Hola lectores,
Aqui su escritor de Suerte y Perseverancia:
Como todos los años (por lo menos así lo recuerdo el año anterior), me tomare el mes de julio como vacaciones. Puede que también me tome el mes de agosto.
¿Por qué?
1.- Viggo está terminado, necesito revisar los últimos capítulos, pero el fanfic está terminado.
¿Eso que quiere decir?
Que de aquí en adelante me dedicare únicamente a Suerte y Perseverancia. Si todo va como lo tengo previsto, los capítulos serán diarios, siete días a la semana. Eso quiere decir que la velocidad de avance del fanfic aumentara.
2.- El punto más importante, estoy cansado y necesito un buen descanso.
3.-Por último, esto no es una razon, si no una solicitud.
-Algo que les gustaría ver implementado en el fanfic (por supuesto, que esté vinculado con la temática)
Bueno, eso es todo.
Atte.
Lloyd Black
(sí, cambie seudónimo. El anterior, no sé si alguno lo leyó, pero era infumable).
-o-
Por la noche, Kain y Aoi estaban desnudos en la habitación del sexo. Kain estaba sentado y apoyado en el respaldo de la cama mientras Aoi apoyaba su espalda en el pecho de Kain. Ellos mantenían una copa de vino de color violáceo en la mano izquierda y se tomaban de la mano con la derecha, entrelazando sus dedos.
Aoi se giraba un poco, tratando de que su rostro quedara de lado, frente al de Kain y de esa manera pudieran conversar. Ella sonreía coqueta, conversando de algunas cosas que miró hoy para adornar la habitación donde se iba a quedar después de la operación de su ojo. De vez en cuando le daba pequeños sorbos a su copa mientras Kain la escuchaba. Por otro lado, Kain solo escuchaba, pero no podía probar el vino de la copa porque el brazo quedaba detrás de la espalda de Aoi y para poder alcanzar su copa, tendría que rodearla. Así que solo apoyo la copa sobre la cama mientras la sostenía. No obstante, toda su admiración estaba puesta en los rasgos sensuales de Aoi. Su ojo izquierdo de color malva brillaba con entusiasmo, ya que pronto iba a tener su ojo derecho de vuelta. Kain sentía la piel de Aoi suave y cálida, pero no se permitía pensar en nada sexual. Ellos estaban conversando a gusto, disfrutando del momento y del contacto con la piel.
—Tsubaki-san parece preocupada por Nagisa— dijo Aoi
Kain tomo una profunda respiración y asintió —no es para menos— dijo —ni siquiera yo esperaba que alguien como Nagisa se uniera a los anbus—
—¿Por qué no la detuviste?— preguntó Aoi
—Bueno, como su sensei le explique de que iba el trabajo de anbu y le recalque la letra chica. Sin embargo, ella dijo que se quería probar sí misma y ver hasta donde podía llegar—
Aoi formo una línea con sus labios y tomo una profunda respiración —no sé qué estaba pensando esa niña— dijo —cuando llegó era tan callada que parecía invisible. Ni siquiera quería salir a la calle—
—Bueno, a lo mejor el mundo todavía le asusta y quiere encontrar la fuerza para no volver a sentir miedo—
—El miedo nunca se va, solo pasa que uno se vuelve fuerte para convivir con él y afrontarlo—
—No te lo discuto. Solo espero que no se vuelva insensible al miedo y se equivoque al juzgar una situación—
Aoi se apartó de Kain y avanzó hasta la mesita al lado izquierdo de la cama. Al mismo tiempo, Kain se quedó sentado y vio como ese trasero se posaba frente a él, grande, redondo y carnoso, el ano quedaba oculto entre medio de las nalgas, pero la línea de la vagina era visible entre los muslos. Entonces ella se hizo hacia atrás y volvió a apoyar su espalda en el pecho de Kain.
