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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 526

—Kain— dijo Onoki, estaba mirando el interior del consultorio médico con una expresión seria. Él miró hacia atrás y tuvo que levantar la mirada para mirar a Kain a los ojos —habíamos puesto mármol ¿Cómo se le puede equiparar esto a lo que habíamos hecho con anterioridad?—

—Bueno— dijo Kain, camino al lado de Onoki y le dio unas palmaditas en la espalda. Se dio la vuelta y miró a todos los voluntarios que vinieron a aprender ninjutsu médico. Le llamaron la atención dos cosas. Lo primero, el viejo doctor Ishin estaba acompañado de una mujer rubia de su misma estatura. Por su mirada, Kain podía decir que ella le guardaba rencor.

La otra persona que resaltaba era un shinobi que rondaba al grupo, no era el único, también había otros shinobis que resguardaban la seguridad de la fortaleza. Sin embargo, este hombre era diferente. No parecía preocupado por Kain, era más como si lo estuviera acechando, siempre con una sonrisa amigable en los labios, pero sus ojos no sonreían.

Kain continuo —como pueden ver, el piso de cerámica fue cambiado por caucho— él levantó su pie y le dio un par de pisotones sobre el suelo, lo cual amortiguo el sonido. Entonces Kain camino de lado a lado observando la expresión de todos y continuo —este caucho no es tan glamoroso como la cerámica, ni las paredes tan ostentosas como las anteriores recubiertas de mármol. Sin embargo, este piso es cien veces más higiénico y a la larga, nos servirá para el propósito del consultorio que es mantener a todos sanos—

Kain guardo silencio mientras observaba la expresión de todos, muchos tenían miradas llenas de incredulidad, pero Kain no se lo tomo a mal. Ellos no habían visto el mundo que se esconde delante de sus ojos.

—Aquellos que hemos practicado la medicina, entendemos que a veces se presentan malestares por motivos desconocidos. Por ejemplo, un niño que no ha comido nada malo, pero se enfermó del estómago. Suponemos que comió algo malo— él sonrió —es un niño, pero realmente no tenemos la certeza. He aquí la diferencia del futuro. Empezar a ver los síntomas y en base a eso diagnosticar—

Kain guardo silencio, viendo el escepticismo en cada uno de los presentes. Kain mostró una pequeña sonrisa astuta y les dijo —bienvenidos al mundo que se oculta delante de sus propios ojos—

De la manga de Kain salieron las dos unidades de apoyo y lanzaron un haz de luz que formo una gran pantalla semi trasparente. En ella se presentaron varios gusanos que se arrastraban por una materia viscosa, pero una vez que uno de esos gusanos alcanzaba a otro, era asimilado.

—¿Qué es esto?— Preguntó Onoki, adelantándose al resto y mirando la pantalla. Igual que todas las personas curiosas, él estiro su mano sin preguntar y trato de tocar la pantalla, pero pasó de largo, como si la pantalla fuera intangible.

—Son bacterias, pequeñas criaturas que existen en nuestro entorno. Aquellos que hayan utilizado uno de los modernos microscopios podrá confirmarlo— dijo Kain, él miró a todos los presentes, pero para su mala suerte, eran todos jóvenes aprendices y los viejos no estaban acostumbrados a las cosas modernas. Hombres como Orochi Senju, que a pesar de sus más de ochenta años seguía actualizando su conocimiento, eran demasiado raros, escasos.

—Así es— dijo la mujer al lado del doctor Ishin. Ella miraba a Kain con fría seriedad.

Kain miró a la mujer, asintió y después miró a Ishin, pero él no dijo nada, solo se quedó al margen. Kain no lo encontró extraño. Si la gente no te consideraba shinobi dentro de un grupo de shinobis, eras el bicho raro y, por ende, la persona menos confiable.

—¿Qué hacemos con esto doctor?— preguntó el capitán de la fortaleza. Él avanzó y se posiciono a un lado de los médicos. Él se cruzó de brazos y observó a Kain, tenía las piernas abiertas a la altura de los hombros y una sonrisa burlona en los labios

—Muchas cosas, amigo mío—

El capitán de la fortaleza soltó una risita y lo siguió mirando, esperando por su respuesta.

Kain les dio una pequeña charla de diez minutos de forma superficial para que todos pudieran entender la importancia de este avance en la medicina, para al final, presentar un pequeño frasco.

