ALEX
Nos pasamos lo que quedó de tarde viendo películas para que Ana no se aburriera. Mientras Ana estaba en el baño le explique todo lo que me había dicho la doctora sobre su embarazo y que no era para preocuparse tanto, que al fin y al cabo lo más probable es que se recuperase a lo largo del embarazo, pero sé que aun así no se quedó tranquila del todo. Sobre las ocho de la tarde, me voy a la cocina para empezar a hacer la cena y cuando termino las llamo y comemos entre risas que al parecer ayudan a Gabriela a mantenerse más tranquila y menos tensa que es lo que pretendía trayendo a Ana.
Luego de terminar de cenar, volvemos a la sala para terminar de ver la película que habían empezado antes de irnos a cenar y durante esta, noto a Gabriela demasiado pensativa y se podría decir que un poco más preocupada que hace un momento, por lo que le paso el brazo por encima de los hombros, la acerco a mí y con la otra mano cojo su barbilla para que me mirase.
-No te preocupes, todo estará bien, te lo prometo.
-Eso espero.
-Ya verás que va a ser así.
Le di un beso en la frente y volvimos a mirar a la pantalla, hasta que mira para su lado y ve como Ana se está quedando dormida en el sofá, asique me imagino que querrá llevarla a la habitación para que duerma.
- ¿Quieres que la lleve a la cama?
-No es necesario, pero gracias, amor.
-Sabes que no tengo problema.
-Lo sé. Princesa, vamos, es hora de irse a dormir.
-Pero estoy viendo la peli mami.
-Te estás quedando dormida, venga vamos anda.
-Te espero aquí, hermosa.
-Vale, no tardaré.
Con eso se levantó y se fueron escaleras arriba hacia la habitación que era la que quedaba al lado de la nuestra. Cuando empezó a pasar el tiempo y Gabriela no bajaba, suponía que se había quedado dormida con la niña en la habitación, ahora era raro que al no acostarse en la cama no se quedase dormida, bueno, menos cuando hacíamos el amor, pero sino, siempre se quedaba dormida, por lo que me dirigí escaleras arriba para comprobarlo y en cuanto abro la puerta, las veo abrazadas, tapadas y dormidas, haciendo que acabase por mirarlas embobado desde la puerta.
Pasado un tiempo bastante largo, decido que es mejor sentarme en la silla del escritorio que hay en la habitación, más que nada para que en caso de que Gabriela tenga una pesadilla no tardar demasiado en llegar junto a ella, pero me quedo dormido hasta una hora determinada que me despierto en el suelo y con un dolor en el trasero considerable.
- ¿Alex?
En ese momento me cagué en todo por haberla despertado, no tenía que estar despierta, debería de estar dormida como lo estaba hace un par de minutos. Levanto un poco la vista para ver en su dirección y la veo con una pequeña sonrisa en el rostro.
- ¿Te hiciste daño, amor?
-No, no te preocupes. Siento haberte despertado.
-No me has despertado tu si es lo que te preocupa.
Con esas palabras me levanto rápidamente olvidándome completamente de la molestia y me siento a su lado.
- ¿Tuviste alguna pesadilla? ¿Te encuentras mal? ¿Te pasa algo?
-Amor, amor. Tranquilo. Estoy bien, solo que me apetece comerme algo.
-Ya te decía yo que no habías comido lo suficiente en la cena.
-No es eso, sí que comí la cantidad que quería, solo que ahora me apetece un helado de stracciatella, nada más.
-Ah, ¿Segura que solo es eso?
-Si, solo es eso. Estoy bien al contrario que tú, te llevaste un buen golpe.
-No es nada, estoy bien, pero bajemos para que comas el helado que quieres.
Nos levantamos de la cama y antes de salir por la puerta se aseguró de que Ana seguía dormida. Cuando llegamos a la cocina, fui a la nevera para cogerle el helado, se lo pasé y nos fuimos al sofá a ver la tele.
- ¿Cuánto tiempo llevabas en la silla dormido?
-Pues para serte sincero no sé. Me dormí algo así como a la una.
-Pues deberías irte a dormir, me puedo quedar sola.
-No te voy a dejar sola en el salón.
-No me va a pasar nada.
-Y no me refiero a que no quiera dejarte sola porque te pueda pasar algo, sólo quiero estar contigo, ¿es algo malo acaso?
-No, claro que no, pero debes dormir tú también.
-No tengo sueño.
-Oh, no trates de engañarme amor porque se te ve cansado, asique deja de intentar convencerme, porque no lo lograrás.
-Vale, puede ser que esté cansado, pero te esperaré.
-Aprecio eso amor, pero no es necesario, de verdad.
-Lo voy a hacer y no se hable más. De verdad, no pasa nada hermosa.
-Está bien, pero que sepas que pienso que deberías de irte a dormir, no tardaré nada en irme a dormir también.
-Bueno, pues más motivos para esperarte, no va a pasarme nada por no dormir un par de minutos más, nos levantamos más tarde y ya está.
Media hora más tarde volvimos a la cama y ella pronto se quedó a dormir, y justo cuando estaba por dormirme yo también, se abre la puerta de la habitación y siento como unas manos empiezan a moverme, por lo que me giro y veo a una Ana asustada.
- ¿Estás bien, Ana?
- ¿Puedo acostarme junto a mami?
-Claro, pero ¿qué es lo que te pasa, princesa?
-Tuve una pesadilla y cuando mami está conmigo no las tengo.
- ¿Necesitas un abrazo?
-No.
-Está bien, pero intenta no despertarla para que puedan descansar los dos.
