murayama cruzó sus brazos inflando a su vez sus mejillas, Goku era bastante imprevisible.

"SAL DE AHÍ ISE"

Ambos se giraron al ver que dos miembros del trio de pervertidos escapaban de los vestuarios del club de natación, uno se quedó atrás.

-¡Bastardos no me dejen atrás! -gritó Issei puesto que cuando intentó escapar resbaló con una piel de plátano, tragó al ver auras oscuras rodeando a las chicas del club de natación, quienes sostenían escobas con las que seguro no iban a barrer.

-¿Sigues diciendo que no hay que quemar a ese pervertido? -preguntó Murayama viendo con una sonrisa satisfactoria cómo maltrataban a Issei.

Goku se encogió de hombros con una sonrisa nerviosa observando a Murayama, antes de que ambos se echaran a reír sin motivo alguno.

Horas después.

Un manto de lobreguez se había expandido por el cielo de Kuoh indicando el comienzo de la noche, el sol iluminaba otra parte del planeta mientras la luna refulgía sobre aquella ciudad sobrenatural.

Goku estaba caminando hacia su casa después de varias horas en el local donde trabajaba como camarero, no tuvo prácticas de kendō hoy así que tuvo más trabajo pero no estaba cansado.

Juhee era comprensiva en ese aspecto con su empleado, sabía que se esforzaba bastante en sus estudios así que permitía que faltase unas horas cuando Goku tenía entrenamientos en el club de kendō, cuyo caso no se ocurrió hoy.

Juhee bufaba al ver a cierta clientela femenina que venía cada tarde exclusivamente para ver a Goku trabajar, ella quería a Goku como a un hijo suyo y no permitiría que le pasara nada malo.

Mañana si que tendría bastantes prácticas con el club puesto que durante el fin de semana tendrían lugar las eliminatorias para el torneo nacional de kendō, así que tendrían que estar preparados.

De todas formas iba a hacer ejercicios de meditación al llegar a casa, tenía por costumbre hacerlo por las mañanas y por las noches y no iba a perder un buen hábito como lo era aquél.

Sacó su celular para ver qué hora era y vio que marcaban las nueve de la noche. Sigh... -suspiró- el tiempo pasó rápidamente y no se dio cuenta.

"¿Un mensaje?"- se preguntó Goku al ver la notificación, habitualmente le llegaban mensajes del grupo de whatsapp donde estaban los de su clase pero pocas veces tenía tiempo de leerlos.

"Hola Goku, ¿cómo estás? Es raro que te lo pregunte cuando nos hemos visto hace unas horas. Como no hemos tenido prácticas hoy pensaba que podríamos ir a tomar algo y charlar si quieres"

Murayama fue quien le mensajeó... ¡Hace tres horas! Con todo el trabajo que tuvo hoy no tuvo tiempo de mirar su móvil, esto era un problema.

"Le responderé cuando llegue a casa"- discurrió Goku ya que era lo único que podía hacer ahora, lo que menos deseaba es que su amistad con Murayama se estropease por algo como eso.

Guardó el teléfono en el bolsillo izquierdo de su pantalón oscuro, de todas formas volvería a sacarlo pronto pues su departamento estaba a unos metros y a ese ritmo llegaría en nada.

Estaba situado a las afueras de Kuoh, fue lo más barato que pudo encontrar al llegar. Pese a aquello no se quejaba, mientras tuviera un sitio en el que descansar unas horas estaba satisfecho.

De repente el aire comenzó a volverse pesado.. tan pesado que se le hizo difícil respirar. Incluso se percató de las intenciones llenas de maldad que se encontraban presentes en el ambiente.

"Oh, mira lo que tenemos aquí"

Goku se giró al oír una voz femenina detrás de él y al hacerlo se llevó una enorme sorpresa que llenó de miedo su corazón como nunca antes.

Vio una mujer sumamente hermosa de cabello azabache con ojos violáceos y cuerpo bastante voluptuoso que fácilmente se veía gracias al traje revelador de dominatriz que vestía la mujer.

Lo que más destacaba de ella era el par de alas oscuras que salían de su espalda... Goku asoció aquella imagen a la de un ángel ¿de alas negras?

-¿Qué eres? ¿Un ángel? -preguntó Goku mientras miraba a su alrededor en busca de un instrumento con el cual defenderse, pero no vio ninguno... Aquello le asustó todavía más.

-Casi aciertas niño, pero soy un ángel caído -habló Reynare con una sonrisa de superioridad en su rostro- he tenido un mal día y pienso que tu puedes ayudarme con eso... de cierta manera.

Reynare preferiría estar en otro lugar menos en aquella ciudad, Kokabiel les había obligado a ella y a otros ángeles caídos a mantenerse en Kuoh.