—¿Cuál es su nombre, capitán?— preguntó Kain

—Capitán de la fortaleza de Ansu, Iori Kamizuru— dijo —pero puede llamarme Iori, doctor—

Kain lo observó, Iori era rubio, cabello corto, rapado a los lados y tres marcas de garras grabadas en el costado derecho de su cabeza. Él sonreía, pero su mirada era la de un depredador. Seguramente un hombre de guerra.

—Entiendo, Iori— dijo Kain —usted conoce las complicaciones del campo de batalla—

—Por supuesto, señor, yo estuve ahí cuando usted convirtió a mis hombres en barbacoa en la nación de Hierro—

—Oooh, usted habla cuando yo tenía diez años y su tsuchikage me estaba persiguiendo para arrancarme los ojos—

El ambiente se volvió tenso, pero Iori mostró una sonrisa insípida y contesto —exacto—

—Entiendo, en ese caso, debe saber las complicaciones de una herida mal cuidada y la falta de personal médico—

—Es complicado, pero la sangre Uzumaki es de mucha utilidad— dijo

Kain lo quedó mirando, observo la expresión en sus ojos, no estaba molesto, solo lo estaba provocando para ver como reaccionaba.

—Eso es barbárico y por eso estamos desarrollando tecnología— dijo Kain sin molestarse, pero haciendo el gesto con la mano como si apartara el asunto como algo de mal gusto —no es diferente del canibalismo y todos sabemos lo que le pasaría a un caníbal en esta época. Solo le queda la ejecución ¿Verdad?—

Más silencio, incluso la muchacha rubia que miraba a Kain con tanto rencor se sentía incomoda y no entendía. Ella era joven y cuando paso la gran guerra ella debió estar en Iwa, quisa ayudando a los heridos que llegaban del frente de batalla. Ella no sabe cómo su ejército casi mata a un par de Uzumaki solo por su sangre, puede que la gran mayoría no lo sepa. Esas cosas pasan en el campo de batalla y se quedan en el campo de batalla. Puede que ni siquiera se mencione, incluso entre los involucrados.

Onoki tosió y dijo —lo que paso en la gran guerra fue algo lamentable, se perdieron muchas vidas. Una de ellas fue la de mi sensei y la otra la de mi abuelo. Todos esperamos seguir adelante y construir un mejor futuro—

Kain noto como esas palabras bajaron la tensión, pero solo acentuaron el rencor en aquella muchacha a un lado de Ishin. Parecía realmente enojada con Kain, como si este último le hubiera quitado algo. Por su parte, el viejo Ishin, le dio unas palmaditas en la espalda y ella lo miró a los ojos. Ishin mostró una pequeña sonrisa y ladeo el rostro como si le dijera que no era el lugar ni el momento adecuado. La mujer asintió, llevó su mano a su cabello y se arregló el cabello liso por detrás de la oreja, pero no dejo de mirar a Kain con rencor.

Kain entendió que ahí había una gran perdida, algo que con todas las disculpas del mundo no se podría solucionar. Algún día tenía que lidiar con esto, le recordaba un poco el sentimiento que tenía con Tsunade ¿Cómo hablarle sobre la muerte de su madre y padre? Era algo complicado, puede que tanto como esto.

Kain sonrió y continuo —ante la dificultad de tener personal calificado y más aun con el escaso desarrollo del ninjutsu médico, este mundo microscópico nos ha abierto un nuevo abanico de posibilidades y la primera es esta—

Kain levantó el pequeño frasco que había mostrado al principio y les dijo —los antiguos métodos de higiene de una herida eran el alcohol o la cauterización por fuego. Ambos elementos que provocaban dolor extremo y no eran perfectos. Después el clan Senju desarrollo el ninjutsu médico y todo el mundo lo trato de copiar con resultados mediocres. Ahora, llega la era de la tecnología y hemos creado este medicamento. El líquido dentro de este frasco les proporcionara la mejor medida de higiene posible ante cualquier procedimiento que signifique tratar una herida expuesta al medio ambiente. Sobre todo, en el campo de batalla, en donde muchas veces no es el lugar más higiénico—

—¿Cómo funciona doctor?— preguntó Iori, hombre de guerra que entendía la peligrosidad de tener una herida mal cuidada en el campo de batalla. Él avanzó un par de pasos y se detuvo a dos metros de Kain.

