Emiko, una niña de 12 años que tiene que ser llevada a una asociación intergaláctica encargada de proteger a planetas de la corrupción espacial, con ella estarán otros niños de su edad de diferentes continentes que la acompañarán en su travesía jamás pensada, junto con ella estarán dos hongaros y una letádina... Emiko empezará desde cero, sin conocer a nadie y haciendo amigos junto con sus compañeros ¿Qué pasará en su aventura de otro mundo...?
En el espacio hay un vacío infinito, no hay nada solo las estrellas y el frío seco del nada. Pasa 5 naves que rodean a la tierra y en ese instante se despierta Emiko una chica de Japón ella era bella, inteligente pero pobre y muy rebelde ya que su padre se fue de su casa cuando ella era una infante. Un día, Emiko se había ido para su escuela publica un día tranquilo pero a la hora de receso unos "amigos" de Emiko habían hecho una broma a la directora de su colegio y como Emiko supuestamente era la jefa de su grupo la castigaron sin pruebas, entonces Emiko. llegó a su casa y su madre la saludo.
Mamá: Hola hija, ¿como te fue?.
Su hija como llegó molesta por algo que no hizo contesto inconscientemente.
Emiko: ¡Solo quiero estar sola! ¡Déjame en paz! ¡¿Quieres, mamá?!
Su madre sobresalta al ver la reacción de su querida hija y le dice con voz tranquila y materna acariciando la mejilla de Emiko.
Mamá: Ay, hija ¿Que te pasó hoy?
Emiko todavía molesta responde de forma muy cortante.
Mamá: ¡No me entenderías!
Su madre inclina la cabeza.
Mamá: Claro que si, Emiko, soy tu madre
Emiko se aparta y señalando a su madre gimiendo por un rato hasta que le sale la palabras la boca
Emiko: No es así, tu solo dices que todo estará bien. No es así las cosas salen bien por que las haces bien, pero tu no las hiciste bien, papá se fue por ti, nunca lo vi mas y todo es por ti.
Su madre levantando la voz dice molesta.
Mamá: Sabes que tu padre no se fue por mi, se fue por el mismo, por que el calló en las bebidas a tus seis años y llegaba tan ebrio que me maltrataba, pero lo ocultábamos por que yo te quiero.
Emiko: ¡No me convences, mamá ¿Y porque calló en las bebidas? ¡¿Ah?!
Mamá: ¡El tomo esa decisión, estaba devastado y dañado, el dijo que yo no servía para nada, pero miente, te cuido y te amo!
Emiko: ¡¿Entonces se fue por tí?! ¡Lo destruyeron por algo y tu eres la única que pudo hacerlo!
La madre de Emiko respira profundamente, sintiendo que se excedió, con unas pequeñas lágrimas dice.
Mamá: Todavía no me entiendes, pero todo va a salir bien.
La madre de Emiko intento abrazarla pero ella se negó y retrocedió poco a poco hacia la puerta hasta estar en la acera de la calle con los puños apretados, los dientes juntos contesto enojada y saliendo una lágrima.
Emiko: ¡Voy a buscar a papá... y no me sigas...!
Emiko con lágrimas en los ojos y con sus recuerdos en la mente fue a la ciudad buscando el rostro de su padre.
20 minutos después apareció una nave tan pequeña que dos personas cabían allí, esa misma nave aterrizó justo a lado de la casa de Emiko, todo el vecindario salieron aterrorizado; unos salieron con armas, otros se quedaron en sus casas por el terror que les pasaba por su columna intentando llamar a la policía. En ese momento salio de la nave un ser de apariencia humana, pero no muy parecido a los demás era diferente, su vestimenta era un poco rasgada y su ropa cubría un poco su boca, sus ojos eran dos puntos pequeños, su pelo era caído pero puntiagudo y de color azul oscuro, su cara era gruesa, se podría decir que era robusto pero era algo no tanto, no parecía tener expresión alguna solo una mirada seria que daba frío en la columna, pero sabia lo que estaba pasando y pregunto con voz firme.
Ser:¿Quien de ustedes sabe donde esta Emiko, o esta aquí?
Como un ser sabia hablar este idioma, todos estaban desconcertados y aterrorizados. En eso una persona gritó una persona apuntando con su arma tiritando que se movía por el mero de la persona.
Hombre: ¡No te muevas!, ¡N-ni siquiera
Hables! ¡D-dinos quien eres tu!
El ser miró a esa persona y volvió a preguntar con voz firme.
Ser: ¿Donde esta Emiko Satõ?
Una mujer tuvo el valor de salir de su casa y le contestó al ser con voz fuerte y temerosa.
Mujer: ¡No se que quieres con esa niña, pero no la vas a ver!
El ser miró a la mujer y le preguntó.
Ser: ¿Usted sabe donde esta Emiko?
Mujer: ¡Si lo se, pero no te voy a decir donde!
Ser: Entonces no me sirven de nada.
