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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 487-NSFW

Al viajar de vuelta al castillo del daimio, en medio de ciudad Tengu. Yoruichi se dio cuenta que la oscuridad de la noche se estaba desvaneciendo poco a poco. La hermosa ciudad Tengu con una combinación de concreto, árboles, pasto y flores se veía ordenada y maravillosa.

Para Yoruichi todavía era un misterio como Kain transporto todo el castillo desde la capital a ciudad Tengu. Sin embargo, aunque lo supiera algún día, no dejaría de ser una habilidad envidiable. Por otro lado…

Yoruichi miró a Kain, él estaba a su lado: alto, de cabello blanco, ojos azules y una boca exquisita. Ella sonrió, lo tomo de la mano y lo condujo a la ventana que aún seguía abierta como ella la dejo antes de salir con Kain. Yoruichi condujo a Kain al interior de su habitación, cerró la ventana y después se acercó a él. Ella estiro sus manos, se aferró a su kimono y le ofreció sus labios. Kain agacho su rostro y la beso. Ella lo fue empujando a la cama y cuando Kain toco el borde de la cama con la parte posterior de las piernas, cayó bruscamente rebotando en el colchón y haciendo rechinar la cama.

Yoruichi se subió encima de él, se sentó a horcajadas, ella llevó sus manos al dobladillo de su polera y se la quito por encima. Ella tenía la piel morena, un físico atlético y unos senos bastante grandes para sus 1.50 mts de estatura. Ella llevaba un sostén deportivo, pero también se lo quito. Entonces sus senos cayeron como dos racimos de carne. Ella subió por el cuerpo de Kain, apoyo su pecho en el de él y acercó su rostro para besarlo.

La habitación estaba a oscuras y en silencio, solo los besos eran audibles y el roce de la ropa.

Kain llevó sus manos a las nalgas de Yoruichi, era un trasero grande, redondo y entrenado. Él la tomo por la cintura, la giro en la cama y él quedó encima de ella. Kain se detuvo, miró a Yoruichi. Como siempre, sus ojos tenían una bonita forma, con un aire felino. Ella sonrió de forma coqueta y él sonrió de vuelta. Kain se agacho, la continúo besando, llevó su mano derecha al seno y lo masajeo. Él se fue acomodando y llevó su mano izquierda al vientre. Acaricio la piel por encima, estaba un poco pegajosa por todo el entrenamiento, pero eso no lo detuvo y se metió en el pantalón. Kain bajo por la boca hasta el cuello y después a los senos. Fue dibujando el contorno con su lengua hasta llegar al pequeño pezón. Lo succiono.

Al mismo tiempo, Kain acaricio a Yoruichi en su entrepierna, por encima de la ropa interior. Ella le abrazaba la cabeza mientras él le lamia los pezones. Ella respiraba con dificultad mientras sentía como su cuerpo reaccionaba a las caricias de Kain. Este último sacó su mano, pero solo para meterla en la ropa interior y continuar con un contacto directo. Ella soltó un gemido ahogado y cerró los ojos mientras abrazaba la cabeza de Kain.

Kain lamio el seno por última vez y subió por la clavícula, al cuello y por último al rostro hasta encontrar la boca. Él beso a Yoruichi en los labios y ella lo beso con toda su pasión. Al mismo tiempo, Yoruichi se bajaba la ropa y Kain se apartó para quitarse el haori y abrirse el kimono. Él quedó con el torso desnudo y ella recostada y desnuda; solo se quedó con las zapatillas shinobi. Él llevó su mano al hakama y sacó su pene, se acercó a ella, se besaron y él entro en ella. Yoruichi soltó un gran gemido, pero fue ahogado por el beso.

Kain movió sus caderas de forma lenta y pausada, lo sacó cada tanto y frotaba su glande con el clítoris. Al mismo tiempo, Yoruichi gemía y reaccionaba a las caricias. Su cuerpo ya no le pertenecía, era como si no fuera dueña de sus emociones. Todo sucedía sin que pudiera hacer algo. La sensibilidad de su piel, el cosquilleo en sus labios, la excitación de su cuerpo, la lujuria en su mente. Kain la besaba y sentía que el amor burbujeaba en su pecho.

