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Cap 134

Luego de que la comida terminase, Santiago que estaba relajado vio como un hombre joven, de unos 40 años se coloco recto detrás del anciano, el hombre vestido idéntico al anciano, pero con un cinto rojo con pequeñas estrellas doradas y con una sola escama negra colgándole hizo una reverencia profunda hacia Aarón.

"Sera un placer demostrar el poder de Valle Dragón y en especifico, mi secta de las espadas intocables"

El hombre que ignoro a Santiago y ni siquiera se presento lucia fresco como si acabase de burlarse de forma increíble de Santiago, pero este en vez de darle importancia al hombre acaricio su barriga llena de comida increíble y exótica de verdad por primera vez que había llegado a este mundo.

Viendo como Santiago estaba complaciente y relajado con su panza llena, contento y alegre, todos los que estaban mirando no sabían si reírse por la burla y su reacción, o molestarse, ¿Les estaba insultando o de verdad ni siquiera le molesto?

"Haaa... Bueno, ¿Peleamo?"(Santiago)

Tomando un sorbo de jugo de fruta para bajar los 15 platos que había devorado dejando impresiones malas en todos, Santiago rodo los ojos al sujeto detrás del anciano duque.

"Claro, hagámoslo en la arena oficial, ¿Ninguno se quejara de que sea un registro oficial o sí?"(Aarón)

Con total confianza en Santiago, Aarón que sabía de primera mano que Santiago era un monstruo aterrador, solo estaba mostrando cierta arrogancia al anciano que le hizo entrecerrar los ojos, no por nada tenía varios años encima, este estaba dudando de si asentir o no, pero al final, viendo como el niño hacia un gesto como si fuese lo normal, si él se retirase perdería toda la cara delante de todos en Valle Dragón.

"Para nada su majestad, por cierto, ¿Podría preguntar por el registro del joven?"(Braes)

Cuando el anciano pregunto, todos se pusieron curiosos, pero Aarón no era diferente y eso hizo que todos estuviesen más curiosos.

"¿Hm? No tengo ni idea, en el continente solo los niños arreglados de papi tiene tiempo para perder en duelos, es mejor luchar contra bestias y más productivo"(Santiago)

"...¿El primer príncipe Julio no es de tener muchos duelos?"

El joven detrás del anciano arrugo el entrecejo como si sintiese que había algo para golpear en las palabras de Santiago pero este solo se rio.

"Hahahaha no hoy mejor ejemplo que Julio hahahaha"(Santiago)

Mientras Santiago estaba casi llorando de la risa y se trababa al hablar, todos los nobles le midieron de vuelta con cuidado, ¿realmente era capaz de degradar e insultar al siguiente heredero de la corona con tanta calma? ¿Podría ser que el poder de la Iglesia fuese mucho mayor a de la propia corona?

"Mis hijos y esposas están esperando en la arena, busquen sus equipos"(Aarón)

Viendo como el anciano y el joven detrás partieron, todos observaron al relajado Santiago que seguían como un perrito a Aarón, en especial cuando miraba los alrededores con tanta curiosidad, era como un cachorro.

¿Podría ser que este chico era simplemente demasiado infantil para su edad y hacia lo que quería? Si es el caso, podrían fácilmente moverlo a su gusto, pero claro, habría que hacerlo lento y con cuidado.

Esta idea, surgió de forma abrupta en especial mientras todavía tenían en mente el Templo del Cielo que se le había dejado a ese chico, aunque ahora mismo se sentía como un insulto al dios del Cielo, todos guardaban silencio hasta probar con la vista si era o no digno.

La confianza que venía de Aarón, era obvio que no sería injustificada, y si Aarón no presento quejas respecto dejar el Templo del Cielo a ese mocoso, debía haber algún truco detrás.

Al llegar a la arena tras caminar un buen rato, Santiago vio un rectángulo de piedra relleno con arena rojiza rellenándole, era una capa fina de arena ya que debajo había piedra de nuevo.