El alienígena da media vuelta y camina hacia su nave sin decir nada, todos asustados vieron la nave irse y en ese preciso momento llegó la policía y empezaron a decir lo que pasó. Los oficiales concordaron hacer una investigación en la casa de Emiko. La madre de Emiko dijo que su hija se fue al centro de la ciudad y la policía fue para allá.
Era ocaso, Emiko no sabia donde estaba, se oscurecía, estaba devastada por dentro; sin embargo no tenia pensado ir hacia su casa, pero tampoco sabia que hacer, entonces en ese momento que se sentó a descansar. Emiko se sienta tranquila y mirando el suelo murmuraba.
Emiko: ¿Porque, papa? ¿Porque tuviste que irte? Eramos tan felices, es más... Mamá es una persona buena, ella me cuido mucho. Quiero que estés conmigo para que me digas que hacer, que arreglar. No puede ser que el primer día que no haya hecho algo malo tenga que caerme toda mi vida encima... ¡Papá, necesito tu protección y amor! ¡Siento frío...! ¡Quiero que me abrazes papá...!
Emiko contuvo su llanto lo más que pudo, se abraza ella misma en un intento de auto consuelo, pero se sentía sola y triste; se agacha y baja su cabeza para ocultar esa cara que reflejaba una vida que empezó siendo mágica a una que jamás se le pasó por la mente a la pobre niña. De un segundo al otro, seescuchó la sirena de la policía desde lejos y una radio llamando a Emiko. Ella estaba cansada pero no quería ir a su casa, entonces corrió hasta no poder,
En ese momento, el ser encontró a Emiko corriendo a toda velocidad hacia una calle, gira su cabeza y ve un auto a toda velocidad que estaba a punto de acabar con la vida de Emiko. En un intento rápido de salvarla, aterrizó su nave rápidamente en un edificio.
Emiko estaba a punto de cruzar la calle en medio de la calle hizo un traspié y se cayó de frente, y ve el auto, sus ojos quedaron completamente abiertos y apenas pudo reaccionar dando un fuerte grito. El auto corría tan rápido que no podía frenar, la vida de Emiko estaba a punto de ser apagada, pero en ese mismo momento, apareció el alienígena cayendo de rodillas en la calle y rápido sostuvo a Emiko por su camiseta y salto tan alto que llegó al mismo edificio donde aterrizó su nave. Emiko quedó confundida y petrificada, no sabia como llegó tan alto. Se asoma al borde y no ve nada del otro mundo, hasta que voltea y ve al ser que la salvó, Emiko sobresalto y dio un grito corto; su mirada estaba impregnada en el ser, era extraño, no tenía expresión alguna, Emiko siente mucho miedo y murmura con una respiración agitada.
Emiko: No, no, ya debo estar muerta... ¡¿Quien eres tú?!
Ser: Aquí no puedo decir mi nombre y no estas muerta, pero eso no es lo importante, lo importante es que tienes que venir conmigo.
Emiko le grito asustada mirando el borde del edificio.
Emiko: ¡No! ¡¿A donde?! ¡Escuchame, quiero bajar ahora!
Ser: Disculpame pero no puedo hacerlo, todavía, primero dime si vas conmigo.
Emiko siente un frío en su piel por esa propuesta, miraba a varios lados y no encontraba una salida, hasta que voltea al alienígena y grita en forma de reclamo.
Emiko: ¡Estas loco, no voy a ir a ninguna parte!
El alíen respira profundo y dice.
Ser: Escuchame Emiko...
Emiko quedo impactada por escuchar el nombre de ella salir por la boca del ser y pregunta con más terror.
Emiko: ¡¿Como sabes mi nombre?!
Ser: ¡Escuchame bien! No te puedo decir mi nombre pero te puedo decir que hago. Trabajo en la AIPT... Agencia de Inteligencia Protectora de Todo. Nosotros nos encargamos de proteger a todos los seres vivos del universo y destruimos a la corrupción universal y te estamos llamando para que te unas a nosotros. Vamos a mi nave...
Emiko le dijo en forma de regaño.
Emiko: ¡Estas loco! ¡No voy a ir contigo y no hay una nave!
Y el alíen le preguntó de forma sarcástica.
Ser: ¿Eso crees?
Y le señala la nave en la que viajó. Emiko no sabia que decir, habían tantas cosas que preguntar que no salían de su boca; Emiko quedó completamente impactada por todo lo que estaba pasando no era en ese momento capaz de razonar bien y le preguntó sin antes dar un suspiro.
Emiko: ¡¿Y que quieres que haga, señor?!
Ser: Te estoy llamando para que te unas a la AIPT. No podemos elegir otro humano. Ven conmigo, te necesitamos.
Emiko con las manos en la cabeza respira de forma rara, no podía creer lo que pasaba ante sus ojos: Un alienígena la llevaría a otro planeta. Emiko toma otro suspiro y ciegamente responde fingiendo fuerza de voluntad y conteniendo sus ganas de llorar.
