Lisa
2 días después
Desperté con un dolor y ardor en mis entrañas, mi cuerpo se sentía muy pesado; estaba en una habitación que nunca antes había visto y conectada a una máquina. Mis ojos ardían al ver la claridad que estaba entrando por la ventana. Habían unas flores frescas en la mesa de noche y un vaso de agua. Llevé mi mano a donde sentía ese dolor tan desgarrarante y recordé lo que había sucedido.
—Lin, Akira, Kaori… — me senté como pude en la cama, presionando la herida.
Escuché la puerta del cuarto abrirse y vi a Kanji.
—Lisa...
—¿Qué haces tú aquí?
—Es una larga historia, pero primero come algo.
—No quiero nada, ¿Dónde están mis hijos y Akira?
—Tus hijos están bien, ya mismo verás a Lin.
—¿Y Kaori? ¿Y Akira?
—Haces demasiadas preguntas a la vez — Kanji me explicó lo que había sucedido.
—Yo no quiero estar aquí, yo tengo que estar con mis hijos y Akira — traté de levantarme, pero sentía demasiado dolor.
—No es bueno que te trates de levantar de esa forma tan brusca, vas a lastimarte.
—Sácame de aquí, llévame con mis hijos.
—No puedo, necesito que te mejores primero.
—Yo estoy bien.
—Lo dices cuando no puedes ni pararte.
—Hablo en serio, Kanji. Quiero irme de aquí, tengo que estar con ellos.
—Lin vendrá en unas horas, es mejor que esperes a que busque a Kaori.
—¿Traerá a Kaori?
—Lo más probable.
—¿Y Akira?
—¿Aún estás pensando en él? Te recuerdo que estás así por su culpa.
—No comentes nada sin saber, Kanji.
—No importa lo que haya pasado, ese infeliz trató de matarte y casi lo logra. ¿Cómo puedes seguir pensando en él desde que te despiertas? Realmente te has vuelto muy masoquista, linda.
—Cuidado lo que dices, Kanji.
—Me molesta que sigas pensando en alguien que te causa tanto daño. Olvidas fácilmente lo que te hacen, ¿Qué sucede contigo? Ese infeliz terminará por matarte un día de estos.
—Ese no es tu problema. Akira es mi esposo y padre de mis hijos. Es cierto que me ha causado mucho daño, pero esta vez, él no tuvo la culpa de lo que me pasó. Yo me metí en medio para defender a mi hijo, no fue algo que él haya querido hacerme. Nuestra relación está jodida, y lo más probable nunca más vuelva a estar con él, pero eso no implica que permita que alguien como tú, sea capaz de juzgarlo. Tú me utilizaste para tu negocio, ¿Así que de qué hablas?
—¿Lo estás defendiendo, lisa?
—Alguien como tú no lo entendería. Llévame a donde están mis hijos, Kanji.
—¿A donde están ellos, o a donde está Akira?
—Los dos.
—Eso lo va a decidir, Lin. Al final de cuentas, fue él, quién al igual que yo, quiere alejarte de ese relación tan tóxica que tienes con ese infeliz.
—¿Me vas a decir que me mantendrán aquí encerrada en contra de mi voluntad?
—Hasta que al menos hables con él. Si luego de hablar con Lin, deseas volver con tu amado Akira, yo mismo te llevaré. Por lo que veo, a ese es el único que deseas en tu vida; ese que te trata mal, que te hiere, que te usa, a ese es al que amas de verdad. Es una lastima que no puedes verme a mí de esa misma forma, yo podía haberte ofrecido mucho más de lo que ese tipo puede ofrecerte. A cambio de él, yo sí te quiero de verdad. Ahí tienes tu comida, puedes comer cuando quieras—Kanji salió de la habitación.
Me traté de levantar de la cama en varias ocasiones, pero dolía demasiado para seguirlo intentando. ¿Cómo estará Kaori y Akira?
Akira
Llamada telefónica:
—Quiero salir de ese bebé lo más pronto posible. Tengo un nuevo plan en mente para acabar con esto de una vez, pero no puedo regresar hasta que consiga a mi mujer, así que necesito que lo cuides bien mientras resuelvo mis asuntos —le dije a mi empleado.
—Yo me haré cargo del niño, ha estado llorando mucho.
—Ya sé las razones, pero no te preocupes, pronto se va a liberar de ese sufrimiento.
—Sí, señor— colgué la llamada.
Ahora solo necesito saber dónde estás lisa, ¿Por qué el destino se empeña en separarnos más?
Lisa
Horas después…
Lin entró al cuarto, y al verlo me sentí muy feliz y aliviada. Quería abrazarlo y besarlo, pero él no poder pararme, me era desesperante.
—¿Estás bien, Lin?— pregunté preocupada.
—Sí, mamá. ¿Cómo te sientes?
—Bien, cariño. ¿Dónde está Kaori?
—Quiso quedarse con papá.
—¿Por qué me trajiste aquí? ¿Por qué le avisaste a Kanji?
—Porque es el hombre de tu vida, mamá. El único que puede hacerte feliz y hacerte olvidar ese amor que sientes todavía por Akira.
—¿Qué sucedió con tu padre, luego de lo que pasó?
—¿Por qué quieres saber? Eso no viene al caso, lo importante es que estás a salvo aquí.
—¿Por qué Kaori no está contigo?
—No está de acuerdo con mis planes, y parece que papá le lavó el cerebro también.
—¿Qué planes?
—En que nos alejemos de papá y empecemos de cero.
—¿Akira te hizo algo luego de lo que sucedió, Lin?
—Sí, mamá. Trató de matarme otra vez, es por eso que quiero que te quedes lejos de él. Él representa un peligro, tanto para ti, para Kaori y para mi.
—¿Qué?
—Sí, mamá. No quiero que regreses al lado de ese hombre. Quiero que me ayudes a convencer a Kaori para que deje a Akira y venga con nosotros. ¿No te gustaría que estemos los tres juntos? Así como estábamos planeando. Yo no quiero que te vuelva hacer daño ese asesino.
Me sentía entre la espada y la pared, mi hijo me está pidiendo algo, que en el fondo de alguna forma duele. Esto era algo que iba a pasar, pero aún así, me lastima. No podía dejar de recordar la expresión que tenía Akira en su rostro cuando sucedió ese momento, quisiera verlo por última vez.
—Quisiera hablar por última vez con Akira, Lin.
—No, mamá, no quiero que te vuelva a lavar el cerebro.
—Tengo que hacerlo, Lin.
—Pondré las cosas muy fáciles. Ya estoy cansado de que las dos sigan buscando a ese infeliz luego de todo lo que hizo. O te quedas conmigo, Kaori y Kanji, o te vas con él, mamá. Ten en mente, que si aceptas irte detrás de él, te olvidas de que tienes hijos.
—Lin… — esas palabras me dolieron en el alma. Sentía mi corazón hecho pedazos. ¿Por qué todo tiene que ser así? ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿Por qué?