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Capitulo 30

「Tomory」

Ya han pasado 3 meses desde que el líder Souki entró a la cárcel.

Es difícil de asimilar.

La cara que puso cuando se lo llevaron, era parecida a la que tenía cuando asesinó a Ren Minoru.

Desde entonces, he ido superando eso, porque me sentó realmente mal.

Quería seguir a Souki Aiko, pero él tomó su decisión.

Cada día me despegó más de ello, pues empiezo a pensar que el líder no era tan grande como yo pensaba.

No puedo juzgarlo, ha pasado por mucho, pero idealizarlo quizás fue un error.

Mili se convirtió en la nueva líder de Tedehm.

El líder Souki tuvo muchas precauciones, pero aparentemente muchas personas se enteraron que él era el líder de Tedehm.

Pues no hay otra explicación, ya que han habido múltiples asesinatos de miembros de Tedehm.

Todo empezó cuando el líder Souki fue capturado.

Por lo tanto, las personas cercanas a él ahora contamos con guardias.

No es por falta de poder, si no porque estamos más prevenidos, y sabemos cuando empezar a atacar.

El asesino no ha dado a conocer su rostro, y Mili ha tenido que afrontar la situación de la manera más complicada.

Aun así lo ha mantenido a flote.

Pues también debe ocuparse del nuevo gobierno que se pretende establecer.

En la constitución que se está realizando, Mili está intentando poner una ley que indirectamente saque al líder Souki de la cárcel.

Todos sabemos que no fue un juicio justo.

No obstante, no hemos tenido tiempo para ello.

Hemos reunido todas las pistas posibles sobre el asesino, pero no tiene una forma de operar especial.

Ni siquiera conocemos cómo se ve.

Kentaro no se ha quedado atrás, incluso empezó a utilizar el espectro eléctrico, ha construido algunos prototipos de baterías.

En la propuesta de Tedehm para el nuevo gobierno va a estar incluida la de construir algunas plantas eléctricas que Kentaro asegura poder hacer.

Kentaro produjo papel fotográfico cámaras, entre otras cosas.

Es sorprendente lo mucho que ha avanzado en una era medieval.

A este paso podremos construir toda una infraestructura nueva.

Las cámaras que hizo Kentaro son bastante arcaicas todavía, pues no tenía planeado hacerlas.

El rollo de estas solo aguanta 7 fotos, pues Kentaro no supo como comprimir las cosas lo suficiente, no ha estudiado la composición de las cámaras lo suficiente.

Por alguna razón en este mundo hay libros sobre artefactos que habían en el anterior mundo.

Kentaro ha exprimido todas las referencias que tiene para crear nuevas cosas.

Es como un científico, aunque también es el que más entiende de formulas y reacciones de las pociones elementales, como un alquimista.

El cerebro de Kentaro es sorprendente.

Cada uno de nosotros lleva 2 cámaras, en caso de encontrarnos con el asesino y que salgamos vivos.

No hemos podido quedarnos quietos, muchos de nosotros hacemos caminatas nocturnas intentando atraer al asesino, que ataca en días al azar en la noche.

Es una amenaza importante, pues si nadie lo ha visto no solo es inteligente, también es muy fuerte.

En estos momentos nos vendría muy bien la ayuda de Hiro Hitagi.

El escuadrón señuelo también se separó, con el traidor de la serpiente encarcelado no tiene sentido que sigamos haciendo lo mismo.

Aun así Mili sigue utilizando el traje de líder de Souki, pues quiere seguir con su plan.

Nadie sabe la identidad del líder de Tedehm, solo Mili, Kaiki Ishigami, Nabe Mikoto, Shizuka Matsuyabashi, Aoi Hoshiai y yo.

Para el resto, el líder sigue siendo el mismo, y nada ha cambiado.

Una vez encontremos al asesino, podemos seguir adelante con el tema del nuevo gobierno, de esa manera reformaremos todo el continente.

Aunque me he puesto a preguntarme ¿Qué haremos luego de eso?

¿Habrá paz total?

¿Habrá otro asalto a Bloody Farm?

¿Capturaremos a Garo Tachibana?

¿Investigaremos de donde vino Ren Minoru?

¿Haremos una alianza para hacer una expedición a Death Land?

