Elizabeth y Kain volvieron al Santuario del Enlace de Fuego. Solo había pasado una semana desde que finalizaron su viaje a la Ciudad Anillada. No se detuvieron durante mucho tiempo. Solo lo suficiente para dejar todas las cenizas de los señores en sus tronos y tomar a Layla. Kain le contó a esta última que Eliana había quedado devastada por la pérdida de Gael.
Layla por su parte dijo que le confiara su cuidado a ella. Pero Kain se negó, le dijo que era trabajo de todos. Qué todos deberían ayudar a restaurar el corazón de Eliana, a lo que Elizabeth y Layla asintieron.
Con la desaparición del grupo, Ludleth y André no quedaron contentos. No obstante, cuando vieron las cenizas de los grandes señores, no emitieron ningún juicio. A ellos les valía cualquier cosa mientras la primera llama se enlazara. Incluso ocupar a los adalid como sacrificio. Incluso criar un montón de niñas para que fueran guardianas del enlace. Mientras pudieran restaurar la gloriosa era de los dioses, todo estaba permitido. Kain algo molesto con su actitud, les dio un mirada de odio. Pensó en Elizabeth y Layla y como serían desechadas una vez que avivaran la primera llama.
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Una vez que llegaron a Ariandel, Layla vio un mundo verde y en plena floración. Ella quedo maravillada ante tal paisaje. De repente sintió unas cálidas manos sobre sus caderas. Miro hacia el lado y vio que Kain la abrazaba mientras miraba a la distancia. Ella se apoyó contra su pecho y siguió contemplando el paisaje. Después de mirar lo suficiente, Layla fue a ver a Eliana. Esta última, en cuanto la vio la abrazo y comenzó a llorar. Le dijo que extrañaba a su tío, le dijo que no la dejara, le pidió que este con ella. Sin embargo Layla le dijo que no era posible. Todas las criaturas deben morir algún día, eso forma parte de ciclo natural de las cosas. Eliana quedo devastada ante tal respuesta, lloro hasta caer dormida y Layla la siguió cuidando por el resto del día.
Por otra parte, Kain acompaño a Elizabeth a pasear cerca de un rio que se formó bajo la montaña de la iglesia. Antes era un enorme camino de hielo, ahora era un rio con una pequeña cascada. El agua era cristalina y poco a poco empezaban a emerger rastros de vida. Se veían algunos peces y en las orillas poco profundas, empezaron a anidar cangrejos. Kain y Elizabeth siguieron mirando los alrededores. Vieron a los lobos siendo seguidos por sus cachorros. En medio de eso se escuchó un águila, volaba libre por los cielos, sin límites ni ataduras.
Kain se maravilló como los animales de forma natural que se alejaron de estos lugares cuando llego la podredumbre. Ahora que el ciclo estaba restaurado, ellos volvieron buscando un nuevo lugar para vivir.
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Por dos meses, estuvieron en Ariandel. En todo este tiempo prepararon a Eliana para la partida de Layla y Elizabeth. Fueron muchos días de llanto y risa, conversaciones serías y reírse hasta desfallecer. Eliana lloro mucho, rio mucho y creció en este pequeño lapsus. Ahora trataba de disfrutar cada momento que tenía. Siguió trabajando en su cuadro, pero ahora le dedicaba menos tiempo. Solo las mañanas y en las tardes se iba a jugar. Le encantaba salir a pasear con Elizabeth. Le encantaba conversar con Layla. Le encantaba jugar con Kain. Sin embargo, todas las cosas llegan a su fin.
Kain por otra parte, paso su tiempo en compañía de las tres. Por un lado, jugaba con Eliana. Por otro lado, compartía intimidad con Elizabeth y Layla, dormían juntos por las noches y salía a pasear de día. Dentro del lapsus de eso días, Kain creo una magia. Se llama "El arco de Beth". Se podría haber llamado también "el arco mágico de Elizabeth" pero a ella no le gusto. Le dijo que era muy largo y por eso quedo en "El arco de Beth". Esta magia está basada en el arco eléctrico y más que nada, en el instinto de Elizabeth pasado al conocimiento teórico. Para Kain ese día, se podría contar como uno de los más largos de su existencia. Hacer que una persona talentosa e ignorante explique su grandiosidad, es una tarea terrible.