Emiko: ¡Bien...! ¡Iré contigo... Pero primero te quiero pedir un favor!
Más tarde esa noche había frío, la madre de Emiko estaba casi destrozada por dentro por que no sabia donde estaba Emiko.
Después de un rato ve la nave donde estaba su hija y se asustó y se escondió por el hecho de no saber que era; aunque recuerda la historia de sus vecinos y se acerca un poco con precaución.
Al aterrizar la nave, sale Emiko. La madre de Emiko sintió un alivio inmenso por ver a su hija y la fue a abrazar, pero al levantar su mirada ve al hombre misterioso, no comprendía que pasaba, mira a su hija con una expresión de confusión y tristeza Y Emiko levanta una pequeña sonrisa pero aguantando las lágrimas por que ella había aceptado el no ver probablemente nunca a su madre por hacer un bien. Emiko toma un respiro mientras frunce el seño un poco y contesta con una voz agrietada.
Emiko: ¡Mamá, te amo y quizá no te lo vuelva a decir mas de frente...! ¡Espero que entiendas! ¡Todas esas peleas que tuvimos fueron muy duras, yo no aguantaría otra, pero...!
La madre de Emiko sabia lo que pasaba y las dos partieron a llorar abrazadas mientras que el ser se mantenía callado, viendo la escena triste de una madre y una hija que iban a estar separadas por mucho tiempo. Emiko se va rápido a su cuarto a buscar prendas para ir al espacio y la madre de Emiko camina lentamente hacia el ser que la miraba sin expresión alguna hasta que la madre de Emiko le pregunta con furia y desesperación.
Mamá: ¡¿A donde te vas a llevar a mi hija?!
El ser responde de forma fría.
Ser: A cuidar el espacio entero, su hija tiene un potencial para cuidar el universo, pero no lo va a hacer sola, va a ser parte de un ejército.
La madre de Emiko quedo sorprendida por el hecho de que su hija hará algo inimaginable; Sus ojos quedaron abiertos, su boca temblaba al igual que sus piernas; su corazón se detiene por un segundo y se tambalea. La madre de Emiko toma una furia ciega y empieza a golpear al ser en su pecho mientras gritaba de forma agresiva intentando soltar su tristeza pensando en que se quedara completamente sola a la vez gritando.
Mamá: ¡No te llevaras a mi hija! ¡No! ¡No lo harás...! ¡Por favor...!
La madre quedó devastada, teniendo una mirada baja mientras brotaban lágrimas de sus ojos, olvidándose completamente de que en frente de ella había alguien que no quería que existiera. El ser no tuvo respuesta alguna por parte de los golpes de la madre de Emiko, pero sentía como era ese sentimiento.
Más calmada, la madre de Emiko mira con furia al ser; aunque aceptando que su hija se iría con el y contesta con un tono amenazador y triste.
Mamá: ¡Escuchame bien, no le hagas nada a Emiko! ¡¿Entendido?!
El ser responde nuevamente.
Emiko: Si le haré algo es entrenarla para que ayude a un ejército con seres de otros mundos. Señora, su hija va a estar bien por que yo la voy a cuidar.
La madre le pregunta.
Mamá: ¿Y por que hablas nuestro idioma?
Ser: Eso no es importante.
La madre de Emiko llorando y cuando Emiko se arreglo y se cambio de ropa su madre le da un fuerte abrazo a su hija y le contesta con un tono sereno.
Mamá: Emiko, vas a ser una persona grande como tu padre quiso, por favor no le falles a tu padre. Serás recompensada con muchas cosas, visitaras lugares asombrosos y espero que te acuerdes de mi y de tu padre y... ¡Emiko... Disculpame por no entenderte, eres alguien fuerte y valiente, pero no tengo tu misma mente! ¡Y también... Hazlo por tu padre, el debe sentirse orgulloso de tí y se que tu quieres recompensarlo!
Emiko sollozando responde.
Emiko: ¡Si mamá. Te voy a extrañar! ¡Perdón por pelear tanto, yo solo quiero que todo sea como antes...!
Emiko no aguanta más, rompiendo en lágrimas junto a su madre diciéndole "Mami" cada segundo aprovechado que tienes la niña por no volver a ver a su madre más. El ser viendo esa escena triste dice.
Ser: Vámonos, Emiko. Es mejor que lo dejes así.
Emiko se dirigió al ser para abordar su nave, su madre con lágrimas en los ojos triste pero orgullosa por su hija que iba a hacer algo grande.
Emiko estaba con el rostro caido pero sabia que era para bien.
La nave se encendió, la madre de Emiko viendo que su hija se va para no volver y Emiko tenia miedo por no saber para donde iba y despego la nave a una velocidad increible. la madre de Emiko se tumbo en el piso a llorar, no pudo dormir esa noche. Emiko se sentó en un asiento y vio desde una ventana lateral las otras naves que salieron de los demás continentes suponiendo que eran otros reclutados hasta que se juntaron en una formación y se fueron a la oscuridad infinita del espacio.