Supongo que todavía pueden pasar muchas cosas.

Pero hay algo que no se siente igual.

Haru Kishibe, Hiro Hitagi y Souki Aiko de alguna manera parecían estar moviendo todo llevándonos a algún objetivo.

Ahora que no están debemos aprender a avanzar nosotros.

「Castillo de Tedehm, 22:54 Pm. 13 de Marzo」

Era una noche bastante callada.

En el día había llovido, por lo tanto el pavimento está mojado.

El olor de la humedad combinado con el del suelo se hacía presente en la atmósfera.

Por lo tanto, hacía bastante frío.

Los pasos de una chica hacían ruido, ella estaba acompañada por dos guardias.

Una chica de cabello blanco largo, el cual resaltaba bastante con la oscuridad de la noche.

Sus vestimentas color café estaban algo manchadas, parecía que tenían quemaduras.

E incluso cortes.

Estos no pasaban la ropa de cuero, eran meramente superficiales.

La chica llevaba una bufanda oscura, y caminaba lentamente.

Era parte de las carnadas del asesino de Tedehm.

Esa chica era Koneko Miura, quien había salido de una larga jornada de trabajo forjando armas.

Estaba exhausta, pero era su turno de funcionar como la carnada.

Ya había pasado una semana desde el último ataque.

Por alguna razón Koneko no pensaba que fuera a aparecer.

Era un presentimiento.

Por lo tanto caminaba con calma.

Las pisadas se oían bastante, pues había algo de barro en el suelo, esto debido a al lluvia que había caído previamente.

Koneko había terminado un encargo importante durante el día.

Una espada que le pidieron anónimamente.

Esta era peculiar, Koneko nunca había hecho una así, pero era más sencilla de forjar.

Las instrucciones decían que la enterrara en un lugar en especifico, cosa que Koneko hizo. pues el encargo venía ya con el pago incluido.

Koneko caminaba tranquila, despreocupada, dando el recorrido que le habían asignado.

Entonces de la nada escuchó un ruido extraño proveniente de las afueras del castillo.

Tedehm está alejado del resto de la ciudad por un enorme jardín.

Y el sonido vino de una esquina de este jardín.

Aquél sonido era de algo viscoso, pero vino acompañado de un golpe.

Como si se hubiera tratado de un ataque con un arma cortante.

Los guardias que escoltaban a Koneko notaron el sonido también.

Se pusieron en guardia, y activaron sus comunicadores.

-¿Sucedió algo? -Preguntó uno de los guardias en su comunicador.

Koneko empezó a escuchar más cortes en otros lugares.

De inmediato creó dos cuchillas con su poder elemental, de esa forma activando su aura.

-Escuché más cortes -Dijo Koneko a los guardias, quienes no recibieron ninguna respuesta de sus compañeros.

Koneko sintió como algo se acercaba.

Reaccionó rápidamente convirtiendo las dos cuchillas que había creado en un escudo en forma de cúpula.

Protegiendo también a los dos guardias.

Koneko no tiene mucha experiencia en combate, pero al ser la herrera de Tedehm ha adquirido mucho dominio de su elemento.

Completamente diferente a como fue la batalla contra Zaygo Murumo.

La cúpula de acero recibió una abolladura inmediatamente.

Los estaban atacando, el asesino estaba presente esa noche.

"No podemos informar a nadie en el castillo, la cúpula de acero mágico no deja salir el hechizo de comunicación"

Koneko se agachó y juntó sus palmas.

Entonces al cúpula recibió otra abolladura.

De sus manos empezaron a crecer filamentos de acero, parecidos a raíces, y estos conectaron con la cúpula de acero.

-¿Tienen teletransportadores? -Preguntó Koneko a los guardias.

-Yo tengo uno -Respondió uno de ellos.

El escudo sufrió otra abolladura.

-En el próximo golpe corran a la dirección contraria de donde venga, voy a levantar el escudo -Dijo Koneko- Tienen que prepararse y correr agachados, o puedo terminar cortándoles la cabeza.

Los guardias le asintieron.

Después de todo Koneko tiene un rango más alto que ellos.

Koneko esperó nos pocos segundos.

Y el escudo recibió otro impacto.

Los guardias empezaron a correr a la dirección contraria, mientras estaban agachados, tal como Koneko les dijo.