Aoi acercó su rostro y le dio un beso en los labios —¿Te puedes acostar boca abajo?—
—Mmm ¿y eso porque?— preguntó Kain entrecerrando los ojos mientras sonreía
—Bueno, Kain-sama siempre ha hecho los masajes, así que me gustaría intentarlo—
Kain torno los ojos al techo como si lo estuviera pensando mientras sonreía y después miró a Aoi a los ojos —está bien— respondió.
Aoi se apartó de Kain y este último dejo su copa en la otra mesita al lado derecho de la cama. Después ambos se bajaron de la cama y Aoi fue a buscar entre su ropa un frasco con aceite. Al mismo tiempo, Kain busco unas toallas y las coloco sobre la cama. Después se recostó boca abajo y esperó a Aoi. Sin embargo, diferente de lo que esperaba él, Aoi camino hasta el lado de la cama, abrió el frasco y se echó el aceite en las manos. Después se lo esparció por el estómago, pecho y extremidades. Por último, tomo el frasco y dejo caer el aceite sobre la espalda de Kain.
Kain la vio todo el tiempo y alzó las cejas al verla realizar todo el proceso. Entonces Aoi se subió sobre la cama y se sentó a horcajadas sobre las nalgas de Kain. Ella apoyo sus manos en los hombros de Kain y se recostó llevando sus enormes senos hacia la espalda. Ella movió sus senos en círculos y le susurro —¿te gusta?—
—No esperaba este tipo de masaje— susurro Kain, sintiendo los blandos senos sobre su espalda mientras soltaba un suspiro —pero es agradable—
—Me alegro— susurro Aoi y continúo frotando su cuerpo contra el de Kain. Este último podía escuchar el sonido acuoso ocasionado por el roce de los cuerpos y la respiración de Aoi sobre su oído. El calor en su estómago empezó a descender a su entrepierna y su pene se puso firme. No obstante, trató de mantener la calma para permitir que Aoi siguiera con sus cuidados.
Un par de minutos después, Aoi le susurro —¿Se puede dar la vuelta?—
Kain abrió los ojos y giró su cuello para mirarla a los ojos. Él asintió y Aoi se levantó de su espalda. Kain se dio la vuelta, con una gran erección y un cuerpo seco por delante. Aoi sonrió al ver el pene erecto. Busco el frasco y lo acercó a Kain, después lo dejo a diez centímetros por encima del cuerpo y lo ladeo, dejando caer un hilo de aceite sobre el pecho de Kain, bajando a las costillas, hasta llegar al estómago y generar una posa en la región del ombligo.
El aceite se acabó y ella lanzó el frasco hacia atrás, cayendo al suelo y explotando en fragmentos. Después Aoi se sentó a horcajadas sobre la entrepierna, tocando su sexo con el de Kain. Ella apoyo sus manos en la cadera y se echó hacia adelante, llevando sus grandes senos y depositándolos sobre el pecho de Kain. Ambos quedaron cara a cara mientras el aceite en el cuerpo de Kain se desparramaba hacia los lados. Aoi acercó su rostro mientras sonreía y le dio un pequeño beso. Kain llevó sus manos a la cintura aceitosa y bajo sus manos hasta las nalgas carnosas. Al mismo tiempo, Aoi dejo pasar el pene de Kain entre sus muslos y lo apretó, sintiendo el calor del miembro.
Aoi apartó su rostro y ladeo su cuerpo, llevó la parte interna de la rodilla izquierda al pene y lo apretó entre el muslo y la pantorrilla. Ella miró a Kain a los ojos y después miró a su pierna rodeando el pene. Ella comenzó a mover su pierna de arriba abajo mientras llevaba su mano derecha al pecho. Aoi volvió a mirar a Kain y paso la punta de sus dedos rosando la piel. Después paso su palma haciendo círculos alrededor de la tetilla hasta que notó la tetilla dura y la tomo con yema de sus dedos. Ella beso a Kain y le apretó la tetilla mientras su pierna no dejaba de estimular el pene.