Asintió y se metió en la cama con cuidado de no despertar a Gabriela y pronto se quedó dormida, al igual que yo que realmente estaba cansado.
Cuando me desperté estiré el brazo para encontrar a Gabriela, pero no la encontraba, lo que hizo que acabase por abrir los ojos y vi que estaba solo en la habitación, por lo que me levanté rápidamente para ver si estaba bien, era raro que no estuviese en la cama.
Mientras iba andando escuché música de fondo y la voz de Carlota, cosa que no lograba entender, supongo que vendría para ver cómo estaban tanto Ana como Gabriela. Me dirigí al salón porque es de donde venían las voces, parece ser que estaban viendo un concierto o algo.
- ¿Estáis bien?
-Obviamente que estamos bien Marcos.
-Entonces, ¿por qué lloráis? Nada, deja, siempre hacéis lo mismo.
-Es que no entiendes que esta parte es preciosa Marcos.
-Claro que lo entiendo pequeñaja, ya vi este concierto muchas más veces que tú y siempre hacéis igual.
-No te metas con ella Marcos, ella vive los conciertos.
-Como vosotras, debo admitir que le pegaste eso a mi hermana Gabriela.
-Yo de mayor quiero ser como ellas.
-Y lo serás, de eso no dudes, princesa.
Me daba un poco de gracia toda esta situación, al parecer estaban llorando por un concierto que vieron demasiadas veces y se me hizo gracioso que Gabriela que no era de mostrar sus sentimientos, con un simple concierto se echase a llorar. No tardé nada en llegar a junto ellos, lo que hace que tanto Marcos como Ana se giren en mi dirección, pero ni Gabriela ni Carlota lo habían hecho, estaban mirando con atención la televisión en la que se estaba reproduciendo el concierto.
-Pensé que no despertarías hoy y que Gabriela iba a tener que ir a buscarte en cuanto acabase el concierto.
-Estaba cansado, pero, ¿qué hacéis aquí tan temprano?
-Al parecer a tu prometida le apeteció ver el concierto y cómo las dos son muy fans del grupo, pues Carlota decidió venir a verlo con ella.
- ¿Qué grupo?
En ese momento la imagen de la pantalla se paró y tres cabezas se giraron para verme, se podría decir que estaban ofendidas.
- ¿Cómo no sabes qué grupo es? ¿Tú eres estúpido o que te pasa?
-Ahora sí que la hiciste buena…
Me quedé mirándolas, porque la verdad es que no sabía de qué grupo se trataba, pero las miradas que me estaban echando tanto Carlota como Gabriela e incluso Ana empezaban a asustarme de verdad, como si hubiese matado a alguien con esa simple pregunta.
-Realmente no sé qué grupo es.
-Pues para tu información, esta es la mejor Girl band del mundo. Son unas grandes, me ofendes diciéndome que no sabes quienes son. Gabriela, ¿estás segura que te quieres casar con él? Estás a tiempo de arrepentirte, en serio te lo digo.
-Me voy a casar con él.
- ¿A pesar de que no las conoce? Estás loca.
-Lo quiero, ¿Qué pretendes que haga en contra de eso?
-Pues le vamos a dar un poco de cultura a tu prometido, porque esto no se puede quedar así.
-Vamos a por las cosas.
-Las tenemos en tu casa y algunas en la mía, tenemos que ir a por ellas.
-Vamos. ¿Vienes Ana?
-Si.
-Ni se os ocurra sacar el concierto porque entonces mato a alguien.
-No lo haremos.
-Quedáis avisados.
No tardaron nada en levantarse del sofá y salir por la puerta mientras tanto yo me quedé de pie en el lugar que me había quedado en el momento que me miraron con una mirada asesina.
- ¿Qué es lo que acaba de pasar?
-No sabes dónde te acabas de meter.
-Pero ¿qué es lo que hice exactamente?
- ¿Me vas a decir que no te suenan?
-Pues la verdad es que no.
-Espera, déjame buscar una cosa y luego me dirás si te suenan o no.
Empezó a buscar algo en su teléfono mientras y yo me senté en el sofá mirando para la televisión y ver si me tenían que sonar de algo hasta que empezó a sonar música, y debo admitir que ese si me sonaba, era una de las canciones que Gabriela escuchaba todo el tiempo.
-Por tu cara debo pensar que sí que escuchaste esta canción alguna vez en la vida.
-Esa canción la escucha varias veces al día Gabriela.
-Pues porque es la canción favorita de ella, del grupo.
-Pero ¿Por qué sentí que me matarían por no saber quiénes son?
-Porque las adoran, las tres. Lo mismo le pasó a Carlos y al final se unió al fandom, llega a estar él y también acabaría contigo. Aunque pensándolo bien…
-Pero ¿estaban llorando realmente?, ¿se encontraba mal Gabriela?
-No, está bien, simplemente que llega un momento en el concierto que siempre lloran, no sé por qué.
-Entonces ¿me puedes explicar quiénes son?
-Es Little Mix, es raro que no te hablase de ellas. Las adora y admira mucho.
- ¿Por qué?
-Se puede decir que las conoció un día de esos días que necesitaba despejarse escuchando música y la canción que le tocó de ellas le gustó por lo que empezó a buscar todas sus canciones y a escucharlas, prácticamente se enamoró de ellas. ¿Sabes que es estar con tres chicas que lloran literalmente por cada canción que escuchan de ellas? Son unas mixers completas.
- ¿Qué?
-Es como se le llama al fandom del grupo, si no acabas metido en el fandom es un milagro, lo consiguieron con Carlos.
- ¿Es tan malo lo que se me viene encima?
-Te van a dar una clase completa de ellas. Acabarás sabiendo todo del grupo.