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Una vez que Eliana se durmió; Kain, Elizabeth y Layla se juntaron a conversar. Ellas lo cuestionaron con la mirada. Kain por otra parte, quedo un poco preocupado. No sabía que había hecho pero esas miradas le decían que tenía la culpa. Bueno, según Elizabeth tenía la culpa. Kain las hacía sentir bien, las trataba con cariño. Este trato las hacía más difícil tomar una decisión. Cuando Elizabeth y Layla querían a seguir su plan inicial, este ambiente, este trato, la alegría que sentían, las retenía de dar el paso final.
Elizabeth tosió para quitar la incomodidad del ambiente y le dijo -Kain, creo que ya hemos tenido suficiente tiempo descanso. Debemos hacer nuestro camino al horno. Por lo tanto, quisiera que te quedaras con Eliana-
-Yo sé que tienes un camino- respondió Kain con un tono de voz profunda -te vi como lo seguiste durante todo este tiempo, pero, realmente ¿tienes que ser tu?- Elizabeth quiso decir algo, pero Kain levanto su mano y la detuvo. Un vez que ella cerro su boca, Kain continuo -podemos buscar a Eric o Patrick. Ellos también son adalid de la ceniza ¿no?-
-No podemos. Yo soy la más fuerte, además, ni siquiera sabemos si Patrick o Eric están vivos. Déjalo ser Kain. Ya sabíamos este resultado desde un principio. Es muy tarde para retroceder-
Kain quedo mirando al suelo, su puños estaban pálidos de tanta fuerza que ejercía. Miro a Elizabeth, quería decirle que renegara contra este destino. Pero ese rostro, ese rostro le decía que ya había tomado su determinación. Kain asintió con pesar y dijo -está bien, yo, yo me quedara con Eliana y la educare para que sea una increíble diosa-
Layla a su lado le tomo los puños, vio como Kain suavizo su expresión y después le dijo -eres el único que puede hacer eso. Una vez que la llama reclame lo que es suyo. Tomará el fuego de todas las criaturas de ese mundo. Nadie que haya vivido durante las eras del fuego sobrevivirá. Eres el único Kain. Después de todo, no eres de este mundo-
Kain asintió con un rostro pesado, agacho la mirada y cuando pensó en decir algo más, sintió dos cálidos abrazos. Layla y Elizabeth lo consolaron. Después se fueron a dormir y pasaron la noche juntos.
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-¿Qué pasa con ese rostro tan feo?- pregunto Elizabeth de manera juguetona. Eliana estaba llorando. Su ojos estaban hinchados, le corrían los mocos por la nariz y cada tanto, soltaba suspiros. Ella miraba a Elizabeth y apretaba su boca para no dejar salir su llanto. Levanto sus manos para abrazar a Elizabeth. Esta última se agacho y también empezó a soltar lágrimas. Eliana entre suspiros la abrazo mientras le decía -te, quiero, muchooo- y continuaba llorando mientras trataba de que Elizabeth no la dejara.
Las lágrimas de Elizabeth se convirtieron en goterones. Abrazo con más intensidad a Eliana y le dijo -yo también te quiero mucho, pero no puedes llorar para siempre ¿Te acuerdas de lo que hablamos?- Eliana asintió entre lágrimas y suspiros. Entonces Elizabeth continuo -eres una diosa. Eres alguien con poder. Tienes que crecer hasta ser una diosa responsable que no haga sufrir a los mortales ¿entendido?-
Eliana asintió otra vez y entre llantos le respondió -seré una diosa responsable, pero no me dejes- y continuo llorando por media hora hasta caer dormida.
Después de eso, Kain coloco un sello en la mente de Eliana. La hizo dormir y sello toda la iglesia. Nadie podría entrar o salir, mientras Kain no lo permitiera. Elizabeth dejo a Eliana en su cama y después de arroparla, le dio un beso y viajaron al SDEDF.
