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Volumen 8: Capitulo 189

"Uff… Por poco esa espada termina en mi espalda."

Cuando dijo esas palabras, Lydia se puso detrás del soldado al que le había clavado la espada y luego lo empujó con la espada clavada a el individuo que estaba en frente haciendo que ambos queden pegados contra la otra pared del pasillo.

Entre gemidos de dolor y sufrimiento que provenían del individuo que tenía la espada clavada de su amigo, ella toma ventaja debido a que este individuo se encontraba delante y encima del desconocido que había clavado la espada en su amigo, para atravesar su Hoja en el pobre hombre y en tanto esto sucedía, la espada atraviesa el cuerpo y tambien es clavada en el cuerpo del individuo que estaba detrás, dejando a ambos compañeros desconocidos muertos.

XXX

Mientras Lydia se enfrentaba a los 4 individuos, Michael se enfrentaba a la misma cantidad de individuos que se encontraban en el otro lado del pasillo.

Michael no hizo ninguna pose de batalla, el simplemente camino hacia los cuatros individuos con su típico rostro serio y frio.

Cada paso que daba, lo hacía con delicadeza y perfección.

Los individuos con ropas de color oscuro y naranjas, al ver que esta persona se acercaba cada vez más, deciden apuntarle con las espadas y atacarlos.

El primero en atacarlo levanta la espada y hace un ataque con la espada levantada. Sin embargo, en el momento en que lo iba a atacar, Michael lo mira con sus ojos rojos que no paraban de brillar por la luz de la luna y detiene el ataque de espada sin tener que usar las manos.

El soldado cuando siente que no puede mover la espada y trata de seguir poniéndole fuerza para que la espada se dirigiera contra la cara de Michael, este grita "¡¿Por qué no te puedo mover la espada!?"

"¡Maldición! ¡¿Qué sucede?!"

Cuando el individuo que ataco a Michael gritó esto mientras trataba de mover su espada en el aire, él dirige su mirada a este individuo y responde a esas preguntas que él hizo con un tono y rostro serio…

"Ah…Sí que son tontos, atacan una casa noble como la nuestra sin saber quienes somos ¿Acaso son estúpidos?"

El soldado a llantos de terror pronuncia las siguientes palabras "Ahhhhhhh... ¿Qué hacen aquí los tres hijos principales de los Brizhan? Se supone que no estaban en su casa."

Cuando Michael escucha esas palabras, el con su mirada hace que el brazo con el que sostenía su espada se doble por completo hasta el momento en que parecía repugnante.

La espada de este individuo cae al suelo y el tambien lo hace.

Mientras caía al suelo, este hombre no paraba de llorar y gritar por el dolor que sentía al tener todo el brazo doblado y entre sufrimiento grita…

"¡Maldición! ¡¿Acaso esos nos son los ojos demoniacos?"

Al oir eso, Michael lo mira y seguido de haberlo hecho, el hijo mayor de los Brizhan provoca que el cuello de esta persona se tuerza hasta el punto de dejarlo sin vida.

Los demás individuos que estaban con el que acababa de morir, se asustan un montón al oir que estas personas eran los hijos de la familia Brizhan, los cuales poseían el ojo de control o como mayormente se los conoce [Los ojos demoniacos].

En el momento que los tres individuos comienzan a huir de Michael, el hace que las piernas de dos de ellos se tuerzan por completo y en el momento que el terceo huía de Michael, Sista con su ojo de control hace que una de las espadas que estaba en el piso se dirija hacia donde estaba huyendo este soldado y luego de haberlo hecho, esta espada atraviesa por completo a el soldado que trataba de huir.

Mientras tanto, los dos que estaban en el piso gritando de dolor y sufrimiento, continuaban vivos a propósito para que Michael pudiera sacarles información sobre lo que estaba sucediendo en esos momentos en su casa.

Desde detrás de Michael y Sista, se escucha a Lydia gritar con una sonrisa y con un poco de sangre en su vestido "Ah…Gracias a dios que dejaron a algunos vivos, porque yo mate sin querer y sin darme cuenta a los que tenía conmigo. ¡Perdón!"

Sista, con su típica forma alegre le responde a su hermana diciendo que no se preocupe, después de todo Michael se habia encargado de los cuatros dejando a dos en el piso y gritando de dolor.

Los tres hermanos de forma imponente y con sus ojos rojos resaltando en sus rostros, se acercan a los dos individuos a los que Michael les había torcido las piernas.

Los dos con las piernas torcidas al ver esto, empiezan a gritar como locos las siguientes palabras en un tono de dolor, miedo y sufrimiento…

"¡Aléjense malditos monstruos con ojos de demonios!"

"Ni se nos acerquen."

Lydia no puede contener su risa ante lo divertido que le parecía la situación y entre risas falsas dice "Jo, jo, jo, creo que llamarnos monstruos lo hace mas divertido."

Michael con pura frialdad mata a uno de los individuos torciéndole la cabeza y en el momento que hacía eso, el le decía estas palabras de manera seria y con su mirada muy pegada al individuo "Bueno… ¿Qué tal si nos cuentas un poco lo que esta sucediendo en estos momentos en nuestra casa? A no ser que quieras terminar como tu amigo de allá.

Dijo mientras señalaba al que acaba de morir por los ojos de control de Michael.