La zona de batalla era de al menos 20X30 metros, con gradas en los lados extensos hechas de madera con cojines bordados y exquisitos incrustados para que fuese cómodo, esta era una zona exclusiva, tanto que era un evento raro que fuese abierta esta zona del palacio.

Con Aarón sentado en un gran trono en uno de los anchos, su primera esposa a su lado y sus segunda y tercera esposas sentadas en torno a un lado de la primera en respectivo orden, debajo a un solo escalón estaban todos los hijos e hijas de Aarón.

Los nobles que se sentaban en las gradas se amontonaron y mientras todo el sitio se llenaba, en las afueras del palacio, en el lado opuesto de Aarón, sin una pared, los plebeyos se paraban y observaban desde el llano del lago de color cristalino, y desde las ventanas de las casas, los burgueses veían un espectáculo que pocas veces podrían ver en sus vidas.

Los hombres adinerados pero sin títulos, corrían con sus esposas e hijos pagando fortunas para ver lo que fuese a suceder, tardando bastante, el joven de la Secta de las Espadas Intocables, estaba con una armadura de acero rúnico de cuerpo completo con casco incluido y en su cintura una espada rúnica-mágica.

Tomando el lado de espaldas al rey, este que vio a Santiago estaba enrabiado hasta el punto en que sentía que lee reventarían las venas de la sien...

¡¡¿Realmente planeaba luchar sin nada?!! ¡¡¿QUIEN DEMONIOS SE CREE?!!

Desenvainando su espada y apretando el mango como si estuviese imaginando que era el cuello de Santiago, el hombre rechino sus dientes, pero viendo, el juez, que por cierto era un anciano artista marcial, observo a Santiago.

"Su majestad ordeno que te preparases"

"No necesito armas, yo soy el arma"(Santiago)

Parándose, Santiago trono sus puños y no solo los nobles, incluso plebeyos estaban sin palabras, las esposas de Aarón se giraron y cuando vieron la sonrisa que tenía su esposo guardaron silencio.

"Sería una pena romper esos objetos, ¿debería pelear con cuidado?"(Santiago)

Hablando para sí mismo de forma inconsciente, Santiago que estaba calmado mirando al hombre delante suyo, hablo en voz baja, pero todos y cada uno de los casi 40 artistas marciales presentes afilo sus ojos.

¿Pelear con cuidado? ¿Romper los objetos? ¡Ese mocoso estaba delirando!

"Haz una preparación"

El anciano miro furioso a Santiago, y este solo extendió sus brazos hacia delante y comenzó a respirar, el anciano estaba a solo un segundo de golpearle, pero de pronto, todos se congelaron... El aire estaba... ¿Yéndose?

Una corriente de viento fue hacia la boca de Santiago mientras habría sus brazos, succionando todo el aire y creando corrientes de viento, Santiago que acababa de agitar toda la arena de pronto largo una corta exhalación y sacudió sus brazos.

La energía corporal de Santiago exploto como un manantial descontrolado e hizo que muchos ancianos levantasen las cejas, era una cantidad decentemente abundante, se podría decir que estaba casi a la altura del primer príncipe en cantidad... Y sobre el control, era espectacular, haberlo logrado mantener tan manso dentro de sí era la mejor prueba.

Pero en solo un segundo, esa cantidad desapareció en un parpadeo y esta vez, cuando todo quisieron respirar simplemente no había aire, de pronto un calor los invadió y una corriente de viento levanto el cabello de las damas e hizo que todos cerrasen sus ojos por unos segundos y entonces... Las vistas se volvieron magnificas.

Un hombre con sus brazos que eran celestes, profundamente celestes... ¡No! ¡Sus brazos eran directa y completamente CIELOS!

Viendo la figura de Santiago con su cabello rojo como el fuego y sus ojos celestes, con su cabello medio largo calmado, como la expresión del mismo, hizo que todos a pesar de ahora poder respirar, no hacerlo.

Sin aliento, todos miraron con ojos vidriosos y llenos de admiración, habían olvidado todo lo anterior, la arrogancia, la soberbia y su actitud, todos se tragaron esa píldora amarga y vieron embelesados hacia Santiago.

"Por los..."