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Cuando el grupo llego al SDEDF, todo estaba oscuro, no había un sol en el exterior y las velas que iluminaban los tronos, estaban apagadas. Layla camino desconcertada, miro todas las cenizas y con completa incredulidad, dijo -ellos, de alguna manera lograron que una guardiana los guiara hasta el horno de la primera llama. Vamos, no perdamos tiempo-
Entonces Layla comenzó a recitar un rezo a los grandes señores y les pidió su poder. Elizabeth se gano cerca de ella y recibió una aura rojiza sobre su cuerpo. Entonces, ella se paro y camino hasta la hoguera. Kain y Layla se acercaron, la tomaron de los brazos y los tres viajaron al horno de la primera llama.
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Los tres aparecieron ante un hoguera. Los alrededores eran similares al "Montón de Residuos". Se veían grandes precipicios, todo estaba cubierto de ceniza, lo edificios se estaban cayendo o en proceso de desmoronarse y todo, hasta el sol, parecía estar muriendo. Atrás de Kain, a unos diez metros había un precipicio y hacía adelante un camino que los llevaba a la cima de una colina de cenizas. Al final de ese camino, habían unas murallas separando el horno de la primera llama. Era un área grande y de forma circular, como un coliseo. Solo había una entrada y ahí, había una multitud reunida.
Por otro lado, cerca de la hoguera había un cuerpo. Era un no muerto con los atuendos de Carim. Una monja para ser más precisos. Kain se acercó y el no muerto la quiso de atacar. Sin embargo, no tenía las fuerzas. Kain miro más de cerca al no muerto. Por su formas, el amuleto y la ropa, supuso que era Irina. Él recuerda que compartió muchos conocimientos, milagros de luz y rectitud, con ella. A lo que la monja de Carim estaba agradecida, le dijo que le había abierto una puerta que se había cerrado hace tiempo. Sin embargo, Kain no esperaba que elevarla a la altura de una guardiana, provocaría tal destino. Kain sello la mente de la no muerto y le lanzo una gran manta de caos. Este la consumió hasta la última parte e Irina, abandono este mundo.
-Vamos- dijo Kain -parece que la iglesia Azabache está a sus anchas-
Los tres caminaron hasta la multitud que estaba en lo alto de la colina, pero fueron detenidas por algunas monjas de negro. También se colocaron entre medio algunos no muertos en un estado deforme. Ante tal acción, Kain hizo acopio de oscuridad y lanzo un maleficio que los convirtió en arena. Una vez eliminada la multitud, los tres pasaron y se encontraron con un espectáculo inusual. Eric, en su estado más amorfo, se enfrentaba a un hombre que llevaba la armadura de caballero de Lothric. Ambos eran guerreros que se habían elevado a la altura de los grandes señores. Ahora luchaban, pero ni Kain ni Elizabeth sabían la razón.
Yuria de Londor camino hasta ellos y les pregunto -¿tu campeona también ha venido a reclamar el lugar del señor de las cenizas?-.
Kain negó mientras miraba el combate y le respondió -no, para nada. Hemos venido a restaurar la llama-
Yuria lo quedo mirando, no sabía a qué se refería, pero viendo como le estaba yendo a Eric, ya no tenía ganas de luchar. Su adalid de la oscuridad estaba perdiendo. Ya había recibido muchas heridas. En cambio, el otro guerrero apenas había recibido algunos ataque. Mantenía su fuerza y parecía estar jugando con su oponente.