El escudo empezó a contraerse desde el suelo hasta las manos de Koneko, por medio de las raices de acero que había hecho previamente.

En las manos de Koneko se estaba formando un arma.

Ella estaba manipulando el acero que ya tenía en lugar de crear más.

Koneko vio frente a ella al asesino.

Tenía una armadura de samurai muy brillante.

Una armadura de oro.

Koneko creó una mandoble enorme, que incluso era más grande que ella, completamente hecho de acero.

La ondeó y atacó al asesino.

Koneko no tenía la fuerza para pelear con uno de esos.

Solo pretendía hacer retroceder al asesino mientras los guardias escapaban.

El asesino de armadura dorada saltó, y se paró sobre la espada, y seguido saltó por encima de Koneko.

Koneko reaccionó rápidamente y se volteó, cambiando la forma del acero de un mandoble a unos cuchillos, el acero sobrante lo puso en unos guantes de acero que le llegaban hasta el codo.

Aprovechó la fuerza de su movimiento al voltearse y le lanzó los cuchillos al asesino.

Los cuchillos rebotaron en su armadura de oro.

Koneko convirtió sus guantes largos en unos cortos y gruesos, y creó más acero, cubriendo una buena parte del suelo, de forma que quedara como un charco.

Este charco estaba conectado con los pies de Koneko, que estaban cubiertos de acero liquido.

De esta forma se trasladó rápidamente hacia el asesino y lo golpeó con toda la potencia que tenía.

Todo lo que hizo fue en cuestión de segundos.

Koneko es la usuaria de acero con más habilidad conocida.

El asesino cayó de frente, pero tenía un brazo extendido.

Koneko frenó haciendo solido el acero del suelo y convirtiéndolo en dos botas con espinas en la suela para frenar en seco.

Los guantes gruesos de sus manos se convirtieron en dos espadas que enterró en el suelo para no partirse las piernas.

De esa forma frenó, pues la potencia que había adquirido era enorme.

Si bien Koneko era muy hábil su elemento era inútil contra la mayoría de elementos existentes.

Solo podría tener ventaja contra alguien que controlara el agua o la arena.

Pues con ellos tendría dominio absoluto de su espacio, a menos de estar en un lago o un desierto.

El asesino cayó por completo, y Koneko pudo ver mucha sangre en el suelo.

No era de asesino, era de sus compañeros.

El asesino tenía el brazo extendido porque en cuestión de segundos decapitó a sus compañeros.

Koneko vió esto y convirtió las espadas en dos enormes espinas con una articulación, igual a la pata de un insecto, y las enterró a unos metros detrás de ella, de esta forma impulsándose hacia atrás.

Se elevó mientras saltaba hacia atrás, mientras convertía el acero que tenía en los pies en un escudo debajo de ella.

Esto bloqueó un golpe que el asesino realizó.

Koneko se puso las dos patas gigantes como si de una maleta se tratara, y con sus manos sacaba una de sus cámaras.

Estas no tenían ninguna forma de ver lo que tomaban, por lo tanto necesitaba al asesino quiero.

Koneko trajo las patas hacia ella y las cambió de forma, de manera que hicieran una esfera juntándose al acero que hacia de escudo en sus pies.

Era una esfera de acero suspendida en el aire.

Koneko la mantuvo unos segundos volando mientras planeaba un estrategia.

Mantener acero en el aire consume mucho poder mágico, tenía que pensar rápido.

Luego de unos segundos sintió como el asesinó le lanzó algo a la bola de acero.

Si era algo eléctrico, mataría a Koneko, si era fuego la quemaría, si era hielo la congelaría.

El acero es un elemento con una enorme desventaja, es conductor de muchos elementos.

No hubo ninguna reacción con el metal.

Pero algo empezaba a cubrir la esfera.

Koneko creó una pistola rápidamente.

También creó 6 balas dentro de la pistola.

Estas empezaron a girar rápidamente dentro de esta.

Pues como Koneko no tiene pólvora solo puede lanzar las balas por medio de la energía que acumulen con el movimiento.

Había puntos en las articulaciones de la armadura del asesino que Koneko habías visto, ahí podía dispararle para inmovilizarlo.

Juntó sus palmas con la pistola en la mano.