—Aquí voy— dijo Kain manteniendo el ritmo del movimiento de sus caderas. Él llevó sus manos a la cadera y comenzó a mover sus caderas con mayor velocidad mientras miraba a Yoruichi acostada, sujetándose de la cama y mirando como él la miraba. Las caderas producían un palmoteo constante. El respaldo de la cama golpeaba la pared incesantemente.

—Bésame, bésame— suplico Yoruichi.

Kain se acercó y la beso, pero se siguió moviendo vigorosamente. Él disminuyo la velocidad poco a poco hasta que ya no pudo más y lo dejo todo dentro de Yoruichi.

Kain apartó su boca de Yoruichi y sonrió. Ella sonrió fascinada y acercó su boca para continuar besándolo.

—Tengo que irme— susurro Kain —sería malo—

—Tranquilo, hice que todos los guardias fueran retirados del pasillo y desalojaran las habitaciones laterales. Nadie nos molestara— susurro Yoruichi de vuelta y lo volvió a besar —es una orden de tu daimio, compláceme, quédate conmigo, para siempre. Ámame—

Kain la continúo besando y acariciando su cuerpo.

Una vez que ellos se calmaron, Yoruichi y Kain se fueron a dar un baño. Ellos venían traspirados del entrenamiento, pero el sexo solo empeoro el aroma de sus cuerpos.

—¿Es verdad?— preguntó Kain al entrar al baño, era un lugar amplio con cerámica blanca con vetas verdes. Tenía un lavamanos y un largo espejo. Por otro lado, tenía una tina con ducha.

—¿Qué cosa?— preguntó Yoruichi mientras buscaba toallas y batas para ellos. Ella los tomo y los dejo a su alcance. Después ella miró a Kain. Él estaba de pie, apoyado en la cubierta del lavamanos, con los brazos y piernas cruzadas. El cabello blanco que por lo usual lo llevaba peinado hacia atrás y amarrado en la punta, ahora lo llevaba suelto y lo hacía ver salvaje. Ella se acercó con una amplia sonrisa, Kain descruzo sus brazos y piernas. Yoruichi lo abrazo y le beso le pecho. La lujuria estaba derritiendo su cerebro.

—Ya sabes ¿Lo de sacar los guardias y deshabitar las otras habitaciones?—

—Sí— dijo Yoruichi —ya lo sabias ¿Para qué preguntas?—

—¿Yo lo sabía?— preguntó Kain

Yoruichi levantó su rostro y lo quedó mirando a los ojos. Él sonreía de forma astuta, pero no respondería a su pregunta. Eso le produjo a Yoruichi un cosquilleo en el pecho y las ganas de tirar a Kain a la cama y exprimirlo, solo para ver hasta donde aguanta y sacarle todos su secretos.

Kain se adelantó, se agacho y le dio un beso.

Yoruichi respondió a sus avances, además de llevar su mano a la entrepierna de Kain y acariciarlo. Una vez que ella noto que él estaba listo, ella apartó sus manos, fue a la cubierta de mármol blanco frente al lavamanos y el largo espejo. Ella apoyo sus manos y miró hacia atrás.

Kain avanzó, no lo pensó dos veces y agarro el trasero. La luz estaba encendida, así que la hermosa forma del trasero era visible. Ella tenía un trasero grande, redondo y firme. Ella lo levantó de tal forma que sus nalgas se separaron y dejaron ver su ano y vagina. Kain se posiciono detrás de ella, llevó su mano derecha en el mentón y la obligo a mirar hacia arriba. Yoruichi curvo su espalda y lo beso ver como si estuviera de cabeza. Él la beso mientras llevaba su mano izquierda a la nalga y la acariciaba firmemente.

Kain le dio un último beso, apartó su rostro y se agacho para quedar frente al trasero de Yoruichi.

Yoruichi sintió todas las caricias, desde la punta de los dedos hasta cuando él exhalo en su ano. Él acercó su lengua húmeda y Yoruichi cerró los ojos mientras jadeaba sintiendo las caricias.