El guerrero hizo un gran movimiento y decapito a Eric. Su cuerpo se evaporo mientras dejaba caer su piedra del alma. El guerrero la tomo, la destrozo en la palma de su mano y camino en dirección a Layla. Frente a ella se quitó el casco. Tenía el cabello negro, con un rostro cuadrado y firme. Sus ojos eran de un verde que reflejaba la frialdad del momento. Se arrodillo como los caballeros y Layla empezó a recitar oraciones. Ella termino de canalizar las almas, se separó del guerrero y le dijo con una sonrisa -mucho tiempo, Patrick. Veo que has llegado a grandes alturas-
Patrick asintió, él le dijo en un tono firme -he pasado por muchas cosas, pero como alguien que sigue a los dioses he prevalecido- después miro a Elizabeth y le dijo -tú también pasaste por muchas cosas. Dime ¿reclamaras el lugar del señor?-
Kain se interpuso y le dijo -eso no es necesario-
-Tonterías- respondió Patrick sin alterarse -solo uno puede ser el señor de las cenizas-
-¿y perpetuar la era del fuego y sus sacrificios por siempre?-
Patrick miro a Kain, lo evaluó y le pregunto -¿Quién eres tú y que quieres?-
-He viajado por muchos lugares y he encontrado un solución al problema de la llama-
-¿Cuál es la solución?-
-Devolver lo que tus dioses le robaron al planeta. Devolver las almas de los grandes señores-
-Blasfemias-
Kain bufo y le dio una mirada burlona, después le pregunto -oh, entonces, dime ¿Por qué necesitan tantos adalid?¿Por qué necesitan que sus guardianas sean ciegas?- Patrick no supo responder, por lo tanto, Kain continuo -Patrick, cualquier lucha es inútil. Todo volverá a la nada, a la oscuridad y en muchos siglos después, el mundo renacerá, entiéndelo-
-¿Después de eso no habrá más sacrificios?¿no habrá más mártires?- Kain asintió y Patrick pregunto -dime ¿Qué debo hacer?-
-Poco puedes hacer, más allá de llevar las grandes almas a la primera llama-
-Déjame cumplir con esta última misión-
No obstante, Elizabeth se interpuso y les dijo -no lo decidan por ustedes mismos. Yo hice este camino, yo ayude a recolectar las almas, es mi deber, es mi derecho-
-¿Eso importa?- pregunto Layla -cuando todas las almas vuelvan a la primera llama, todos los no muertos y seres que viven en este mundo, retornaran al origen-
Kain asintió y los miro -eso es verdad. Al final no importa quién de ustedes va primero, todos los seres atados a este mundo, seguirán el mismo destino-. Todos quedaron en silencio. Kain por otra parte, saco cinco grandes piedras de cristal. En ellas estaban todos los retazos de la primera llama. Kain le entrego el alma oscura a Elizabeth y le paso las otras a Patrick.
Elizabeth quedo mirando a Kain, le iba preguntar porque le había pasado solo el alma oscura, pero ella recordó. Recordó que no luchaba por los dioses. No luchaba por preservar la era del fuego. Luchaba por los humanos y para que no hubieran mas sacrificios. Luchaba por un mejor futuro. Ella miro a Kain y le dijo -este es solo un hasta pronto. Si nos encontramos en otra época, en otro mundo, ámame de las misma manera que me amaste en este mundo. Gracias- entonces ella se abrazo a Kain y lo beso. Después de mirarse por un minuto, ella se aparto de Kain. Miro a Patrick, este asintió y caminaron hasta la primera hoguera. Se sentaron en el suelo de ceniza y frente a ellos colocaron las piedras de cristal.
Por último, Layla miro la hoguera, después miro a Kain y le dijo -esto no empezara sin mí, una vez que reclamemos las ascuas de la primera llama, sal del horno y libera las almas ¿Bien?-
Kain asintió con pesar, miro a Layla, le dio un apretado abrazo y un gran beso. Derramo algunas lágrimas y le respondió -sí, como lo acordamos-
Layla le limpió las lágrimas y le pidió -si…si nos encontramos en otra vida, ámame como me amaste en este mundo-. Kain asintió ante esta solicitud y Layla le regalo una última sonrisa. Después le dio la espalda y camino hasta la hoguera.