De sus manos volvieron a salir raíces de aceros que conectaron con la esfera de acero.

Entonces la esfera comenzó a girar, despojándose de la capa que la cubría.

Esto ya que Koneko creó picos en la superficie de la esfera.

La esfera giró por unos segundos más en el aire, y Koneko empezó a patear en dirección al suelo.

Por el sonido de la armadura oía donde estaba el asesino dorado.

Entonces la esfera dejó de girar y salió disparada al suelo.

En los pocos segundos que le tomó llegar al suelo, Koneko cambió de forma el metal, convirtiéndolo en un taladro gigante que empezó a girar y a taladrar gracias a la energía acumulada.

Koneko saltó lejos del taladro, y le disparó dos balas al taladro.

El acero de las balas se combinó con el acero del taladro, haciendo que la energía acumulada de las balas pase al taladro, y que este taladre con más potencia.

Koneko cayó en el suelo y vio como el taladro le había dado directamente al asesino.

Koneko disparó otra bala al taladro, pero esta vez formó una espina gigante que conectó con las manos de Koneko.

Ella tenía el dominio del taladro de nuevo, y aparte le agregó la energía extra contenida en la bala.

Cambió la forma del taladro y encerró al asesino en una esfera de acero.

El acero del taladro había cubierto al asesino, y ahora estaba encerrado en la misma esfera de acero en la que Koneko estaba.

Koneko cortó la línea de acero que estaba entre la pistola y la cúpula de acero, y la tomó con su mano libre.

Así rápidamente reforzó la esfera creando más acero.

Koneko escuchaba los golpes. pero de ninguna forma el asesino iba a cortar ese acero tan grueso.

Y finalmente Koneko cortó el contacto con la esfera.

Tenía encerrado al asesino, de todas formas no podía confiarse.

Se acercó un poco a la esfera, y le disparó.

No pretendía llenar de energía la esfera.

Disparó el acero, una vez este tocó la esfera, esta volvió de nuevo a su dominio total.

El acero se combinó con el de la esfera, y la energía pasó a la esfera.

Dentro de la esfera Koneko volvió a desprender una pequeña porción de acero, de la misma forma que la bala, y a esta le dio la energía que había acumulado la esfera.

De tal forma que pudo disparar adentro sin necesidad de abrir la esfera.

Ella mantuvo una mano sobre la esfera.

La bala empezó a chocar con la armadura del asesino, y rebotaba en las paredes.

Cada vez que la bala tocaba la esfera de nuevo Koneko recibía la información de la trayectoria que la bala había pasado.

De esa forma identificó la pose del asesino.

Koneko disparó de nuevo a la esfera.

El acero se combinó de nuevo con la esfera, y la esfera recibió la energía.

Koneko transfirió esa energía a la bala que estaba rebotando dentro de la esfera cuando esta rebotó de nuevo contra el acero cargado de energía.

De esa forma la bala tuvo más tiempo para identificar la posición y los putos débiles del asesino.

Koneko identificó rápidamente las articulaciones del asesino que era donde la armadura no le tocaba.

Koneko se estaba quedando sin poder mágico.

Ella hizo la esfera de acero más pequeña, de forma que el asesino no cambiaría de posición.

La bala adentro dejó de rebotar, perdiendo finalmente toda la energía.

Koneko ya tenía identificados todos los puntos débiles de la armadura.

Entonces hizo un charco de acero liquido debajo de ella, y disparó la ultima bala a la esfera de acero.

De esta forma, dejando acumulada la energía.

Luego se aseguró que el charco de acero liquido que estaba pisando estuviera tocando también la esfera.

Soltó la esfera y empezó a tener dominio de ella por medio del charco.

Juntó sus manos de nuevo, y las raíces del acero salieron de sus palmas, y se unieron a la esfera de acero.

De esta forma Koneko dividió la energía acumulada en 4 partes.

Y seguido las soltó en 4 espinas enormes dentro de la esfera.

Cada uno atravesó un punto débil del asesino.

Koneko pudo escuchar los gritos, pero estos fueron silenciados casi completamente por la gruesa esfera de acero.

Seguido Koneko apretó el acero sobre el asesino.

De esta forma moldeando su imagen en el acero.

Y por unos segundos Koneko eliminó unos agujeros que había hecho para permitir que el asesino respirara.