El anciano que estaba actuando de juez, solo tembló mirando a Santiago que desprendía una sensación bastante peligrosa y entonces cerro su boca vieja y dio 4 pasos atrás al borde de la arena.

"Es una pena, me gustaría todas mis habilidades pero no creo que el chico quede vivo si hago eso haha"(Santiago)

De nuevo hablando para sí mismo mientras sonreía ampliamente de forma inocente y animada, Santiago erizo a todos los ancianos e hizo que el corazón viejo del duque Braes palpitase como loco.

"Supongo que un golpe es suficiente"(Santiago)

Tomando pose, Santiago extendió su brazo de forma inclinada hacia el suelo, abrió sus piernas con las rodillas dobladas y apretó su puño derecho contra sus costillas.

"-Puño del demonio celestial-"(Santiago)

Avanzando de forma precipitada y sin preocuparse por contragolpes, Santiago que daba la imagen de ser el cielo, hizo entrar en pánico al hombre que ni siquiera sabía hacia donde golpear, y al final optando por defenderse con la mejor técnica de la Secta de las Espadas Intocables.

La espada rúnica-mágica giro delante del hombre y dio la imagen de una flor de espadas rojas pero Santiago siguió adelante y cuando su puño choco de lleno contra el centro de la flor recibiendo las casi 40 hojas de espadas, el hombre sintió un peso descomunal sobre sus hombros y brazos mientras un que un escalofrió recorrió desde la punta de sus pues hasta la nuca.

La arena especial se hundió y el hombre cayó bajo el lago en un instante y Santiago que estaba sobre el escenario quedo en blanco.

¡NI SIQUIERA PUDE TERMINAR MI COMBO!

Con una expresión desilusionada, Santiago dejo de usar el Quinto Cielo a toda potencia y su cabello y ojos volvieron a la normalidad, siendo negros y violeta respectivamente.

A los 3 segundos, el hombre salió del fondo del lago con un salto y cayó de rodillas sobre el escenario mientras Santiago esperaba con paciencia, sería realmente perder de esa forma, y ganar de esta forma también era amargo y aburrido.

Los aplausos comenzaron a sonar y eran ensordecedores, Santiago que estaba tranquilo se exalto por un momento mirando a todos los nobles.

Al final no pude mostrar nada...

Ligeramente desilusionado, Santiago tosió y se trago la amarga sensación de querer golpear algo con todas sus fuerzas y solo se quedo quieto con sus ojos entrecerrados.

"¡¿Estás bien?!"(Braes)

Desesperado de que su mejor discípulo quedase mal herido, cuando el duque le inspecciono solo noto una cosa anormal, una expresión de terror en su discípulo, entonces cuando se giro hacia Santiago, entendió perfectamente sus palabras, ¿eso era para el chico luchar con cuidado?...

"La derrota de mi discípulo es obvia, no hay porque seguir"(Braes)

"No hay problema"(Santiago)

"¡Como se esperaba del Luchador Definitivo!"(Ángela)

Acerándose a Santiago y dándole un golpe ligera en la cabeza, la seguridad y confianza con l que la princesa trato al monstruo delante de todos fue lo que hizo a quienes estaban con Aarón explotar de felicidad plena y pura.

"Que cruel, golpeándome e intimidándome, me harás llorar"(Santiago)

Burlándose y actuando Santiago se puso de rodillas como un niño y le siguió el juego a la princesa a la cual se le iluminaron los ojos, ambos maestros de la ironía y el molestar estaban uno junto al otro, los estragos serian enormes.

Mientras ambos hacían los idiotas a plena luz del día, la madre de Ángela tenía una mirada vacía y una sonrisa que escondía toda la vergüenza y alegría que tenia ahora mismo.

"¿Ese era el –Puño del demonio celestial-?"(Aarón)

Emocionado, Aarón hablo a Santiago pero este se rasco la nuca y con cierto rastro de duda, simplemente decidió mentir para no humillar demasiado al hombre, tampoco quería ganarse enemigos de por vida por tonterías.