Kain vio como Layla se ganaba junto a la hoguera, tomaba la tenue llama y la sostenía entre sus manos. Después de eso, el cielo se oscureció y ella le hizo la señal. Kain por su parte, salió del horno y vio como solo quedaba Yuria. Ella los miraba con algunas esperanzas, creía que todos se confabularon para usurpar la llama. Sin embargo, que equivocada estaba. Kain negó con su cabeza y al llegar a las afueras del horno, hizo un ademan y los cristales que contenían las llamas primordiales, se quebraron. Estos explotaron en una llama que calcino a Layla, Elizabeth y Patrick. Las seis llamas luchaban entre sí, sofocaban a la más pequeña. Sin embargo, esta que estaba siendo aplastada, al rato después asimilo una de las grandes almas. Después siguió con otra, hasta que las asimilo a todas y creció hasta cubrir el horno.
Yuria miraba este espectáculo y gritaba preguntando, porque pasaba esto. Ella gritaba que no debería ser así, que esto no debería estar pasando. Pero al rato siguiente, ella se encendió en ascuas y adquirió la marca de los adalid. Después se empezó a prender con más fuerza, hasta que las ascuas se transformaron en una llama y todo su cuerpo se convirtió en cenizas. Las ascua que quedaron, volaron por los aires hasta volverse parte de la gran llama en el horno.
Kain miro esto y contemplo como desde todas las direcciones del mundo, volaban las ascuas para reunirse en el horno de la primera llama. Así paso durante todo un día. Kain se sentó mirando como el fuego ardía. No quemaba, pero emitía un calor similar al del vientre materno. Kain pensó que se estaba dando paso a un nuevo mundo. A lo mejor, de todo esto nacería otro.
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Una semana paso y por fin, el horno de la primera llama dejo de recibir ascuas. Cuando esto paso, Kain camino hasta el horno. Se acerco a la primera llama y quiso tocarla, pero fue detenido. Elizabeth, en forma de un esper de fuego, apareció. Le negó con la cabeza y le dijo que no podía ir dónde estaba ella. Kain derramo lagrimas ante este acto, pero asintió feliz.
El ciclo por fin se había restaurado.
Una voz omnipotente se escuchó por todo el cielo -¿Quién eres mortal?. Haz ayudado a este primordial. Dime ¿hay algo que pueda hacer por ti?-
-Elizabeth y Layla- dijo Kain, pero fue denegado
-Eso no puede ser, mortal. Ellas pertenecen al enfermizo ciclo que quedo en este mundo-
-Entonces, yo no necesito nada. Adiós- dijo Kain mientras le daba la espalda al horno de la primera llama. Empezó a caminar hasta la hoguera que supuestamente lo trasladaría. Sin embargo, noto que ya no tenía rastros de fuego. Kain soltó un suspiro, miro hacía todas lados sin encontrar respuesta. Después busco en su anillo y saco un trozo de la pintura de Ariandel. Por alguna razón, ahora era más que un trozo de tela y tenía más de un metro de largo por treinta centímetros de ancho. Kain pensó que esto también fue parte de la restauración de la pintura. Sin embargo, antes de que pudiera abandonar el mundo, la voz lo llamo.
-Mortal, tus acciones son grandes…-
No obstante, Kain escucho las palabras y con una voz molesta le dijo -no soy bueno, mis acciones no son grande. Solo quise hacer feliz a los que son cercanos a mí. No soy un dios, no los sigo y no me gustan tus palabras. Por lo general, solo significan una trampa-
Los cielos se iluminaron con rayos, la tierra retumbo y la voz en un tono iracundo dijo -yo no soy un pequeño e insignificante dios. Recompensare a quien tenga que recompensar y castigare a quien tenga que castigar. Como ayudaste y juntaste las almas, te doy un fragmento de fuego primigenio. Desde hoy serás Flann, dios de la llama-. Cuando la voz dijo sus últimas palabras, un círculo se formó en el cielo. Se vio un cielo azul, que después dio paso a un torbellino de fuego. Este cayó sobre Kain y lo inmolo durante días. Al cabo de una semana, Kain cayo inconsciente.
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Cuando Kain despertó, se encontró en Ariandel. Poco recordaba de los sucedido, más allá de saber que Elizabeth y Layla se habían sacrificado. Al rato también recordó a la voz que le hablo. Reviso su cuerpo y se dio cuenta que no le había pasado nada en especial. Por otro lado, su alma se restauró un poco. Ahora estaba a un quinto de estar completa, pero eso fue todo. Kain pensó un poco más, medito durante horas, pero no pudo encontrar un gran cambio. Para él, todo seguía igual.