Mientras más apretaba el acero ponía espinas en esa superficie.

Haciendo más heridas el asesino.

El oro era muy fuerte como para atravesarlo.

El asesino también se asfixiaba.

Finalmente Koneko lo soltó.

Este cayó en el suelo, derramando sangre por sus articulaciones.

No estaba en posición de luchar.

Koneko había ganado.

Entonces notó que ya no tenía una de las cámaras.

La que tenía preparada se había roto durante la batalla.

Solo le queda una.

-Bien, has dado buena pelea -Dijo Koneko tomándole fotos por precaución.

Tomó 3 de la armadura.

Las otras dos las tenía destinadas al rostro del asesino.

Así que procedió a quitarle el casco.

Quedó bastante impactada.

Era Karma Osaka debajo de la armadura.

Koneko no lo pensó dos veces y de inmediato alzó la cámara para tomar una foto del rostro de Karma.

Pero de la nada la cámara fue destruida.

Koneko se levantó, y vio como había arena en el suelo.

"Lo que cubrió la esfera antes era arena, está utilizando la arena que cayó cuando empecé a mover la esfera" Pensó Koneko.

Koneko ya no podía tomar fotos, pero el rollo de las tres fotos que había tomado sigue en el suelo.

Lo levantó rápidamente, y notó que estaba pisando el charco de acero que había puesto antes.

Se desplazó rápidamente como si de una patineta se tratara.

Ya había tomado la distancia pertinente con Karma.

Pero a Koneko ya casi no le quedaba poder mágico, mientras que Karma a duras penas había utilizado la arena.

Solo le quedaba el enorme charco de acero en el suelo.

Tomó una porción de él, y lo hizo solido, convirtiéndolo en una pequeña caja, que tenía adentro guardado el rollo de la cámara.

Levantó una burbuja de acero liquido, y empezó a girar al caja dentro muy rápidamente.

Convirtió ese acero liquido en un pequeño cañón, y seguido disparó la caja con toda la energía que había acumulado girándolo.

El disparo fue largo, y cayó donde Koneko quería.

Entró por la ventana del salón de tronos de Tedehm.

Koneko se estaba quedando casi sin poder mágico, así que empezó a exprimir el poder que le quedaba a riesgo de romper sus circuitos mágicos.

El pequeño cañón se convirtió en una espada.

Y el charco que estaba pisando empezó a rodearla.

Haciendo una armadura bastante simple de acero.

Estaba preparada para luchar contra Karma.

Había sido un día duro, ella a duras penas tenía fuerzas para luchar.

Tampoco podía utilizar más el acero.

Karma comió una píldora de curación y se levantó de nuevo.

Koneko sintió como algo se tensaba dentro de ella a ver a Karma curándose, pues todo su esfuerzo por herirlo había sido en vano.

Karma se puso el casco de nuevo, no decía nada.

Solidificó algo de arena, y golpeó fuertemente a Koneko.

El golpe fue de una fuerza tal que Koneko salió disparada fuera de los dominios de tierras del rey.

Karma miró el suelo enojado.

-Cámaras -Dijo- Eso definitivamente va a ser un problema.

Y seguido fue hacia Koneko elevado por un remolino de arena.

Aquella batalla había sido totalmente silenciosa.

Pues incluso las balas de Koneko eran silenciosas al ser despedidas por energía y no pólvora.

Karma llegó hasta donde Koneko había caído.

Chocó contra una árbol de un bosque cercano.

Koneko gritó, se había partido la espalda.

Karma se paró sobre ella, que no se podía levantar.

-Quería matarte pacíficamente -Dijo Karma con la armadura dorada puesta- Es sorprendente, te has hecho muy fuerte, por un momento pensé que me matarías.

Karma atravesó el hombro de Koneko con su espada.

Koneko gritaba.

-Quizás te preguntes por qué hago esto -Dijo Karma.

La mente de Koneko no pensaba en eso, estaba en otro lado.

"Ya veo" Pensó Koneko "Así es como moriré, no quiero" "¡No quiero morir aquí!" "Yo quiero pasar más tiempo con ellos" "Con Panda, con Mika" "No quiero morir aquí" "Quiero seguir recordando a Ryumi" "Debo apoyar a la Tedehm" "Debo apoyar a Hiro, a Mili y a Souki, Ryumi creía en ellos" "Souki es el líder, y el me salvó en Black Lagoon" "Vendrá a salvarme ahora ¿No es así?"