Reynare tuvo un mal día, daba gracias a Dios por que hubiera aparecido un humano sobre el cual descargar toda la frustración que acumulaba.

-No, gracias, algo me dice que ayudarte no será un beneficio para mí -contestó Goku intentando mantenerse firme mientras se ponía en guardia, no moriría sin luchar hasta quedarse sin aliento.

-Oh bien, me gustan los chicos duros -Reynare sonrió antes de alzar su mano derecha, acción que generó bastante intriga en Goku- ¡pero me gustaría todavía más verte muerto humano!

Goku, pensando que Reynare iba a iniciar un combate cuerpo a cuerpo, cruzó sus dos brazos intentando protegerse, pero no contó con que ella creara una lanza de energía sacra y se la lanzara, clavándosela enteramente en su abdomen.

Su cuerpo cayó lentamente al suelo y al instante se formó charco de sangre bajo su figura inerte debido a la hemorragia masiva en su abdomen.

Reynare sonrió al ver el líquido carmesí de la vida manchando el asfalto de aquella zona, dio un par de pasos y se agachó a la altura del pelinegro.

-Uh... gracias, ahora me siento mejor -aseveró Reynare con una sonrisa burlona en su rostro- ¿sabes una cosa? lamento haberte matado, pero necesitaba descargar mi rabia sobre alguien... y apareciste tú, espero que no te enfades por eso.

"¿Que espera que no me enfade?"- se preguntó Goku haciendo un esfuerzo por mantenerse con vida, pero le estaba costando cada vez más.

Con esas últimas palabras Reynare se levantó y se alzó al vuelo aleteando sus alas bajo la luz lunar, mientras Goku exhalaba sus últimos aires.

Goku pov.

¡No! Me negaba a morir hoy, no podía morir aquí tirado en la calle asesinado por un ángel caído.

Realmente no alcanzaba a entender cómo es que existían los ángeles caídos, si ellos existían eso quería decir que los ángeles y los demonios también, ¿por qué no dragones y dioses?

Las imágenes de mi vida pasaron por mi mente: los momentos con mi abuelo, los momentos que viví en Kuoh en los últimos meses. No, morirme ahora sería algo... ¡sólo tengo diecisiete años!

Tosí sangre mientras sentía cómo mi cuerpo se iba enfriando... Murayama lo lamento, creo que al final nunca podremos quedar como lo quisiste.

Sangre salió de mi boca en aquel instante, sabía que mi interior de estaba desmoronando pero me negaba a aceptar que mi vida se acababa.

-¡No quiero morir! -grité yo, liberando lágrimas- ¡Sólo una más! Si tuviera una oportunidad más...

Maldije mi debilidad, si hubiera sido más fuerte yo... tal vez las cosas hubieran sido diferentes.

Todo se detuvo al instante. Intenté moverme pero no pudo, es como si mi cuerpo estuviera flotando en el vacío. De repente, sucedió algo extraño.

[Has cumplido con las condiciones de la "Quest secreta: voluntad inquebrantable"... por lo tanto obtenido el derecho a ser un jugador, ¿aceptas?]

"..."

Me quedé en silencio sin saber qué decir ante la voz femenina que sonaba en mi mente. ¿Quest? ¿Obtener el derecho? ¿Jugador? No sabía si eran alucinaciones, pero sabía que moriría pronto.

[En caso de rechazo, tu corazón se detendrá en 5.1 segundos aproximadamente, no tienes mucho tiempo remanente permitido para decidirte]

¿Qué opciones tenía de todas formas? Iba a morir si aceptaba o no, por que lo me conformé y acepté lo que decía la voz, aunque aquello no era más que una ilusión... una fantasía de mi mente...

[Bienvenido a "convertirte en jugador". El sistema procederá a instalarse en breves instantes... así que se comenzará por el escaneo del anfitrión]

¿Sistema? ¿Acaso soy uno de esos robots como los que veo en la televisión? Oh vaya, ¡Maldición!

<Escaneando al anfitrión...>

¿El sistema me estaba escaneando? No entendía nada de lo que decía la voz en mi cabeza, estaba más concentrado en poder mantenerme con vida.

<Escaneo completado>

De repente apareció una pantalla frente a mí, hice lo posible por concentrarme en leer lo que mostraba pero simplemente no pude hacerlo.

[Nombre: Son Goku]

[Edad actual: 17]

[Nivel actual: 1]

[Clase: Desconocida]

[Título: Desconocido]

¿Qué eran aquellas ranuras que había leído? No, definitivamente algo extraño estaba sucediendo. Estaba seguro de que no era una alucinación, así que tenía que averiguar qué era aquello.

[Felicidades, sistema instalado exitosamente]

Aquella voz sonó en mi mente nuevamente junto a una ventana flotante que surgió enfrente de mí justo cuando mis ojos se llenaron de oscuridad.

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