Como no había nada de qué preocuparse (según Kain). Él empezó a bajar por la montaña. Ahora todo estaba verde, frio, pero no como antes. No habían esas ventiscas de nieve que cubría cada rincón de la montaña. Habían arboles normales, aves que anidaban en ellos. Algunos animales corrían por los pastizales. Se podían ver búfalos, ciervos y alces pastando. Todo era muy armónico y aunque existían algunos depredadores, no habían no muertos, no habían seguidores de la legión, no había caballeros de Millwood. Todo era pacifico, alejado de la podredumbre y de la miseria.
Kain llego al lugar en el que antes estaba el pueblo corvian. Todo estaba derruido. Un aluvión se tragó más de la mitad del pueblo. Ahora solo se veían algunos retazos que se caerían con el tiempo. Kain soltó un suspiro, pensó en como una civilización se monta sobre otra y como todo lo que hicieron antes, queda sepultado bajo tierra. También pensó en sí mismo. Hasta ahora, ha tenido varias vidas. En cada una de ellas ha vivido mucho. Entonces se preguntó ¿Cuándo llegara su final?. Después de quedar mirando las montañas y pensando en estas cosas, negó con una sonrisa algo melancólica. Ciertamente es triste llegar al final, pero cuando llegue ese momento, se dijo así mismo que lo afrontaría con una sonrisa.
Después eso, dejo los últimos retazos de lo que era el poblado corvian. Camino por las montañas y avanzo por los pasadizos. Camino por la oscuridad sin sentirse solo. Se impulso a sí mismo a avanzar. Aunque todo el mundo esté en oscuridad y todos se hayan ido. Él debe continuar, por todo lo que quiere. Por Eliana que está creciendo. Por su promesa con Artoria. Por su promesa con Ciri. Por su venganza contra el dios Hilden. Por todas las cosas maravillosas que tiene que descubrir.
Una vez que llego al final del túnel, Kain desactivo la barrera, abrió la trampilla y entro a la iglesia. Subió las escaleras hasta el segundo piso. Ahí encontró a Eliana. Dormía acurrucada, de lado, igual que un bebé. Kain se acercó a la cama, le movió el pelo, paso su dedo por la frente y le quito el sello.
Eliana empezó a mover sus párpados, poco a poco enfoco su vista y cuando vio a Kain, se lanzó contra él. Ella dijo -¿estás bien?¿no te heriste? no te vas a ir ¿cierto?-
Kain sonrió, le dio un beso en la frente, un abrazo y le respondió -Estoy bien, Eliana. No tengo heridas y no me voy a ir. Me quedare contigo por mucho, mucho tiempo-
Eliana hizo un puchero, derramo una lagrima y le dijo -tiene que ser por mucho, mucho tiempo-
Kain asintió y sello este juramento con un abrazo.
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Habían pasado cuatro años en el mundo de Ariandel. Eliana ahora era un adolescente. Aún conservaba sus actitudes infantiles, pero poco a poco estaba floreciendo para convertirse en una hermosa mujer. Ella continuo trabajando en su pintura, pero sus rutinas por las tardes cambiaron. Ahora estudiaba la magia y la espada. Kain le dijo que no podía depender de él todo el tiempo. Por lo tanto, tenía que aprenderse a defender. Eliana al escuchar esto, se puso a llorar. Le dijo que aprendería la magia y la espada, pero que no la abandonara. Ante tal acto, Kain solo pudo sonreír y pensar que Eliana solo había crecido de estatura.
Después de un año, Eliana se volvió una guerrera decente. Como la mayoria de las deidades tenía una gran afinidad con la magia. Su elemento favorito era el rayo y ocupaba la misma espada que utilizaba Elizabeth. Kain no quiso confeccionar esta espada. Le dijo que buscara otro tipo de espada, pero Eliana insistió hasta el final y Kain la tuvo que hacer.
