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Hope - Henry Bowers.

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Synopsis

"-¿Qué quieres? -el castaño solo resoplo y, con ira en sus ojos, comenzó a acercarse. Al entender sus intenciones, me asuste, pero luego logre controlar mis nervios. Sabía que esto no terminaría bien, pero ya estaba cansada de ser su juguete personal. Era hora de que comenzara a hablar. Nunca más dejaría que me lastimara."

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Chapter 11. ¡Felices vacaciones, pubertos!

HOPE:

El tema que estábamos dando en la clase de sociales era demasiado aburrido como para escuchar a la profesora. Lo único que mis oídos querían oír era el timbre, que estaba colgado en la pared, sonar. Ese sería el final de la tortura. Mi corazón latía rápidamente ante la idea de no tener que volver a pisar ese asqueroso lugar, lleno de chicos y chicas que molestan a otros ya que saben bien que no tienen futuro alguno, durante los próximos 3 meses.

Lo único que no me parecía muy emocionante era que, al llegar a casa, tendría que encontrarme con mi padre sentado en el sofá. Como siempre, tomando cerveza. Y tampoco podía tomar otro camino para llegar al Bar en donde mi hermana trabaja. Si él llegara a enterarse, me mataría. Me rompería una de las botellas, de cerveza, de vidrio, en la cabeza. Y no creo sobrevivir a algo como eso.

Era deprimente pensar que, este verano, y los siguientes a este, pasaría los 3 meses completamente sola. Pues, no tengo amigos. Nunca me ha gustado tener amigas mujeres, la mayoría de las chicas de la escuela son un poco... egocéntricas e irritantes. Siempre me ha gustado jugar con los muchachos, salvo la parte en donde ellos terminan enamorándose de mí perdidamente. Es demasiado odioso.

Una sonrisa de pura alegría, y algo de esperanza, se formó en mis labios al escuchar el melodioso timbre sonar. Todos, hasta yo, nos levantamos de nuestros asientos desesperados por salir por la puerta sanos y salvos. Verán, cuando la escuela termina, los bravucones, y las bravuconas, de la escuela, se juntan para poder atacar a los "perdedores" que se arriesgan a salir por la puerta principal.

Yo, como le "pertenezco" a Bowers, soy el blanco. Henry y sus amigos los gorilas estaban preparados para buscarme por ambas salidas. Henry esperara en la puerta principal. Patrick en la puerta trasera, que deja paso a las gradas. Y Victor y Belch le darán vueltas y vueltas a toda la escuela para verificar que no me escape por ninguna ventana. Y lo peor de todo era que podían simplemente atraparme en el interior de la escuela. Pero quieren jugar conmigo. Quieren hacerme sentir terror.

Salí por la puerta sosteniendo mis libros con fuerza, no quería que terminaran en el suelo por algún empujón que, evidentemente, alguien me daría sin razón. No quería que, en el último día de clases, se genere un nuevo momento humillante sobre mi. Ya tengo suficiente con que me recuerden todo el tiempo lo que pasó en Educación Física hace 2 años. Muchos recuerdan el color de mi ropa interior.

La cual quedó al descubierto cuando mis pantalones se rompieron al hacer un estiramiento. Fue muy vergonzoso. Durante semanas me sentí como un cacho de mierda que sólo sirve para ser la humillación de la escuela. Lo peor fue que Henry, por ese suceso, se enamoró de mi. Al parecer, le pareció "súper sexy". Según él, tengo unos pechos turgentes que acompañan a la perfección mi embarazosa figura.

Bueno, eso me lo dijo cuando le gustaba. Ahora no solo le gusto, ahora está obsesionado conmigo y con esa embarazosa figura que llevo. El cree que soy suya, cree que ningún otro chico puede hablarme, tocarme, agredirme, o si quiera mirarme. Su actitud ultra tóxica es algo que hace que, las cosas que hace, sean totalmente impredecibles.

Camine por todo el pasillo con la mirada alta y firme. Había decidido entregarme a Henry, pues, no tenía otra opción. Si lo evitaba, él se volvería loco y me arruinaría el verano, siguiéndome a todas partes, llamando sin cesar, entrando por mi ventana a mi habitación, por las noches, sin previo aviso. ¡Me iba a volver loca! Pues si, ya me pasó una vez. Hace 1 año. Y trajo consecuencias muy graves.

Lo peor es que mi hermana tuvo que pagar. Cuando ella se encontraba de camino a casa, caminando por la acera, ellos comenzaron a seguirla con el auto. Comenzaron a gritarle piropos estúpidos. Llegaron al punto de bajarse del auto para poder tocarla de formas inapropiadas. Y eso, nunca se lo perdonaré. Ni aunque pasen 10.000 años y Henry esté con TODAS sus reencarnaciones.

Y, luego de un rato, cuando Stephanie llegó a casa, lo único que se dignó a preguntar, entre lágrimas, fue; ¿De verdad tienes que sufrir esto habitualmente? Si, es justo lo que siempre tengo que vivir. Pero ella no se merece eso. No dejaría que Henry se volviera a acercar a ella de esa manera tan psicópata y asquerosa. Si mantener alejada a Henry de mi hermana significaba acostarme con él, entonces lo haría.

Desgraciadamente, después de una larga caminata en donde mis voces internas me rogaban que no saliera de la escuela, me encontraba frente a la puerta. Podía ver a Henry de espaldas, fumando mientras vigilaba que no me haya escapado, gracias a que la puerta era transparente. Solté un suspiro y, llenándome de agallas, empuje para poder abrir la puerta.

Henry se volteo con una sonrisa pícara en los labios. —Pensé que te escaparías. —parecía estar contento de que no hubiera huido de él. Cosa que hubiera hecho si no se tratara de Henry Bowers. Un futuro asesino. —Hiciste bien, dulzura. —dijo mientras acariciaba mi mejilla con su dedo índice. Me sentía demasiado asustada. —¿Qué pasa? ¿No estás contenta de ver a tu papi Bowers? —preguntó burlonamente.

—Claro que estoy feliz. Solo que no soy capaz de mostrar lo que siento. —se alegró un poco al ver como mis labios formaban una linda sonrisa. Me enojaba demasiado no poder demostrar lo que, verdaderamente, sentía en ese preciso momento. Odio, miedo, rencor, incomodidad. Eran demasiadas emociones como para demostrarlas con un simple gesto.

De la nada, los 3 gorilas restantes aparecieron y me rodearon. Y fue el peor comienzo de vacaciones de la historia, del universo.

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