-Dime -Dijo Karma- ¿Quién es el líder de Tedehm actualmente?

Koneko no lo escuchaba, pero inconscientemente dos palabras salieron de su boca.

-Ryumi -Dijo Koneko- Souki.

Karma no logró entender cuando dijo Ryumi, pero sí cuando dijo Souki.

-Estás equivocada -Dijo Karma- Souki Aiko ya no es el líder de Tedehm

Esto Koneko sí lo escuchó.

-¿Qué dices? -Preguntó Koneko- El líder es Souki Aiko, tú lo sabes bien.

-Veo que no les han dicho -Respondió Karma- Verás, Souki Aiko fue encarcelado, actualmente está en una cárcel de Wiforest, yo soborné al jurado de manera que el fuera a la cárcel, me aseguré de ello.

-¿De qué hablas? -Preguntó Koneko- ¿Cómo?

-Ya que te voy a matar te lo diré -Respondió Karma- Souki Aiko me dio dinero para sobornar a todo el jurado, si bien era bastante esto no convenció a los miembros del jurado, por lo tanto lo dividí en dos partes, pero los soborné a mi favor, le pagué a uno para defender a Souki Aiko, y al otro para que delatara al primer sobornado, de manera que el cargo de soborno fue a Souki Aiko y fue preso.

-Lo traicionaste -Dijo Koneko, quien ya no le quedaba fuerzas, a duras penas podía hablar.

Koneko no podía procesar lo que estaba pasando.

Ella estaba viviendo una mentira.

-Ya sabías lo que estaba haciendo -Dijo Karma- Ya sospechabas de mí, y por eso representas un problema, voy a hacerme con el poder de todo tierras del rey, y no puedo dejar que me dejes en evidencia.

Karma cortó la cabeza de Koneko de un tajo.

La sangre saltaba por todas partes.

Karma guardó su espada, y se devolvió a su guarida.

Karma no notó que Koneko había lanzado el rollo de la cámara al castillo.

La noche terminó.

Como el suelo esa noche estaba mojado no quedó evidencia de la arena de Karma.

Pero si de todos los soldados muertos.

Koneko yacía sin cabeza en el bosque junto a Tedehm.

Por lo tanto tardaron en encontrarlo.

Mili entró a la sala de tronos, evaluando los daños y lo que procedía.

Ella guardaba la esperanza de que Koneko haya escapado.

Pues todavía no encontraban su cuerpo.

Caminaba hacia su trono, cuando pateó algo por error.

Era algo metálico.

Mili caminó hacia lo que había pateado.

Lo levantó y notó que tenía una abolladura.

Como si hubiera chocado.

Por lo tanto, había sido lanzada.

Mili abrió la caja con un pequeño cuchillo, y vio lo que había adentro.

Un rollo de cámara.

Fue entonces que un soldado entró a la habitación de tronos.

-¡Hemos identificado el cadáver de Koneko Miura! -Gritó el soldado a MIli, que tenía el traje de líder.

Mili lo entendió, e inconscientemente empezó a llorar.

-¿Cómo está el cadáver? -Preguntó Mili.

-Tenía varias heridas -Dijo el soldado- Fue decapitada, al parecer luchó bastante, pues en sus circuitos mágicos hay evidencia de un enorme esfuerzo, luchó hasta que no pudo más.

-Ya veo -Respondió Mili, su voz rota no se escuchaba por el modificador de voz- Puedes irte.

El soldado asintió y volvió a sus tareas.

Mili puso el rollo de cámara encima de uno de los tronos, y se sentó en el suyo.

-Muchas gracias -Dijo Mili llena de impotencia, intentando contener el llanto- Tu muerte no va a ser en vano, lo juro, Koneko.

Mili lloró por un rato, pues Koneko era parte de sus allegados cercanos en Tedehm.

Era su amiga, pues habían tenido mucho contacto en los temas logísticos y de armas, todo durante los últimos 10 meses desde la muerte de Haru.

Es la primera persona importante para Mili que moría en su cargo.

Ella estaba completamente destrozada.

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