—¿Se siente bien?— susurro Aoi
—Sí, se siente bien— respondió Kain, aguantándose las ganas de extender sus manos y tocarla. Quería tocarle las tetas, apretarle el trasero, entrar en ella y hacer un desastre, pero no era su momento. Era el momento de Aoi y que ella lo complaciera. Así que tomo una profunda respiración y se concentró en el tacto de la mano sobre su tetilla izquierda y el roce de la pierna alrededor del pene.
Aoi continúo acariciando el pecho, pasando por el estómago, produciendo cosquillas con la yema de sus dedos y acariciando la piel. Al mismo tiempo, besaba a Kain e introducía su lengua explorando el interior de la boca. Entonces ella sintió como el pene palpito y algo liquido cayó sobre su muslo.
Aoi apartó su boca y miró a Kain a los ojos. Tenía un brillo que gritaba el deseo y la lujuria. Ella lo beso, le succiono los labios y después le mordió el labio inferior. Después tiro de labio con los dientes y lo soltó.
Kain soltó un profundo suspiro y llevo sus manos a las caderas. Se dio la vuelta y se recostó sobre Aoi. Ella llevó sus manos a los hombros y las deslizo hasta el cuello, hasta poder entrelazar sus manos por detrás de la nuca. Aoi sonrió, Kain respondió de la misma manera y la comenzó a besar. Primero suave, profundo y apasionado, pero se detuvo después de un minuto cuando Aoi apartó su boca.
—Kain-sama— dijo Aoi jadeando —Rei, ella, se ve bonita—
Kain alzó una ceja sin entender lo que ella quería decir.
Aoi lo miró a los ojos y continuo —ella se ve bonita ¿Será porque está embarazada?—
—No lo sé— respondió Kain y le dio un profundo beso. Aoi lo recibió, pero a los diez segundos apartó su rostro.
—Lo que quiero decir— dijo Aoi mirándolo a los ojos —¿Aoi también se vería bonita?—
—Aoi es bonita todo el tiempo— respondió Kain, le dio un profundo beso y apartó sus labios —estoy seguro de que sería aún más bonita—
—Kain-sama, estoy segura de lo que dije hace años. Pero muchas cosas han cambiado, yo, me gustaría…—
Sin embargo, Kain la beso en los labios y no le permitió seguir. Entonces él comenzó a frotar su sexo con el de ella mientras se comían la boca a besos. Los jadeos se intensificaron y cuando Kain noto su pene lo suficientemente duro, entro en ella. Él embestía a Aoi hasta tocar el fondo mientras buscaba frotar el clítoris con su pelvis. Ya sea por el aceite o por su deseo, el interior se sentía tan caliente como un horno. Ella se abrazaba a él, impidiendo que sus bocas se separaran mientras buscaba apretar con las paredes de su vagina. Lo habían hecho muchas veces, pero por alguna razón, esta vez se sentía diferente.
Entonces Aoi se abrazó a Kain con todas sus fuerzas y lo mordió en el hombro mientras Kain la embestía con más fuerza y aceleraba su movimiento. Los gemidos y el golpeteo entre las caderas llenaban la habitación, los cuerpos se cubrieron de sudor y la cama comenzó a remecerse con fuerza.
—Adentro, Kain-sama— dijo Aoi sintiéndose más caliente que nunca —adentro, déjelo a dentro, dele a Aoi esto—
Kain continúo embistiendo y cuando sintió que el calor emergía desde su pene, embistió una última vez soltando todo su deseo en el interior de Aoi.
Ambos se quedaron abrazados mientras jadeaban y trataban de recuperar el aliento. Kain levantó su rostro y miró a Aoi a su ojo izquierdo. Llevo sus labios al ojo y lo beso. Ella cerró el parpado y sintió el beso. Después sintió un beso en su otro parpado, donde faltaba el ojo y se puso sentimental. Primero lloro por la pérdida de su ojo y después se puso feliz porque lo iba a recuperar.