"Si"(Santiago)

Aparentando haber respondido de forma normal, Santiago que aunque era bueno, fue tomado en un mal momento, se noto que había mentido ligeramente.

"Entiendo, entiendo, ¿Y estas técnicas serán posibles para aprender para nuestros jóvenes en el Templo del Cielo?"(Aarón)

"Claro, aunque para ustedes las técnicas de espada es mas cómodo, pero usar una espada con esa fuerza... Sería mala idea"(Santiago)

"Ni lo digas hahaha"(Ángela)

Riéndose, Ángela acaricio la cabeza de Santiago, siendo de la misma altura que él, la mujer de gran altura y caderas enorme, con piernas gruesas y un cuerpo delgado, sin mucho volumen en su pecho y un hermoso rostro medio moreno por el sol.

Su cabello ligeramente rizado de color castaño atado en una coleta hacia atrás, hizo que varios hombres de las gradas la viesen sin parar... Esa mujer intocable con la actitud de un tigre realmente agresivo y feroz era algo que hacia retroceder a muchos.

"Mi señor, una carta llego a usted de Eric"(Elizabeth)

Apareciendo desde una de las puertas y hablando con calma, Santiago abrió la carta sin molestarse porque Ángela estuviese a su lado y pudiese leer la misma y entonces luego de medio minuto se rasco los ojos.

"Demasiadas palabras y poco que entiendo"(Santiago)

Aguantándose la risa Ángela solo miro hacia el suelo y se cubrió la boca cuanto pudo, pero Elizabeth le dio una mirada ligeramente irritada y el pequeño susto le saco la risa.

"Básicamente, mi señor... Por casualidad, mera y pura casualidad, ¿Tiene los restos de la bestia SSS-?"(Elizabeth)

"¡Aham! Se los dimos a las Tribus Heladas ¿Se te olvida?"(Santiago)

Comunicándose a través de su vínculo como caballera de la muerte, Elizabeth entendió todo al instante

Pensar que en realidad... ¡Que en realidad mi Señor tenía una mente tan brillante! ¡Su forma de estafar fue perfecta y majestuosa! ¡Digna de admirar!

"Es una pena, se creyó que a partir de los restos de –Plaga- se podría crear una píldora para aumentar la energía corporal de uno para igualar 10 años de entrenamiento en horas, que un objeto como ese haya caído en manos de simios que ni siquiera usan la energía corporal..."(Elizabeth)

Mientras más pelearan todos por ese pequeño pedazo, mas fácil seria ocultar la tonelada de cuerpo que tenia Santiago guardada a escondidas.

"Si hubiese sabido hubiese cortado con más cuidado esa cosa"(Santiago)

Sorprendido de verdad y exclamando con toda sinceridad, Santiago parecía desesperado y molesto, porque después del todo...

¡La mitad! ¡¡CORTE LA PUTA MITAD!! ¡PODRIA HABERME HECHOO RIC- digo... poderoso, si si, poderoso

Ahora que Santiago había perdido sus casi 5 millones de monedas de oro, Santiago estaba como cuando llego a Gastora, sediento de monedas de oro, similar a un mono en celo pero en vez de hembras por monedas... Ciertamente lamentable

"¿Cuánto dinero perdí por esta idiotez..."(Santiago)

¿Dinero? Cuando todos los ancianos escucharon a Santiago no sabían que decir al respecto, en vez de pensar en tomar esas píldoras milagrosas, estaba pensando en venderlas, ¿Acaso era pobre? Si era el caso...

Con sus ojos brillando hacia Santiago, todos los ancianos estaban refregándose las manos, si este chico estaba desesperado por dinero, pues había formas de conseguirlo.

Haciendo que sus nietas se acercasen a ellos, los ancianos ya tenían planes en mente, pero Aarón solo parpadeo un par de veces y con un gesto de su mano hablo a Santiago.

"Recordé que antes de mi vuelta, preguntaste por estos dos pequeños"(Aarón)

Cuando los dos sirvientes abrieron las cajas, en una pequeña había un anillo con tantas joyas que resultaría increíblemente molesto de usar, y en la otra caja, un tridente de la altura de Santiago hecho de oro puro con una empuñadura de dos sirenas abrazando un dragón.