Ahora que era la mañana, Kain y Eliana desayunaron. Después de eso, cada uno se enfocó en lo que tenía que hacer. Eliana se fue a su pintura y Kain se puso a revisar viejos libros. Entre medio de eso se encontró con el alma de Midir. Kain mismo, ni siquiera se acordaba que tenía tal cosa. Sin embargo, fue una agradable sorpresa. Él comenzó a revisar los conocimientos de Midir y se encontró con algo inusual. Por alguna razón, Midir sabía de una magia similar al gran espadón de Farron. Kain convirtió el alma en un pergamino y comenzó a leer la información. Era una magia de alto poder, pero difícil de dominar. Muy sosa para el combate, pero si mesclaba este conocimiento con sus katanas de cristal, quizá daría lugar a un arma sin igual.
Kain comenzó a practicar y cuando llego la tarde, fue interrumpido por Eliana. Esta llego de improviso y salto sobre la espalda de Kain. Este último sonrió y le pregunto -¿no crees que ya estás un poco grande como para andar saltando sobre mi espalda?-
-Este es mi derecho, no me lo puedes arrebatar- dijo Eliana en un tono juguetón
-¿Qué necesitas?-
-Ya lo termine. Ya termine mi cuadro. Ven, acompáñame-. Entonces Eliana lo tiro del brazo y lo arrastro mientras quedaron todas sus cosas regadas por el piso.
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Al contrario de lo que vio Kain por primera vez, el cuadro de Eliana era más colorido y vivas. Menos oscuro y más natural. Kain quiso tocarlo, pero Eliana lo detuvo. Ella le advirtió -esta fresco, no lo toques. Podría arruinar el balance-
Kain asintió y después saco el lienzo de Ariandel. A pesar que durante todo este tiempo, se recompuso a su estado original. Estaba opaco, deshilachado en las puntas y varios de sus colores se estaban perdiendo. Kain se lo presento a Eliana y le pidió -¿Qué necesitas para arreglar esta pintura-
Eliana tomo la pintura y la estiro con sus delicados dedos. Ella frunció el ceño y dijo -me falta mucho para poder hacer algo así- entonces miro a Kain y continuo -me quedan algunos pigmentos, puedo intentarlo, pero nunca quedara como el original-
-¿Eso es mejor que cómo esta?- pregunto Kain. Eliana asintió y él continuo -bueno, adelante, te lo encargo. Pero no hagas nada que te lastime. Te lo juro, si te llegas a lastimar por arreglar esta cosa, la romperé-
Eliana lo miro como a un idiota. Después le dijo -si lo rompes, moriremos juntos con el cuadro-
Kain quedo avergonzado, se puso rojo y tratando de disimular, le pregunto -¿Cómo se llama tu cuadro?-
-El mundo pintado de Elizabeth-
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-Todavía no entiendo eso de resonar con el elemento- se quejó Eliana. Dejo caer sus brazos como si estuviera hechos de hilo y miro a Kain con resentimiento. Este último , leyó varias cosas en su rostro, sobre todo el "ya no quiero practicar esta magia". Bueno, en realidad, más allá de la magia de curación y el rayo. Eliana no quería practicar ningún tipo de magia. Las que menos le gustaban eran la luz solar y el caos, ni hablar de oscuridad.
-Tienes que aprender- respondió Kain con indiferencia -¿Qué pasa si algún día te enfrentas a un enemigos que resiste tus rayos?-
-Te tengo a ti-
-Vamos, deja de hacerte la tonta. Sigue practicando-
Eliana asintió molesta y refunfuñaba mientras decía "estúpido Kain" o "ya verás cuando te enseñe una lección". Kain por supuesto, la escucho, pero no le hizo caso y reviso que ella siguiera sus prácticas mágicas hasta el final de la rutina.