Kain asintió y le dijo —¿Me ayuda?—

—Adelante ¿Qué necesito hacer?—

—Una herida—

—No es problema— dijo Iori con una sonrisa audaz, él se subió la manga derecha y sacó un kunai de la mochililla que llevaba en el cinturón. Él llevó el kunai a su brazo y trazó un largo corte —listo—

Kain no se hizo problema, si a Iori no le importaba ¿Por qué tenía que importarle a él? Kain se acercó, sacó un par de sillas y le ofreció asiento a Iori. Este último asintió, se sentó y le tendió el brazo que ahora estaba sangrando gracias al largo corte.

Kain miró a las unidades de apoyo y dijo —mesa instrumental—

La unidad de apoyo proyecto una luz roja y se materializo una mesita con ruedas de aspecto metálico. Encima una bandeja con todo tipo de herramientas quirúrgicas.

Kain miró a la unidad de apoyo y dijo —proyecta proceso de infección a nivel microscópico—

La unidad de apoyo se unió a la otra unidad de apoyo y entre los dos proyectaron una pantalla. Primero mostraron a Iori, después la imagen se acercó al brazo que en ese momento sangraba. Después se agrando hasta que solo fue visible el largo corte por el que corría la sangre. Sin embargo, continuo y mostró las capas de piel abiertas hasta que fueron visibles las pequeñas criaturas que mostró Kain en un principio.

—¿Eso estaba en mí?— preguntó Iori mientras miraba la pantalla

—No, no lo estaba— dijo Kain —solo pasa que se mueven muy rápido y están por todos lados. Tienes que pensar que, así como el mundo es en lo grande, así también es en lo pequeño. Estas pequeñas cosas no tienen raciocinio, pero tienen hambre y quieren vivir. Son como animales y nuestras heridas, su alimento—

Iori miró a Kain a los ojos, Kain asintió tranquilamente y acercó la mesita instrumental. Él realizo todo el proceso, sin ninjutsu médico, solo técnica y conocimiento que aplicaban los civiles.

—Doctor ¿Cuál es la razón para que no ocupe ninjutsu medico?— preguntó la mujer que acompañaba a Ishin. Kain la miró, sonrió y continúo vendando a Iori. La mujer continuo —tengo entendido que ese era el objetivo de venir a la fortaleza—

—Así es— respondió Kain, termino de vendar el brazo y con un par de broches metálicos, fijo la tela para que no se soltara —pero eso no es todo. El ninjutsu médico es bueno, pero no es lo óptimo—

—¿Por qué?—

—Porque le resta vida útil a la persona— respondió Kain, miró a Iori y le dijo —tienes que mantener este vendaje por un día. Vuelve conmigo y lo cambiare para ti. Después de eso evaluaremos tu desarrollo y te lo quitaremos. Y definitivamente, no realices esfuerzos excesivos con ese brazo—

Iori miró su brazo, el vendaje ajustado. Él miró a Kain y asintió con más dudas que respuestas.

—No te preocupes— dijo Kain con una sonrisa amigable —si te quedas, entenderás todo detrás del proceso—

Iori asintió y se acarició el brazo.

Kain se puso de pie y miró a las unidades de apoyo —muestra el proceso celular, dos segundos antes y dos segundos después de aplicar ninjutsu médico—

Las unidades de apoyo mostraron la piel humada, pero cortaron el tejido y lo mostraron de lado. Eran como pequeñas almohaditas unidas que respiraban. Entonces se emitió una energía verdosa que revitalizo las almohaditas y las hincho aumentando un 20% su volumen. Después la energía se cortó y las almohadas perdieron la mitad de su volumen original.

—Como pueden ver, el ninjutsu medico es una solución creada en tiempos de necesidad. No es la mejor opción al momento de sanar porque fuerza al cuerpo a sanarse con su propia vitalidad. Esto acelera el proceso de envejecimiento y el debilitamiento del sistema inmune. En el corto plazo no hay problema, pero al largo plazo terminaremos con la mitad de nuestra villa llenos de enfermedades. Y por eso, quiero declarar la importancia de desarrollar nuevos procedimientos quirúrgicos y de higiene—

Todos estaban sorprendidos al ver lo que pasaba con sus cuerpos al momento de aplicar el ninjutsu médico. Apenas si escuchaban lo que decía Kain. Esta visión microscópica de sus cuerpos estaba más allá de cualquier pensamiento que hubieran tenido en su vida.

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