Ambos objetos rúnico-mágicos brillaban de forma intensa y tentadora, al menos así era para Santiago, ya que para los nobles, se sentían normales, todos ellos, todos sus hijos e incluso nietos poseían armas rúnico-mágicas por lo que no había mucho sorpresa, más que de un noble que estaba destilando odio puro y rabia hacia Aarón.

"Esas dos son bastante importantes ya que son los emblemas de mis familias"(Santiago)

Mostrándose dispuesto a hacer cualquier cosa por tenerlas de vuelta sin pestañear, Santiago noto como la ira del anciano se volvió más y más ardiente y severo en silencio.

"Oírte decir que algo te interesa es impresionante, es algo que pocas veces sucede"(Ángela)

Haciendo que la ira del anciano estuviese al borde de explotar, la princesa destaco la oportunidad que el anciano había perdido por intercambiar este tridente con Aarón hace no mucho, pero sin saber que estaba sucediendo y sin darle importancia, Santiago solo se rasco la nuca y siguió escuchando.

"Mis exigencias por el anillo no son altas, nadie realmente lo ah usado desde que llego a las arcas de mi nación, pero el tridente es otra historia es un arma realmente útil en combate..."(Aarón)

"Es algo que me esperaba"(Santiago)

"Por cierto... ¿Cómo te fue con la princesa Evelyn?"(Ángela)

Apoyándose sobre el hombro derecho de Santiago, la princesa lucia como siempre pero estaba tan tensa que sentía que estaba por reventar de nervios.

"Ah, ¿Eso? Se cancelo, la familia Cella y yo nunca estuvimos en buenos términos para empezar así que luego de algunos actos descarados solo corte relaciones con ellos, la situación en el Imperio no es la mejor posible"(Santiago)

Escuchando eso, la expresión de Aarón se volvió más fresca y hermosa, como si sintiese que todo iba a su favor por primera vez en bastante tiempo, pero siempre ocultando su sonrisa.

"Qué horror... ¿Qué sucedió para que tal cosa sucediese?"(Aarón)

"Como un gran sabio dijo una vez, el deber es la muerte del amor, fue una pena pero arriesgar mi posición como rey de la muerte y el de la Iglesia por una mujer es algo descerebrado, en especial a una que le gusta siempre hablar de mas a otros"(Santiago)

Dejando en claro que el compromiso se había cortado de raíz y jamás tendría relaciones con Evelyn o alguna de las princesas imperiales, Aarón sintió que justo delante de él había un campo liso y expectante para que fuese explorado.

Todas las princesas de Valle Dragón que antes estaban desatentas, al oír que ya no se estaría disputando por el puesto de segunda esposa sino el de primera, tenían una mirada distinta y feroz.

"Ya...¿Entonces ya no tienes compromisos excepto con la princesa Trista?"(Melissa)

Devolviendo a todos a tierra, Melissa hizo que incluso sus hermas se relajasen.

Cierto, cierto, aun estaba esa mujer a la cual Santiago tenía bajo su mano, aunque aún no habían conocido a Trista, ya estaban maldiciéndola y la tenían jurada contra ella por tenerlo como perro faldero.

"No... Ya no tengo"(Santiago)

Sabiendo perfectamente a donde iba la conversación, Santiago estaba quieto como una estatua sin decir nada... Si... Si es por los viejos...

Pensando en la cara de Edgard y Alfonso al ver los emblemas de Atlante y De Luxe de vuelta solo suspiro y estaba dispuesto a ceder.

Viendo a Santiago solo ceder, Aarón tenía un brillo especial en sus ojos, pero... Ahora que llego el momento que creyó que jamás llegaría paso algo inesperado.

¿A cuál de mis hijas elijo?... Ese vacío lleno la cabeza de Aarón y solo quedo inmóvil como Santiago

Mierda...¿Cómo no había pensado en esto antes?...No, claro, porque solo Ángela no le molestaba ser la tercera esposa pero ahora... ¡Carajo! ¡Qué descuido!

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