El soldado muy asustado y adolorido, no se contuvo a hablar sobre lo que estaba sucediendo y sobre el motivo por el que atacaron a la casa de su familia. Sin embargo, durante su dialogo, su sorpresa de los hechos aumentaba a medida que este individuo iba explicando las cosas. Esta persona había mencionado pertenecer a la iglesia, o, mejor dicho, a un grupo de asesinos de la misma institución.

Cuando oyeron que estos asesinos habían venido a matar a su padre y a su madrastra, ellos se sorprendieron. Sin embargo, los rostros de sorpresa de Michael y Sista, se fueron a los segundos, pero el de Lydia perduraba.

La diferencia estaba en que los dos hermanos mayores sabían que su padre se defendería, pero Lydia al nunca haber visto una pelea de su padre, que en realidad no lo era, se preocupaba por como podría terminar. Sin embargo, hubiera sido mejor que se preocuparan, ya que algo terrible estaba a punto de suceder.

Además de saber sobre el motivo del ataque de la iglesia a su casa, ellos en sus pensamientos tenían una idea sobre quien podría estar dirigiendo este ataque, esto si la información que el aventurero Zero les conto, era cierta.

De esta manera, sin perdón y arrepentimiento, Michael acabó sin dudarlo con la vida del último de los asesinos que había dejado con vida.

Luego, los tres se dirigieron a el cuarto de su padre lo más rápido posible para encontrar al culpable o a los culpables de lo que estaba sucediendo.

XXX

Mientras caminaban por esos pasillos, Lydia no podia dejar de mirar su ropa manchada con sangre y sus manos y espada robada.

~Hoy por primera vez en mi vida mate a cuatro personas y al principio no me di cuenta porque estaba tan feliz y alegre de poder enfrentarme a gente como lo había hecho en el juego. Sin embargo, ahora que lo pienso, las personas que mate tenían familias, incluso hijos en algunos casos. ~

De repente ella ve como su visión se empieza a tambalear y sus manos a temblar, no solo esto, sino que tambien siente un fuerte escalofrió que le recorre todo el cuerpo y le empieza a causar mucho miedo, pero durante estos momentos, ella respira y medita las siguientes palabras…

~Asesine a personas, pero porque se metieron con nosotros, asi que no tengo necesidad de sentir culpa o arrepentimientos. Era una decisión de vida o muerte, además no estamos en un mundo de color de rosas y para sobrevivir es necesario mantenerse firme. ~

Ella, tras decirse esas palabras en su cabeza, aprieta sus manos y continúa caminando junto a sus hermanos.

Luego de unos minutos, ellos llegan al cuarto de su padre y cuando Michael abre ferozmente la puerta, ve como la sala estaba llena de esos asesinos de la iglesia y no solo esto, sino que también había una mujer semi-desnuda con túnicas de color naranja y oscuras que solo cubrían sus partes esenciales….

Además, ella tenia un precioso cabello rojo y en sus manos llevaba un gran orbe rojo. Tambien, a sus dos costados había dos soldados con armaduras parecidas a la de los soldados que estaban en el palacio.

Después los tres hermanos notaron que en frente de esta mujer estaban sus dos hermanastros, Cilio y Selmina.

Selmina parecía tener un rostro triste y deprimido, mientras que Cilio tenia una gran sonrisa de felicidad y alegría máxima.

Cuando los tres hermanos principales de la familia Brizhan observaron mejor, ellos vieron mejor lo que sucedía en este cuarto.

La madre de Cilio y Selmina estaba tirada en el piso y muerta por lo que parecía.

Mir Brizhan se encontraba en su cama con una espada clavada en su pecho, que Cilio sostenía por encima

Lo que Michael y sus otros dos hermanos tenían en mente, era cierto.

Sus dos hermanastros que estaban relacionados con la iglesia, habían sido los protagonistas encargados de atacar su propia casa.

En el momento que todos se dan cuenta de la aparición de los tres principales hijos.

Mir, a duras penas y con sangre escupiendo de su boca mientras se encontraba en pijama y acostado, dice unas palabras dirigidas a Su hija menor y las dice en un tono tranquilo, melancólico y triste…

"Discúlpame Lydia por no haberte tratado como debería ser. Tendría que haber sido un buen padre desde un comienzo. Sin embargo, lo único que hice en tu vida, fue tratarte mal y despreciarte, pero me dejé llevar por el problema con tu madre y te hice la vida imposible. Perdón, Hija.

Seguido de estas palabras, Cilio saca la espada de su padre y mientras la vuelve a clavar en su pecho, el dice "¡Ya muere, viejo!"

Lydia tenia una expresión triste y el llanto no paraba.

Sus lagrimas salían y salían, los gritos eran fuertes y de dolor.

Mientras ella lloraba y gritaba por la muerte de su padre, Lydia no podia dejar de pensar en esto ~ ¿Por qué estoy llorando?~

~ ¿Por qué no paro de gritar? ~

~ ¿Porque me arde el corazón? ~

~Esta persona no es mi verdadero padre, no lo conozco y tampoco lo amo. ~

 ~ ¡Pero no entiendo porque después de escuchar esas palabras no puedo dejar de sentir este sufrimiento y dolor en mi pecho.~

En tanto ella se encontraba sentada en el piso llorando, Cilio y Selmina junto con los de la iglesia se marchaban a una gran velocidad de la mansión, mientras la chica hermosa y de pelo rojo decía estas palabras "Nuestro trabajo esta hecho, es hora de irnos."

-Continuara-

 

 

 

 

 

 

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