Kain apartó su rostro después de un par de minutos, cuando las piernas de Yoruichi estaban perdiendo su fuerza. Ella estaba lánguida y recostaba su torso sobre la cubierta de mármol blanco. Yoruichi miró por el reflejo como Kain acercó la entrepierna a su trasero y ella sintió el calor penetrando en su carne.

Kain la tomo por la cintura y comenzó a mover sus caderas. Yoruichi apoyo sus manos en la cubierta de mármol, lo miró hacia atrás y él acercó su boca para besarla. Fueron largos, lentos y apasionados.

Ellos dejaron de besarse, Yoruichi se apoyó en la cubierta del lavamanos y Kain comenzó a mover rápidamente sus caderas. Yoruichi miraba su expresión en el espejo, se estaba derritiendo.

Kain veía por delante el trasero redondo, la espalda estrecha y el cabello purpura cayendo a un lado. Él estiro su mano derecha, la agarro con firmeza del cabello y la continúo embistiendo. Kain se volvió más intenso a cada segundo. Él lo metió una última vez y lo dejo todo en el interior de Yoruichi.

Yoruichi sintió su cuerpo débil y con el cerebro derretido por la lujuria. Ella se volteó y apoyo las manos en la cubierta de marmol. Estaba fría, pero se notaba donde ella se había apoyado anteriormente, el mármol estaba un poco cálido. Ella miró a Kain por delante, él se acercó y la abrazo por la cintura. Ella estiro sus manos y se colgó de su cuello. Sus besos la hacían sentir emborrachada y fuera de sí. Él le lamio los labios, la tomo del cuello con firmeza, por alguna razón le pidió que abriera la boca y ella lo hizo. Él la escupió en la boca y después la beso apasionadamente. Él le lamio los labios y de nuevo la escupió en la boca. Sin embargo, Yoruichi sentía su cerebro fuera de todo raciocinio, así que no le dio mayor pensamiento. Todo su ser estaba puesto en sus sentidos y en las increíbles sensaciones del sexo.

Una vez que Kain y Yoruichi se calmaron, se metieron a la tina y dejaron que el agua de la ducha cayera como si fuera lluvia.

—Dios, por esto amo esta ciudad— dijo Yoruichi con una amplia sonrisa. Incluso el agua se sentía totalmente diferente de la capital. Yoruichi cerró los ojos mientras caía el agua y disfruto el agua tibia por la mañana.

Al mismo tiempo, Yoruichi sintió unas manos grandes y cálidas abrazarla por el estómago. Ella sonrió, ladeo su cabeza hacia la izquierda y le enseño su cuello. Kain no la defraudo y la beso suavemente.

—Kain— susurro Yoruichi mientras saboreaba el dulce tacto de los besos.

—¿Sí?— preguntó Kain mientras la besaba en el cuello

—Quédate conmigo—

—Sí, lo sé, me lo dijiste— respondió Kain y le siguió besando el cuello.

Yoruichi abrió los ojos, tomo las manos de Kain y las apartó de su abdomen. Ella se volteo, levantó su rostro y lo miró a los ojos. Kain era alto, cabello blanco y desordenado. Con la humedad de la ducha se veía más sensual que antes, con un brillo acuoso por toda la piel. Yoruichi se mordió el labio inferior y continuo —no me refería a solo quedarte en mi cama, por hoy. Yo, bueno, me refería a quedarte aquí conmigo—

Kain entendió para donde iban sus palabras, sonrió y le acaricio la mejilla. Ella le sujeto la mano, pero no la aparto —Estoy contigo, te acompaño, pero no creas que si yo viviera aquí sería diferente. Me muevo por todos lados. La única diferencia sería que llegaría a dormir a este castillo, pero eso es todo—

Por supuesto, había muchas más implicaciones, pero Kain no las pronuncio porque serían una invitación a destruir lo que estaban construyendo poco a poco.

Yoruichi entendió esas implicaciones por puro instinto, pero no se atrevió a pronunciarlas por miedo a perder lo que tenía. En su lugar, ella trato de camuflar su preocupación con una sonrisa, abrazó a Kain y se paró de puntillas para ofrecerle sus labios. Kain se agacho y correspondió sus sentimientos.

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