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Al finalizar el día, Eliana se fue a dormir. Por otro lado, a pesar de que había crecido con el tiempo, todavía tenía algunos aspectos infantiles. Por ejemplo, ahora dormía con un muñeco que se parecía a Elizabeth. Ella misma lo confecciono y era su mejor amigo. Cuando Kain escucho esto no le gustó mucho y pensó que Eliana necesitaba más amigos. Ella estaba creciendo y temía que creciera ignorante. Tenía miedo de lo que le pudiera pasar el día de mañana. Quizás ¿Qué le enseñarían otros dioses o los mismos humanos?
Kain miro a Eliana una vez mas. Apago las velas y salió de la habitación.
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Una vez que Kain salió de la iglesia, fue a una montaña que estaba a unos cuatro kilómetros de la iglesia. Entro por una cueva y después de bajar varios cientos de metros, se encontró con un lago de lava. Kain se desvistió, canalizo su energía y camino hasta posarse sobre la lava. Se sentó en posición de loto y comenzó a resonar con la lava. Cuando la energía resuena con el elemento. Este no lo trata como un objeto extraño y transfería su energía. Todo fluye en un proceso cíclico donde dos elementos, reciben energía, la transferían y seguían produciendo más.
Kain quedo meditando así durante la noche y al amanecer, salió de la lava.
Cuando Kain volvió a la iglesia, se acostó en su habitación. Eliana debería estar pintando como todas las mañanas. Hace poco le había pasado el lienzo de Ariandel. Así que confiaba en que no lo molestaría por toda la mañana.
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El tiempo transcurrió y poco a poco fue cambiando el mundo. El mundo pintado de Ariandel, dejo de serlo y se convirtió en el mundo pintado de Eliana. Ella le puso ese nombre cuando se lo entrego a Kain. Le dijo que de esa forma, siempre la recordaría. Kain soltó una carcajada, le dio un abrazo y un beso en la frente. Eliana quedo cabizbaja ante esto, pero no expreso sus quejas. Kain por otra parte, quiso ignorar sus sentimientos. Él sabía porque Eliana estaba disconforme, pero aún era muy pronto para esas cosas. Mas si es una diosa de la que hablamos.
Entre el entrenamiento mágico, la espada y la construcción de una casa, pasaron varios años. Eliana había crecido hasta convertirse en una espléndida mujer. Manejaba la magia como tal, el elemento del rayo, la sanación y un poco el caos. La oscuridad y los maleficios siempre fueron su némesis, por lo cual, Kain dejo de obligarla. Además de eso, Eliana empezó a dibujar otro cuadro. Ella dijo que este le tomaría muchos años y que sería su obra maestra. Kain recordó cómo Leonardo gritaba eso en cada uno de sus proyectos. Una vez que los finalizaba, terminaban en una bodega. Ante este recuerdo, Kain soltó una risotada y Eliana se lo tomo a mal. No le hablo en una semana.
Para cuando Kain y Eliana se reconciliaron. La pintura del mundo pintado de Elizabeth ya estaba seca. Como era la obra de un dios, tenía varias peculiaridades. Por lo tanto, Eliana le dijo que esperaran algunos años mas. Que como era un cuadro con la influencia del alma oscura. Se encontrarían con cosas desagradables. Le dijo que esperaran unos quinientos años, por lo menos. Kain no refuto, porque solo un artista, conoce los alcances de su obra.
Entre tanto, pasaron varios años y Eliana se unió a Kain y muchas cosas pasaron.
Y con esto finaliza la saga de Dark soul, señoras y señores. El ciclo a sido resturado y al final, nadie a ganado.
Si les soy sincero, siento que he proyectado algo del alma oscura en este Fanfic. Trate plasmar el ambiente cruel e inmisericorde de un mundo que esta al final de su existencia. Un mundo en el que nadie te explica nada, solo puedes ir buscando pistas e hilando una historia.
Por otro lado, al escribir las últimas líneas de este cápitulo, creo haber escuchando la canción sin nombre (ending de dark soul). No obstante, no habran new game. Por lo menos por ahora.
Por otro lado, de ahora en adelante se vienen cápitulos apocrifos. Al igual que en el anterior volumen, estos cápitulos serviran como precedente del proximo mundo.
Por último, con el último cápitulo de este volumen indicare el proximo destino.
Mañana más...